El candidato a ministro de Economía de Patricia Bullrich, Carlos Melconian, se quejó el viernes de que el punto de partida para la próxima administración empeora día a día con las medidas que adopta el actual ministro y candidato a la Presidencia, Sergio Massa. En otras palabras, advierte que la herencia se hace cada vez más pesada para el sucesor de Alberto Fernández.
Se aproximan las elecciones generales para el próximo presidente de la Nación y los principales candidatos no abren sus propuestas para estabilizar la economía y volver a crecer, más allá de enunciados generales en lo que parece difícil no estar de acuerdo, excepto cuando se plantean iniciativas de cambio de régimen monetario, porque ahí, las aguas se muestran claramente divididas entre los que proponen seguir como hasta ahora, ir a un sistema bimonetario no sólo para el ahorro sino fundamentalmente para las transacciones, o acudir a la dolarización, como tienen menos de una decena de países.
El dólar “blue” estuvo operado con baja de dos pesos la mayor parte de la sesión, pero en la última hora de operaciones regresó al valor de cierre de la semana pasada. En lo que va de septiembre sostiene una leve ganancia de diez pesos o un 1,3 por ciento. Con un dólar mayorista que cerró a $350,05, la brecha cambiaria quedó en el 112,8 por ciento.
El BCRA compró solo USD 1 millón en el mercado de cambios y encadenó 30 ruedas con saldo a favor por su participación cambiaria. En lo que va de septiembre la autoridad monetaria acumula compras netas por unos USD 516 millones, apuntaladas por el esquema del dólar soja.
La cotización “blue” del dólar esta dos pesos este lunes y es operada a $743 para la venta. La divisa informal conserva una leve ganancia de ocho pesos o un 1,1% en el transcurso de septiembre. Con un dólar mayorista en $350, la brecha cambiaria alcanza el 11,2 por ciento.
Cada año el gobierno estadounidense imprime y da vida a miles de millones de dólares en efectivo. Sin embargo, en la interminable danza de la producción de billetes, ocasionalmente la sinfonía se desafina y surgen errores imprevistos.
Las reservas internacionales brutas del Banco Central retrocedieron en USD 90 millones el viernes, para finalizar en los USD 27.250 millones, su monto más bajo desde el 22 de agosto. Esos activos cayeron por séptima rueda operativa. En el transcurso de 2023 caen USD 17.348 millones o 38,9 por ciento.
El dólar paralelo operó toda la jornada de viernes a $745 para la venta, sin variantes respecto del cierre anterior. Así mantuvo a lo largo de la semana una suba de 15 pesos o un 2,1%, mientras que en lo que va de septiembre sostiene una leve ganancia de diez pesos o un 1,3 por ciento. Con un dólar mayorista que avanzó apenas cinco centavos en la semana, a $350,05, la brecha cambiaria quedó en el 112,8 por ciento.
La semana pasada terminó con una fuerte presión sobre el dólar, que será más intensa desde hoy, porque a la dificultad del Banco Central para retener las divisas que consigue con el programa se agregará la finalización de éste. En el futuro, al Gobierno le será muy difícil hacerse de dólares y tendría ante sí un FMI menos flexible en caso de incumplimiento de metas. En ese contexto, no serán pocos los inversores que tomarán posiciones en dólares a cuenta de lo que se viene.
A menos de un mes de las elecciones generales, los operadores y analistas del mercado ya hacen sus números y previsiones respecto al día después, el 23 de octubre, con expectativas que están lejos de ser una predicción precisa, pero que marcan una predisposición a cubrirse ante posibles nuevos sacudones.
El ministro de Economía y candidato a presidente por Unión por la Patria Sergio Massa anunció este domingo en Salta que buscará establecer un mecanismo, a través del Presupuesto 2024, para coparticipar parte de la recaudación de dos impuestos para compensar las cuentas fiscales de las provincias, que se vieron afectadas por medidas como el cambio en Ganancias. Se trata del impuesto al cheque, y el PAIS, que se paga por compras de dólares o consumos con divisas y para importaciones de bienes y servicios. En lo que va del año ambos gravámenes le reportaron ingresos al fisco por 2,1 billones de pesos.