El mercado global de divisas experimentó fluctuaciones notables en las últimas jornada, impulsadas principalmente por las recientes decisiones y comunicaciones de varios bancos centrales a nivel global. El dólar estadounidense alcanzó como resultado su punto más elevado en seis meses y medio en relación con una canasta de monedas globales. Un nuevo “súper dólar” según el valor que adoptó el Índice Dólar que mide a la divisa estadounidense. Este fortalecimiento se produce tras las declaraciones de la Reserva Federal de Estados Unidos, que, aunque mantuvo las tasas de interés sin cambios, reafirmó su enfoque restrictivo en la política monetaria a largo plazo. Y sus efectos se siente, incluso, en la Argentina
Por su parte, el franco suizo experimentó una disminución después de que el Banco Nacional Suizo decidiera no modificar sus tasas de interés, rompiendo así con una tendencia alcista que se había mantenido desde marzo de este año. La libra esterlina también registró una caída, alcanzando su nivel más bajo desde abril, en anticipación a futuros anuncios del Banco de Inglaterra. El yen japonés se situó en su nivel más bajo desde noviembre, previo a la próxima reunión del Banco de Japón.
En Europa, los bancos centrales de Suecia y Noruega cumplieron con las expectativas del mercado al incrementar sus tasas en 25 puntos básicos. El índice del dólar, que mide el rendimiento del dólar frente a seis monedas importantes, subió hasta 105,68 unidades, su nivel más alto desde marzo.
En cuanto a las perspectivas a largo plazo, la Reserva Federal proyecta mantener una política monetaria más restrictiva durante al menos los próximos tres años. Estas previsiones se alinean con las declaraciones del CEO de JPMorgan Chase, Jamie Dimon, quien sugiere que podrían ser necesarios más aumentos en las tasas de interés para abordar la inflación persistente.
Impacto en la Argentina
La reciente apreciación del dólar en los mercados internacionales ha tenido un efecto dominó en la economía argentina, exacerbando la volatilidad y la incertidumbre en un contexto ya complejo. Las declaraciones de la Reserva Federal de Estados Unidos, que mantuvo las tasas de interés pero anticipó una posible alza para fin de año, generaron un impacto negativo en los activos argentinos.
Los títulos públicos y privados de Argentina experimentaron caídas significativas, afectados tanto por la volatilidad externa como por la incertidumbre política y económica local, especialmente en el período previo a las elecciones presidenciales de octubre. El miércoles el índice S&P Merval de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires registró una disminución del 2,5%, mientras que los bonos Globales en dólares cayeron en promedio un 1,6%. En este contexto, el riesgo país de Argentina, medido por el banco JP Morgan, aumentó 81 puntos básicos, situándose en 2.265 unidades.
Los ADR y acciones de compañías argentinas cotizadas en dólares en Nueva York también mostraron tendencias bajistas, lideradas por Edenor con una caída del 4,7% y Banco Macro con un 4,2%. En el mercado local, los bonos en el Mercado Abierto Electrónico (MAE) disminuyeron un 1,2% en promedio, en un escenario marcado por la selectividad hacia títulos ajustables por inflación o ligados al tipo de cambio.
La situación política también añade una capa de complejidad. Diferentes candidatos proponen enfoques divergentes para la economía, desde la dolarización hasta la bimonetización, lo que aumenta la incertidumbre en un entorno ya volátil. Además, el Gobierno ha implementado medidas para elevar el poder adquisitivo de la población, lo que ejerce presión adicional sobre las ya debilitadas finanzas públicas.
En resumen, la apreciación del dólar a nivel global ha exacerbado las tensiones en el mercado financiero argentino, en un contexto ya marcado por la incertidumbre política y económica. Los activos argentinos han experimentado caídas significativas, y el riesgo país ha aumentado, lo que plantea desafíos adicionales para la estabilidad económica del país en el período previo a las elecciones presidenciales.