Los mercados no saben de política. Ven en las últimas medidas un crecimiento del déficit fiscal y una amenazante emisión.
Pero la desconfianza no solo alcanzó al oficialismo, tampoco gustó el comportamiento de los partidos opositores en el tratamiento de la ley sobre el impuesto a las Ganancias. La decepción fue general y el mercado respondió como sabe: cubriéndose en dólares y eludiendo el riesgo al deshacerse de bonos y acciones.
Lo cierto es que el Banco Central tuvo que intervenir a lo largo de toda la rueda para contener la suba de los dólares, mientras veía como se derrumbaban los bonos. La intervención fue más elevada que la de ayer y es récord tras las PASO. La caída, pese al mejor clima en las Bolsas de Nueva York y mercados emergentes, comenzó a la mañana. Los bonos más largos tuvieron retrocesos de hasta 3%. El riesgo país subió 71 unidades (+3,23%) a 2.265 puntos básicos y se derribaron todas las paridades. El AL30D, el bono más celebrado hasta hace pocas semanas cuando había llegado a USD 36,50, ayer cotizó a USD 30,50.
En este escenario desventajoso el Central salió al mercado como lo hace siempre. El trader Esteban Monte señaló que “el dólar está en el centro de la escena celosamente controlado por el Banco Central. Y el MEP sigue clavado en valores entre $678 y $680 por la intervención oficial. Lo que va a generar una presión extra, además del final del dólar soja y la proximidad de las elecciones, es la baja de impuestos promovidos por el Gobierno y acompañados por parte de la oposición. Los trabajadores contarán con más pesos en su bolsillo y habrá asalariados que harán de la compra de dólares, su prioridad. Por eso se espera que vayan al MEP que es el dólar subsidiado y el más barato. En el AL30D, el bono que se utiliza para intervenir, se vio un volumen elevado de negocios, sostenido a lo largo del día que indica que la dolarización de carteras está lejos de ceder”.
En la plaza de contado inmediato, a pesar de la fuerte intervención, el MEP se mantuvo casi sin cambios -bajó 13 centavos- en $679,95. El contado con liquidación (CCL) aumentó $4,97 (+0,7%) a $742,51. En el Senebi, donde la plaza opera libremente, el MEP subió $8 a $702 y el CCL, $7 a $740.
El “blue”, ante la oferta de dólares por el “puré” (vender MEP que compraron a $6,80 a $720), cerró con una baja de $5 a $735.
Para el analista financiero Franco Tealdi “hoy nos desacoplamos del mundo que estaba de positivo porque la tasa de los Bonos del Tesoro norteamericano bajaba igual que la de los bonos de la región, lo que significa que estaban subiendo de precio. Pero la Argentina venía desde muy temprano con los bonos a la baja con inversores desarmando posiciones fuertes porque todo lo que implique mayor déficit fiscal siempre son malas noticias. La Argentina siguió haciendo de las suya y el mercado se lo hizo saber. Las acciones no levantaron cabeza en ningún momento del día, mientras en Nueva York y Brasil estaban al alza. Después, hubo una caída fuerte de las acciones norteamericanas cuando comenzó a hablar el titular de la Reserva Federal Jerome Powell y dio indicios de que iban a seguir monitoreando dato por dato y que podría haber en el futuro -en noviembre- otro aumento de la tasa de interés. Esto golpeó sobre el final de la rueda a las acciones del exterior, a pesar de que ayer Estados Unidos no subió las tasas. La Argentina, en tanto, vivió su propia historia que no fue para nada buena. Veremos cómo sigue la película”.
En el Mercado Único y Libre de Cambios (MULC) el Banco Central apenas compró USD 1 millón y las reservas bajaron 12 millones a USD 27.424 millones.
Para el analista financiero y experto en agronegocios, Salvador Vitelli, “parece acrecentarse el monto de dólares para intervenir al MEP lo que indica que el mercado se quiere cubrir de un futuro de una economía dolarizada que no sabe exactamente cómo se va a dar. Atarse al dólar oficial hoy puede generar algún rendimiento teniendo en cuenta que, en el cortísimo plazo, el Gobierno no va a permitir una devaluación. A partir de las elecciones lucen algunos escenarios de posibles ballotage que generan dudas. El tipo de cambio oficial se está debilitando en valores reales por la inflación y vamos a llegar a las elecciones con un tipo de cambio más apreciado que el que teníamos pre PASO y con un mercado expectante a la devaluación. Hay una disonancia en las liquidaciones de los exportadores donde una parte se va a dólares financieros. Allí tenemos una cuestión clave: el Banco Central logra tímidas compras, pero por otro lado una parte de lo que liquidan los exportadores se va a los dólares financieros. En términos netos de reservas no hay aumentos significativos y es una cuestión crucial porque en el futuro se le va a hacer cuesta arriba. Cada día una parte menor de la economía está anclada al dólar oficial porque todos ajustan los precios de los bienes e insumos importados, por el valor del dólar financiero”.
El informe de la consultora F2 de Andrés Reschini observó cambios en el mercado de futuros. “La rueda se desarrolló con un ajuste en el volumen de negocios que fue de 281.747 contratos. Desde noviembre en adelante siguieron los ajustes al alza y la suba de las tasas implícitas se hizo notar desde octubre hacia adelante, particularmente en diciembre que alcanzó 810% efectiva anual. En octubre ingresaron 34,6 millones al Interés Abierto (contratos no cerrados) y explican los 35,2 millones que registró toda la curva en la rueda por lo que no es posible descartar una intervención oficial. El mercado percibe el deterioro que van a provocar las medidas que incentivan consumo y presionan deterioro en el corto plazo”.
Fin de diciembre, tuvo una suba de $7 y cerró a $641.
En la Bolsa, con un moderado monto de negocios de $10.502 millones, las acciones tuvieron caídas generalizadas. El S&P Merval de las acciones líderes cedió 2,53% en pesos y 3,2% en dólares.
Para hoy se espera una rueda más tensa con el dólar, porque los inversores saben que los dólares para intervenir se agotan y que hasta octubre los van a conseguir a precios subsidiados. Por eso, compran barato en el mercado de contado y compran más caras las posiciones de futuro para cubrirse.