El colapso del yuan: cómo impactará en la Argentina la crisis que afecta a la moneda y a la economía de China

La moneda asiática cayó a su nivel más bajo en los últimos 16 años e impacta las reservas del BCRA y, según una consultora internacional, la caída de las importaciones podría afectar el precio de los commodities

Yuanes chinos

Los muy malos datos económicos de agosto en China, con las exportaciones y el nivel de actividad industrial cayendo, respectivamente, por cuarto y quinto mes consecutivo, luego de la deflación de precios registrada en julio y en medio de los serios problemas del sector de la construcción, que ya llevaron al pedido de quiebra en EEUU de Evergrande, el más grande desarrollador inmobiliario del gigante asiático, hicieron que este jueves el yuan, o renminbi, como es oficialmente conocida la moneda china, cayera a su nivel más bajo de los últimos 16 años

La cotización de la moneda china cayó de modo tal que ahora se necesitan 7,326 yuanes por dólar, más de la cifra a la que se había llegado en los períodos de más estricto confinamiento por la política de “Covid 0″ que aplicó sin éxito el régimen chino y la más alta desde 2007. De este modo, el yuan acumula una depreciación de casi 6% contra la divisa norteamericana en lo que va del año y no se descarta que China amplíe la banda de flotación o desplace el centro de la misma.

Los problemas internos de la economía china y la firmeza de las tasas de interés en EEUU hicieron que el yuan caiga 6% respecto del dólar en lo que va del año REUTERS/Florence Lo/Ilustración/Archivo

El primer impacto en la Argentina es la caída del valor en dólares de las reservas brutas del BCRA, pues la mitad se debe al “canje” de pesos por yuanes con el Banco del Pueblo de China, como es llamado el banco central de la potencia asiática.

Los problemas de la economía china también se manifiestan en la debilidad de sus importaciones, que el mes pasado cayeron 7,3%, después de haber caído un fortísimo 12,4% en julio.

Efecto derrame

Un análisis de la consultora Oxford Economics dijo que los “derrames” de una depresión comercial china podrían ser “sustanciales” para diferentes sectores industriales de sus socios comerciales y afectar incluso el precio de los commodities.

China es el segundo más importante socio comercial de la Argentina, casi a la par del primero, Brasil. En los primeros 7 meses del año, la suma de exportaciones e importaciones argentinas con Brasil fue de USD 11.127 millones y con China, de USD 11.122 millones.

Además, según mostró un reciente informe de la Bolsa de Comercio de Rosario, China es el principal destino de las exportaciones de seis provincias argentinas: Entre Ríos, Chaco, Santiago del Estero, Catamarca, San Luis y La Pampa.

El gigante asiático es, por caso, el principal comprador de carne de la Argentina, al punto de absorber cerca de tres cuartos del volumen de las exportaciones de carne vacuna del país.

Las banderas en el mapa muestra el principal país de destino de las exportaciones argentinas, por provincia. Los números precisan cuánto del total exportado explica cada distritos

Algunos analistas ya hablan del riesgo de “japonización” de la economía china, en referencia al estancamiento y las bajísimas tasas de crecimiento de la economía japonesa luego del pico alcanzado en los 80s del siglo pasado, cuando algunas compras japonesas de alto valor simbólico en Nueva York, como la del Rockefeller Center, produjeron cierta psicosis en el país del norte, reflejada en algunas películas de Hollywood de la época, de que Japón se “comiera” económicamente a EEUU.

Ahora el temor de EEUU es de tipo geoestratégico y se manifiesta en una marcada rivalidad geopolítica entre Washington y Beijing. Una de las más recientes evidencias fue la visita de la secretaria de Comercio de EEUU, Gina Raimondo, que se atrevió a declarar durante su visita que China se había vuelto “uninvestable”, esto es, un país donde los extranjeros no podían o no debían invertir.

Gina Raimondo, la secretaria de Comercio de EEUU, en su reciente visita a Shanghai. La funcionaria dijo que el gigante asiático se había vuelto menos atractivo para invertir REUTERS

Aunque desafiantes, hasta ofensivas para el régimen chino, las palabras de Raimondo parecen describir lo que de hecho ha estado ocurriendo. China llegó a recibir un récord de USD 576.000 millones de inversión financiera del exterior en 2019, pero desde entonces la combinación de ralentización económica, suba de tasas en EEUU y choque estratégico con Washington –agudizado por el temor de una eventual invasión china a Taiwán– llevó a una fortísima reversión. Según Joyce Chang, analista de JP Morgan citada por el Financial Times, cerca de la mitad de unos USD 250.000 a 300.000 millones de inversiones en bonos o acciones chinas se fue del país en los últimos años.

En ese contexto, además, el grupo Brics (por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), en el que el PBI chino duplica al de los demás socios, sumados, acaba de invitar a la Argentina y otros cinco países (Egipto, Etiopía, Irán, Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos) a sumarse a partir de 2024, pero por otra parte Xi Jinping, el presidente de China, no concurrirá a la Cumbre del G20 que se realizará este fin de semana en Nueva Delhi, en la India.

Según la publicación India Times, Xi Jinping no asistirá a la Cumbre del G20 en Nueva Delhi por estar bajo observación del PC Chino

El faltazo de Xi (será la primera vez que un premier chino no asiste a una Cumbre del G20, desde que éstas se iniciaron, en 2008) podría ofender a la India, su gran competidor en Asia y segundo mayor socio del Brics. De hecho, India Today, uno de los medios más influyentes en el país más populoso del mundo, hasta conjeturó que la razón de la inasistencia de Xi Jinping sería que está bajo fuego de la plana mayor del Partido Comunista Chino por su fracaso en resolver la actual crisis económica.

El presidente argentino, Alberto Fernández, será uno de los asistentes a la Cumbre del G20 en la India, donde además hay mucho revuelo por la intención del gobierno de Narendra Modi de cambiar el nombre oficial del país, así como el año pasado también lo hizo Turquía.

India juega en los Brics un rol de equilibrio similar al de Turquía en la OTAN. En Ankara, la capital turca, el presidente Recep Tayip Erdogan, tras ser reelecto en mayo a caballo de una campaña populista, designó nuevo ministro de Finanzas y presidente del Banco Central, abjuró de su anterior postura de mantener bajas las tasas de interés, que desde entonces subieron del 8,5 al 25%, y esta semana hizo público un programa de 78 páginas para reducir la inflación a un dígito anual en 2026.

El líder turco consideró el 65% en que cerraría la inflación 2023 una tasa muy alta, incluso para los estándares de Turquía, que ha tenido crisis y cambios de rumbo de política económica muy numerosos y de llamativa sincronicidad con los acontecimientos en la Argentina.