El Índice de Precios al Consumidor de la Ciudad de Buenos Aires (IPCBA) medido por la Dirección General de Estadística y Censos, registró un incremento del 10,8% (en julio había sido del 7,3%). Se trata del dato mensual más alto desde 2011, cuando la Ciudad de Buenos Aires comenzó a medir la inflación.
Hubo una influencia fuerte de la devaluación adoptada por el gobierno nacional, que se trasladará también este mes y que el Ministerio de Economía busca compensar con el congelamiento de varios productos y servicios.
De este modo, “durante el corriente año, el índice acumuló una variación anual del 79,8%, en tanto que la trayectoria interanual se ubicó en 127,3%”, indicó el organismo que conduce José Donati.
El mes pasado, “la variación del IPCBA respondió fundamentalmente a las subas en las siguientes divisiones: Vivienda, agua, electricidad y gas, Alimentos y bebidas no alcohólicas, Restaurantes y hoteles, Salud y Transporte, que en conjunto explicaron el 69,8% del alza del Nivel General”.
En particular, el rubro “Vivienda, agua, electricidad y gas aumentó 13,8% al impactar principalmente los ajustes en los precios de los alquileres, la tarifa residencial del servicio de suministro de agua y los incrementos en los valores de los gastos comunes por la vivienda. Este ítem registró una variación interanual del 163,2%”.
En tanto, “Alimentos y bebidas no alcohólicas promedió una suba de 12,5%. Al interior de la división, el principal impulso provino de Carnes y derivados (19,2%). Le siguieron en importancia, Pan y cereales (10,4%), Verduras, tubérculos y legumbres (15,9%) y Leche, productos lácteos y huevos (7,7%). Este ítem registró una variación interanual del 130,3%”.
“Restaurantes y hoteles promedió una suba de 8,3% como resultado de los incrementos en los precios de los alimentos preparados en restaurantes, bares y casas de comida. Este ítem registró una variación interanual del 144%”, se detalló.
“Salud aumentó 10,8% por ajustes en las cuotas de medicina prepaga y en los valores de los medicamentos. Este ítem registró una variación interanual del 103,7%”, precisó.
“Transporte registró un incremento de 9,2%, debido a los incrementos en los precios de los automóviles y de los combustibles y lubricantes para vehículos de uso del hogar. Este ítem registró una variación interanual del 109,8%”, indicó.
Entre las mediciones privadas, C&T detalló que la suba de precios fue del “11% de inflación mensual en agosto, superó el máximo anterior de abril 2002 e igualó la del mes previo a la convertibilidad”.
De acuerdo con el relevamiento de precios minoristas de C&T para la región GBA, “en agosto hubo un aumento mensual promedio de 11%, lo que implicó un alza de 131% en doce meses. Así, la variación mensual superó el pico previo de 10,4% en abril de 2002, inmediatamente luego de la salida de la Convertibilidad, e igualó la de marzo de 1991, el mes previo al arranque de dicho programa. Debe notarse que agosto es un mes favorable desde el punto de vista estacional, ya que la inflación suele moderarse luego del pico que tiene en julio por el turismo”.
En tanto, ECO GO de Marina Dal Poggetto informó una suba de los precios del 11,5% el mes pasado, del 80% desde enero y del 128% en los últimos 12 meses. En particular, los alimentos y bebidas subieron 12,7% en agosto y 131,9% el último año.
Por su parte, Ecolatina dijo que “luego de una moderación transitoria en junio y julio, la inflación volvió a trepar durante la primera quincena de agosto y se aceleró notablemente en la segunda parte del mes, ubicando a nuestro IPC GBA Ecolatina por encima del 11% en el mes”.
“El resultado de las PASO implicó un shock, que, en combinación con un elevado pass-through del salto del tipo de cambio oficial el día posterior y la incertidumbre que trajo aparejada el escenario alternativo resultaron en un nuevo salto inflacionario”, explicó.
“Hacia adelante, esperamos que la nominalidad se mantenga elevada e inestable frente a la fragilidad macroeconómica, la ausencia de anclas y la incertidumbre electoral, con una inflación que cerraría 2023 con un piso del 160%”.
“En julio y junio, la inflación se había moderado a la zona del 6% mensual, por debajo de las expectativas del mercado y con Alimentos corriendo por debajo del Nivel General, dejando atrás los peores impactos de la sequía sobre el precio de ciertos alimentos frescos”.
La inflación porteña se mide desde 2011, cuatro años después del inicio de la distorsión de las estadísticas del Indec, que duró hasta fines del 2015 durante el kirchnerismo. El miércoles 13 de septiembre se conocerá el dato oficial del Indec del mes pasado; el FMI anticipó que el dato rondaría el 10% el mes pasado y el 25% acumulado con septiembre.
El cuadro de alta inflación se completa con una recesión esperada del 3%-3,5% aproximadamente, según las estimaciones de la Cepal, el FMI y las consultoras privadas.