Entre 2000 y 2022 las exportaciones de Latinoamérica crecieron 318,2%, mientras que en ese periodo las argentinas lo hicieron en 238,7%, según afirma un informe elaborado por el especialista en negocios internacionales, Marcelo Elizondo. “La diferencia muestra una menor velocidad de expansión del sector exportador local en relación con el subcontinente, que además, no es precisamente una región de alto desarrollo competitivo”, explicó el especialista.
La brecha se reflejó en una caída de la participación argentina en el comercio exterior de la región. En el inicio del corriente siglo (año 2000) nuestro país exportó 26.434 millones de dólares en bienes, lo que representaba 7,26% de todas las exportaciones de Latinoamérica. En 2022, año con récord histórico nominal medido en dólares, Argentina exportó 88.446 millones de dólares, lo que representó un 5,88% del total de la región.
Esta situación exhibe los serios problemas de competitividad de nuestra economía y queda a la vista cuando se hace una comparación directa con la evolución directa de otros países. Según los datos relevados por el economista, en el año 2000, Brasil exportaba más que Argentina, pero no llegaba a duplicar la cifra de nuestro país, mientras que en 2022 exportó 343.796 millones de dólares, lo que supone más que el triple.
En otros casos se dio “vuelta la torta”. En 2000, Chile exportaba poco más que la mitad de Argentina, mientras en 2022 exportó 13% más que los exportadores de nuestro país. En el 2000, México exportaba 344% más que Argentina y en 2022 lo hizo en una cifra 563% mayor que la Argentina.
El retraso de nuestro país en el sector externo incide en mucho más que en las estadísticas. Si las exportaciones argentinas hubiesen crecido en el periodo 2000 – 2022 en un porcentaje similar al latinoamericano, en 2022, Argentina hubiese exportado 109.204 millones de dólares. Por tanto, hubieran ingresado al país 20.754 millones de dólares más de los que entraron.
“Si se hiciera la comparación ya con los resultados (proyectados) de 2023, la cifra empeoraría gravemente la performance evolutiva comparada argentina debido a la caída esperable (más de 20%) de las exportaciones argentinas en 2023. Aunque -dadas las excepcionales circunstancias (climáticas especialmente, considerando que afectan a la producción agropecuaria, que representa 65% del total exportado por nuestra economía)- el año 2023 no es un año válido para efectuar comparaciones que marquen una tendencia en un ciclo más largo”, sostuvo Elizondo.
En desventaja
Más allá de los ejemplos mencionados de Brasil, Chile y México, la diferencia de Argentina con el resto de la región es notable. Tal es así, que si se compara la evolución porcentual de las exportaciones de los países de Sudamérica (entre 2000 y 2022) se constata que en el periodo transcurrido Argentina fue el país con peor performance comparada país por país en la evolución de sus exportaciones, después de Venezuela, que es el único en el que las exportaciones descendieron en el período analizado.
En términos porcentuales, el país que más creció en lo que va del siglo XXI es Bolivia, con una mejora de sus exportaciones del 1.088,60%. Le siguieron Perú (1.001,50%) y Uruguay (707,5%).
También mejoraron mucho más que Argentina las exportaciones de Ecuador (608,5%), Paraguay (529,9%) y Honduras (501,9%), entre otros países.
Cómo “torcer” la historia
Para los especialistas existen dos grandes problemas para el sector exportador argentino: la baja competitividad y la falta de acuerdos comerciales internacionales. Hay muchos reclamos en ese sentido y muchos proyectos diferentes que proponen medidas para dar vuelta la historia, pero lo cierto es que hoy la situación económica da poco margen de maniobra.
Para Marcelo Elizondo, la recuperación del ritmo de crecimiento de las exportaciones demandará un trabajo de varias décadas, en las que se deberá imponer un marco integral económica, política y social renovada.
“Se deben garantizar por largos periodos la vigencia de instituciones que aseguren derechos subjetivos y se tienen que recuperar los equilibrios macroeconómicos,que mejoren el funcionamiento de los distintos eslabones de la inversión, el trabajo, la producción y la comercialización”, comentó el analista internacional.
Asimismo, Elizondo remarcó que Argentina debe mejorar su capacidad logística integral y actualizar gradualmente un entorno regulativo para que sea más “amigable y flexible” para acompañar la innovación productiva. También, por supuesto, indicó que se debe generar una nueva arquitectura internacional, con nuevos tratados económicos y comerciales de integración recíproca.