No es noticia que las variables de la economía argentina, particularmente la inflación, evolucionan a contramano de lo que ocurre en gran parte de los países del mundo, incluso los emergentes y, más aún, los vecinos de la región. En ese marco, la mala performance particular del peso en el mercado mundial de monedas volvió a quedar expuesta hoy al quedar, nuevamente, en el último lugar en términos de apreciación o, mejor dicho en este caso puntual, de devaluación.
Es que desde que se inició el año el peso argentino fue la moneda que más valor perdió en el ránking de 23 países emergentes, tomando en cuenta el tipo de cambio oficial. Lo más llamativo de la cuestión es que eso ocurrió al mismo tiempo que el resto de las monedas de los países latinoamericanos fueron las que más se apreciaron en el mismo período. El peso colombiano, el peso mexicano y el real brasileño fueron las monedas que encabezaron ese ránking.
El dato fue destacado por el economista jefe del Instituto Internacional de Finanzas (IIF, según sus siglas en inglés), Robin Brooks. “Las divisas emergentes con mejor comportamiento este año son todas latinoamericanas. Todos estos países solían luchar contra la alta inflación, las paridades del dólar y las devaluaciones explosivas. Ahora ya no. Este es el modelo que debería seguir Argentina, no la madriguera de la dolarización…”, sostuvo el economista de la influyente asociación de bancos internacionales en su cuenta de X. Se sabe, Brooks es un ferviente detractor de la propuesta que impulsa el candidato de La Libertad Avanza, Javier Milei, iniciativa que genera profundas dudas en los mercados.
En ese sentido, no es la primera vez que el economista apunta contra la idea. A pocos días de las elecciones PASO que consagraron a Milei como el candidato más votado y tras las cuales el Gobierno dispuso un salto discreto del dólar oficial, el analista del IIF aseguró que “la dolarización es una idea terrible; la última vez que se intentó acabó en una enorme devaluación que la descarta para siempre como objetivo político; el peso está -incluso con la reciente devaluación- muy sobrevalorado, basta con ver su nivel frente a Brasil y Turquía”.
En esa misma línea, sostuvo también que mientras en la Argentina se debate la dolarización y se presenta a Ecuador como “un caso de éxito”, ese antecedente en realidad no es tal. Según consideró, Ecuador “se encadenó” con una moneda super fuerte, incluso cuando otras en América latina recorrían el camino opuesto. El resultado de esa decisión es que su economía tuvo un crecimiento débil y una moneda sobrevaluada, que es precisamente, según el experto, ”la trampa de la que intenta escapar la Argentina”.
Hace pocos días, incluso, Brooks mantuvo un fuerte cruce con otro reconocido economista de la Universidad John Hopkins de Estados Unidos, Steve Hanke, impulsor hace décadas de un proceso de dolarización como solución a los problemas de inflación en la Argentina. En esa ocasión, Hanke trató de “delirante” a Brooks por su postura respecto a la necesidad de contar en el país con un Banco Central totalmente independiente.
“Antidolarizador, Robin Brooks dijo que Argentina debería adoptar un banco central plenamente independiente. Delirante. Un banco central totalmente independiente no está en las cartas de la Argentina. Nunca lo ha sido y nunca lo será. En la Argentina, la anomia es endémica”, sostuvo el economista de la casa de estudios, quien fue asesor durante el último tramo del mandato de Carlos Menem cuando el ex presidente intentó avanzar en una dolarización bajo el paraguas de un acuerdo con Estados Unidos.
En las antípodas del pensamiento de Brooks, para Hanke la Argentina debe eliminar el peso y la capacidad de emitir del Banco Central, lo que impondría una dura restricción monetaria y fiscal que controlaría el nivel de déficit y evitaría las crisis cambiarias. Para Brooks, sin embargo, esa mirada llevaría al país al estancamiento económico. “¿Cuál es su opinión sobre los puntos de fondo sobre los que le he preguntado repetidamente : ¿cómo evitará Argentina la trampa de la apreciación del dólar en la que cayó Ecuador? y ¿cómo evitará una Argentina dolarizada el estancamiento económico que ha dejado a Ecuador rezagado respecto de otros países de América Latina?”, fue su categórica respuesta para cerrar el entredicho.