Se vienen los meses más críticos para las reservas: elecciones y debilidad de exportaciones

El BCRA enfrenta pagos de deuda y salida de depósitos privados que horadan el stock de dólares, en un período de escasos ingresos hasta la próxima liquidación de la cosecha gruesa, segundo trimestre de 2024

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Estacionalmente, los próximos meses son
Estacionalmente, los próximos meses son de más salidas que de entradas de divisas al Banco Central (EFE)

Las reservas internacionales del Banco Central atravesaron un 2023 muy negativo, con una infrecuente caída en la liquidación de exportaciones del agro, que mermaron unos USD 20.000 millones por el impacto de la sequía. A la vez, la crisis económica y las exacerbadas expectativas devaluatorias presionaron a una incesante demanda evidenciada en todas las franjas del mercado cambiario -formales e informales- que se sintió más debido a la debilitada oferta.

El trance más duro para las reservas, no obstante, viene en los próximos seis meses. La entidad monetaria se enfrenta a fuertes pagos de deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI) a la vez que la temporada alta de las exportaciones del agro, que coinciden con el otoño austral, llegará recién en abril. Hasta fin de año el Tesoro afrontará pagos por USD 1.600 millones previstos de otros organismos o prestamistas bilaterales y, una porción menor, de títulos en moneda extranjera, según datos de la de la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC).

En el medio se producirá una histórica transición política, con elecciones presidenciales el 22 de octubre y una eventual segunda vuelta el 19 de noviembre, la jura de un nuevo Presidente el 10 de diciembre e iniciales medidas de shock para evitar un colapso económico que auguran un verano intenso, volátil e incierto en ese frente.

El discurso proselitista de dolarización podría disponer a los inversores a una mayor demanda de dólares en el segmento libre

Las proyecciones sobre el precio del dólar ante una posible unificación cambiaria en el corto plazo quedaron patentes en los contratos de dólar futuro, que llegaron a superar $700 a diciembre próximo, y también en las cotizaciones de dólares alternativos, con un “blue” que rozó $800 a mediados de agosto y un “contado con liquidación” que rompió ese techo en el caso de acciones, Cedear y con bonos en operaciones de contado inmediato.

“El próximo gobierno va a heredar pocas reservas y una importante deuda con importadores y exportadores, hay que tener presente que hasta de marzo de 2024 no ingresan los dólares de la cosecha de granos, comenzando con el maíz de primera y luego con la soja. Es vital que sigan las lluvias para poder sembrar en las próximas semanas maíz de primera”, afirmó el analista Salvador Di Stefano.

“El Banco Central cambio el patrón de comportamiento, hoy el tipo de cambio mayorista aumenta a mayor ritmo que la tasa de inflación, pero por debajo de la tasa de interés de plazo fijo medida como tasa efectiva”, agregó el economista.

Las reservas brutas del BCRA tocaron un piso de USD 23.614 millones el 16 de agosto -el stock más bajo desde el 10 de mayo de 2006-, cuando el dólar libre marcó un récord nominal de $795. Si bien los activos recuperaron el nivel de USD 29.000 millones con la llegada de un nuevo desembolso del FMI el 23 de agosto, desde entonces los activos externos de la entidad monetaria no dejaron de caer.

Además, los dólares que el BCRA compra en el MULC (mercado único y libre de cambios) salen casi en la misma proporción a través de las intervenciones sobre el dólar Bolsa para frenarlo debajo de $700. En agosto, la compra de bonos contra dólares habría alcanzado USD 1.000 millones, frente a adquisiciones netas en el mercado de cambios por USD 1.256 millones. Y en septiembre esta venta indirecta de divisas promedia unos USD 30 millones diarios.

Esos dólares que el BCRA le entrega a inversores privados contra bonos, principalmente el Bonar 2030 (AL30D) en el segmento PPT (Prioridad Precio Tiempo) de ByMA (Bolsas y Mercados Argentinos), y en menor proporción con el Global 2030 (GD30D) en operaciones a 48 horas, se quedan muy poco tiempo en el sistema. Reflejo de lo es la caída por más de USD 500 millones que sufrieron los depósitos en dólares del sector privado en efectivo durante agosto, ahora por debajo de USD 15.000 millones por primera vez en el año.

Esta “fuga” de depósitos impacta en las reservas, pues la mayor parte de ellos se contabiliza como parte de las mismas en concepto de encajes.

Por eso, no sorprendió el anuncio de una quinta etapa del Programa de Incremento Exportador (PIE) y la cuarta para el complejo sojero implementado la última semana, El Gobierno oficializó este martes una nueva versión del dólar soja que tendrá un esquema diferente al que se presentó en anteriores oportunidades, sin un tipo de cambio fijo. La medida fue anunciada a través del Boletín Oficial y estará en vigencia durante todo el mes de septiembre, donde se buscará captar a “aquellos sujetos que hayan exportado en algún momento de los 18 meses inmediatos anteriores”.

Como novedad, el Poder Ejecutivo dispuso que 75% de las divisas deberán ser liquidadas en el Mercado Libre de Cambios, mientras que el restante 25% serán de libre disponibilidad. Eso daría un tipo de cambio de $455, tomando como referencia de ese 25% la cotización del “contado con liqui” de estos días, unos 770 pesos.

Estimaciones del mercado prevén que el nivel de liquidación con el “dólar soja 4″podría alcanzar entre USD 1.500 y USD 2.000 millones, de los cuales una cuarta parte -entre USD 375 y USD 500 millones- no ingresarán al mercado oficial de cambios en virtud de la novedosa implementación de el PIE, sino que lo harán por el circuito bursátil, a un tipo de cambio 100 por ciento más alto, que a la vez va a contribuir a reforzar sensiblemente la oferta y mantener contenido al precio del “liqui”.

“Tras el salto cambiario post PASO, el ‘contado con liquidación’ se disparó hasta casi los $815, pero cedió bastante. Hoy se ve bastante más tranquilo, y no observamos la desesperación de la gente por cubrirse del tipo de cambio. Sin embargo, eso probablemente y más cerca de los comicios, pueda cambiar”, destacó Nicolás Chiesa, director de Portfolio Personal Inversiones.

Los expertos de TSA Bursátil subrayaron que luego de la “victoria de La Libertad Avanza en las PASO, el discurso de dolarización podía disponer a los inversores una mayor demanda hacia los dólares libres”.

Y añadieron que “visto desde una perspectiva histórica, los niveles actuales de tipo de cambio real de los dólares financieros son compatibles con los niveles de pánico observados a mediados de 2022 en el marco de la corrida contra la deuda en pesos y los cambios de ministro, superiores al máximo de salida de la convertibilidad en 2002, por lo que podrían estudiarse estrategias de carry-trade hasta las elecciones generales. Sin embargo, vale la pena tener en cuenta que, el ITCRM (Índice de Tipo de Cambio Real Multilateral) medido en base al MEP y ‘contado con liqui’ ha tocado niveles superiores en los últimos años, como así también la volatilidad imperante en el actual período de transición”.

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