La dolarización que propone Javier Milei, al menos en su esquema más difundido que es el diseñado por el economista Emilio Ocampo, podría toparse con un escollo tan impensado como insalvable que, a partir de ahora, probablemente pase a denominarse “la cláusula Guzmán”.
En términos llanos, se trata de una de las condiciones establecidas en los títulos de deuda emitidos por el ex ministro de Economía, Martín Guzmán, cuando cerró el proceso de reestructuración de la deuda hace tres años según la cual la Argentina se comprometió a no emitir nuevos títulos garantizados o con cualquier tipo de estructura que los convirtiera en bonos de una “calidad superior” a los que se ofrecieron entonces a los acreedores. En términos técnicos, se denomina a esta cláusula “negative-pledge”.
Podría ser considerado como un incumplimiento por parte de los acreedores y llevar a al país nuevamente a los tribunales internacionales por considerar el proceso un nuevo evento de default
Esos títulos que la incluyen, emitidos bajo la gestión de Guzmán están hoy en gran parte en manos del Banco Central, el Fondo de Garantía de Sustentabilidad de la Anses, además de otros organismos públicos y son, precisamente, un eslabón clave en la estrategia de dolarización, En el esquema que plantea Ocampo, el BCRA y la Anses aportan sus tenencias de bonos como garantía a un fideicomiso que emitiría, a su vez, “commercial papers” para repagar las Leliq, la gran piedra en el zapato para dolarizar.
Ese mecanismo convertiría a los títulos surgidos de la reestructuración en “junior”, como se dice en la jerga financiera de los nuevos títulos garantizados, que se emitirían contraviniendo precisamente la cláusula de negative pledge incorporada por Guzmán. Hacerlo podría, eventualmente, ser considerado como un incumplimiento de la Argentina por parte de los acreedores y llevar a al país nuevamente a los tribunales internacionales por considerar el proceso un nuevo evento de default.
El primero en advertir el punto fue el economista Guillermo Mondino, hermano de Diana Mondino, una de las principales espadas de Milei en la campaña, candidata a diputada en la Ciudad de Buenos Aires.
“Tema para los abogados, los bonos tienen negative pledge. Es decir, en principio, a los bonos del canje de Guzmán no se los puede hacer junior creando otros instrumentos que estén colateralizados”, afirmó Mondino, fundador del fondo Mogador Capital y ex integrante del equipo económico de Domingo Cavallo. Mondino es también, desde hace dos años, profesor en la Universidad de Columbia en Nueva York donde vive desde hace una década y colaboró, en su momento, con la dolarización de la economía ecuatoriana como asesor. El economista considera que en el caso de la Argentina, la propuesta de campaña de Milei “es inviable”.
Más allá de eso, su comentario respecto a la deuda reestructurada despertó la inquietud en el mercado y provocó también la reacción de los economistas que acompañan al líder de La Libertad Avanza. Uno de ellos, Darío Epstein, salió al cruce de la interpretación de Mondino y afirmó que, tras consultas con prestigiosos estudios de abogados, llegaron a la conclusión de que la cláusula en cuestión no aplica. “No entienden ni la estructura que propone Emilio (Ocampo) ni cómo funcionaría el negative pledge. Recomiendo que lean su propuesta”, afirmó y agregó que “uno de los 3 estudios legales más grandes de Estados Unidos asesoró pro bono en la estructura. No aplica el negative pledge de los bonos reestructurados por Guzmán. Es un tema 100% legal. Le dejamos ese espacio a los expertos”.
“No entienden ni la estructura que propone Emilio (Ocampo) ni cómo funcionaría el negative pledge. Recomiendo que lean su propuesta” (Epstein)
Las respuestas de Epstein iban dirigidas a un informe que se viralizó en el mercado financiero de la consultora 1816 que hizo alusión al asunto y buscó aportar detalles sobre la cuestión.
“La cláusula a la que se refiere Mondino dice básicamente que mientras los bonos GD (los GD30 o GD35, etc) estén en circulación, la Argentina no puede colocar otra deuda externa garantizada por activos y/o ingresos, a menos que los bonos actuales tengan la misma garantía”, escribió la consultora en su informe, donde agregó que “claramente es un tema para que evalúen abogados”. En cualquier caso, la propuesta de dolarizar podría abrir la puerta para una nueva y larga batalla judicial en los Tribunales de Nueva York por la deuda.