El Banco Central no puede aumentar las reservas de la manera que desea y le pide el FMI. Le cuesta retener las liquidaciones de los exportadores por el nuevo dólar soja. Las intervenciones para evitar la suba de los dólares financieros le lleva lo que el Central compra en el Mercado Único y Libre de Cambios (MULC).
Además, sus reservas caen por un yuan poco confiable que se sostiene en sus mínimos de 17 años frente al dólar gracias a las licitaciones del Banco Popular de China.
El viernes, el BCRA compró USD 50 millones, pero las reservas cayeron 252 millones a USD 27.525 millones.
La inflación medida por consultoras particulares sobre alimentos tampoco ayuda. Septiembre tendrá dos dígitos de inflación. Por eso arreciaron las presiones en el mercado de futuros y las recomendaciones de invertir en bonos dollar linked y en Bonos CER porque inflación y devaluación están yendo de la mano.
Riesgo país
El riesgo país, por la baja de los bonos en dólares de la deuda externa, subió 16 unidades (+0,7%) a 2.171 puntos, mientras el S&P Merval de las acciones líderes bajó 0,74% en pesos y 0,4% en dólares con un volumen escaso de negocios de poco más de $8.000 millones. Fue una toma de ganancias suave.
Los dólares futuros en las últimas dos ruedas cambiaron su tendencia a la baja y comenzaron a subir a lo largo de la curva con volúmenes más elevados.
Según el informe de la consultora F2 de Andrés Reschini “en el mercado de futuros se negociaron 366.251 contratos contra casi 273 mil del jueves con lo cual el volumen mejora, pero no es alto. Los ajustes fueron todos verdes y la curva termina la semana desplazada hacia arriba desde diciembre, la de mayor diferencia, hacia adelante. Las cotizaciones subieron toda la semana, aunque se encuentran por debajo de fin de agosto. Todo el tramo desde el cambio de mandato hacia adelante comenzó a descontar un mayor ajuste justo cuando se anuncia medidas que impulsan el consumo y la inflación haciendo necesario un mayor ajuste”.
Reservas negativas
Para la consultora Econviews “el tipo de cambio necesario es cada vez más alto. Esto es porque las reservas del Banco Central son muy negativas. A lo que se suma una deuda comercial que se acerca a los USD 20.000 millones por encima del valor histórico y un stock de dividendos impagos difícil de calcular pero que puede andar cerca de los USD 10.000 millones. La estrategia de aumentar el dólar un 22% y después congelar va a significar un dólar más atrasado del que teníamos antes de las elecciones primaria luego de que la inflación esté en dos dígitos en agosto y en septiembre y en el mejor de los casos un dígito alto en octubre. Todo esto implica que la devaluación necesaria es agresiva en cualquier circunstancia. Esto a su vez implica más inflación y más tasa de interés”.
La consultora puso como ejemplo el ingreso de turistas para aprovechar el tipo de cambio financiero que duplica al oficial. Señala que la cantidad de turistas recibidos subió un 65.7% interanual en julio. El ingreso de visitantes chilenos aumentó 144,8% respecto del año pasado pero la mayor cantidad de turistas (182.000), vino desde Uruguay.
La consultora Anker Latinoamérica observó por su parte que en lo que va de septiembre, “las ventas de soja en el marco del programa sumaron 2 millones de toneladas, contribuyendo a la liquidación del agro que sumó unos USD 600 millones y le permitió al BCRA acumular USD 350 millones netos en el MULC. En función de los datos de variación de reservas del BCRA, estimamos una intervención en los dólares financieros similar a las compras acumuladas en el MULC en el período. La cotización del MEP vía Lede (Letra de Descuento) se redujo en casi $70 desde los máximos de fines de agosto”.
“Esta dinámica refuerza nuestro escenario base de un tipo de cambio oficial en $350 y un dólar financiero bajo control hasta las elecciones, particularmente durante la vigencia del dólar soja hasta fin de mes. No descartamos que la presión en el mercado cambiario pueda retornar en octubre, dada la confluencia de una menor oferta del agro, la inflación apreciando el tipo de cambio en términos reales y el apetito de cobertura ante elecciones presidenciales cada vez más cerca. De ser este el caso, creemos que el Gobierno no dudará en utilizar la munición disponible (reservas líquidas en torno a USD 5.000 millones) para intervenir y reducir la volatilidad, inclusive si ello implica que empiecen a aparecer interrogantes sobre el pago al FMI (USD 2.700 millones el próximo mes)”, agrega.
Hasta octubre
La consultora cree que van a mantener el dólar en $350 hasta fin de octubre “con la brecha cambiaria estabilizada en torno a estos niveles, frente a la munición que tiene el Central luego del desembolso del Fondo, para la intervención en el MEP y la oferta del Dólar Soja 4 en el contado con liquidación (CCL). En función de nuestras estimaciones, el tipo de cambio real se apreciaría hacia los niveles del viernes anterior a las PASO hacia mediados de octubre, pero en un entorno de mayor nominalidad”, es decir que apuesta a una suba de la cotización equivalente a los $350 post paso.
La consultora 1816 se pregunta si la devaluación ocurrirá “post-primera vuelta o post balotaje. Hay 4 semanas de diferencia entre una y otra. Si Massa entra en la segunda vuelta pensamos que el gobierno pospondrá cualquier ajuste dado el impacto que hubo con la devaluación anterior y que la decisión del ejecutivo no estará influida por el FMI, dado que la Argentina tiene en su poder todos los DEG que necesita para pagarle.
Si Massa no entra en la segunda vuelta el escenario es más abierto: habría más incentivos en dejarle la devaluación al próximo gobierno, pero no puede descartarse una transición más coordinada. Los dólares futuros descuentan saltos tanto en noviembre como en diciembre”.
La rueda de hoy, tras las tomas de ganancias en bonos y acciones del viernes, promete ser intensa. El Central seguirá interviniendo para controlar a los dólares financieros, pero la vista está puesta en el mercado de futuros.