El dólar libre llegó a rozar los 800 pesos a mediados de agosto, después del cimbronazo provocado por la abrupta suba del tipo de cambio oficial a $350 el día después de las PASO. Ese salto cambiario de 21,8% se trasladó casi de inmediato a todos los precios de la economía y el dólar “blue” fue una muestra de ello, para tocar los $795 para la venta el miércoles 16.
En este sentido, se confirmó la efectividad del billete verde como histórica posición defensiva en un contexto devaluatorio, inflacionario y de incertidumbre política como el que se vino dando a lo largo de 2023.
En agosto, el plazo fijo -que es la inversión minorista más popular junto con el dólar- perdió por varios cuerpos, al rendir un 9,83% mensual contra una suba del dólar libre del 33,6%, desde los 550 a los 735 pesos.
En una comparación anual, el dólar libre avanzó 165,2%, desde los 279 a los 740 pesos, una ganancia superior a la del plazo fijo, que dio intereses por 122,7% anual al tomar la tasa efectiva, unos dos puntos por debajo de la inflación acumulada, próxima al 125 por ciento. No obstante, si se toma el dólar MEP, cuyo precio es arbitrado por el Banco Central y hoy opera volúmenes mucho más importantes que el “blue”, éste subió un 129,4% en el mismo, solo siete puntos más que brindado por el plazo fijo.
Ya asumido el shock cambiario de agosto, queda plantearse si sigue siendo conveniente apostar a un depósito a plazo frente al dólar, que tuvo su overshooting o sobrerreacción y ahora vale menos que un mes atrás. En este aspecto, la decisión del Banco Central de dejar inmóvil en septiembre la tasa de interés deja a esta apuesta por el peso (+9,8% mensual) en zona negativa respecto de una inflación que se estima podría continuar en los dos dígitos, pero podría ganarle al dólar, que en lo que va de septiembre subió solo cinco pesos, menos del 1 por ciento.
El Banco Central decidió dejar la tasa de interés inalterada y soslayó el hecho de que los plazos fijos tuvieron en agosto la peor rentabilidad real en cinco años
“El Banco Central decidió dejar sin cambios la tasa de interés, argumentando una cierta desaceleración en las mediciones de inflación de alta frecuencia. En este sentido, la Secretaría de Programación Económica a cargo de Gabriel Rubinstein recientemente dio a conocer un nuevo indicador de frecuencia semanal para seguir el aumento del costo de vida”, indicó un informe de GMA Capital.
“En caso de consolidarse dicha dinámica, la inflación piso para septiembre ya es de 9,7%, aun con dos semanas restantes para que finalice el mes. Esto sucede por el arrastre estadístico, dado que los efectos de la devaluación en precios comenzaron a hacerse notar en la segunda mitad de agosto. En consecuencia, el rendimiento de los plazos fijos volverá a perder contra el aumento del costo de vida en el corriente mes”, añadió.
Desde GMA Capital advirtieron que “frente al aumento de precios de agosto de 12,4% (306,6% anualizado), la tasa resultó ser fuertemente negativa en términos reales. Esto implicó que la tasa de Leliq, medida en Tasa Nominal Anual (TNA), haya sido negativa en 28,5% en el último mes. Por su parte, considerando que el ajuste de agosto se hizo recién a mitad de mes, los plazos fijos mayoristas rindieron en promedio -40% (TNA), tratándose así de la peor performance real desde abril de 2016″. Y subrayaron que “dado que el mercado estima que en septiembre los precios avanzarán 12%, la tasa de interés debería ajustarse al alza en 27,4 puntos porcentuales hasta 145,4% (TNA) para quedar neutra frente a la inflación esperada”.