Desde la Cámara Argentina de Internet (Cabase) advirtieron que las restricciones para acceder a los dólares para importar están limitando la operatividad de las empresas. Según explicaron, ya no pueden pagar las licencias de software y también ponen en riesgo a la actividad del sector.
Ariel Graizer, presidente de Cabase, aseguró que desde el mes de abril ya no se están aprobando Sirase (Sistema de Importaciones de la República Argentina), lo que impide que las empresas locales le paguen a los proveedores de software por sus permisos de uso. “Hay servicios que están cortados y otros que se van a cortar por falta de pagos al extranjero y las negociaciones son muy complejos con los proveedores”, explicó a Infobae.
El escenario es similar con el Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA), al cual las empresas deben recurrir para solicitar permiso de importación de equipamiento. “Algunos equipos están entrando con pagos a 180 y 360 días. Los proveedores que le están vendiendo a los ISP (proveedores de servicios de internet), les están haciendo firmar una nota, porque no saben a qué dólar van a terminar pagando el equipamiento, con la posibilidad de que haya una nota de débito por diferencia de cambio”, sostuvo Graizer.
Cabase ya había alertado sobre lo que las trabas cambiarias está provocando en sus empresas. “La imposibilidad de acceso a divisas para el pago de servicios esenciales y adquisición de equipamiento necesario para el mantenimiento en funcionamiento de las redes, sumado al DNU 377/2023 que amplió el alcance del impuesto PAIS y la abrupta devaluación del tipo de cambio oficial de mediados de agosto, que dispararon los costos para una industria como la de las telecomunicaciones e Internet, que depende de insumos y servicios del exterior, son los ingredientes más recientes de un combo que hace imposible la subsistencia económica de pymes y cooperativas del sector”, explicó en un comunicado.
Esta situación, aseguraron desde Cabase, ya está empezando a “generar una degradación de los servicios de Internet en el país” y es inminente el impacto en el acceso a servicios y aplicaciones que proveen contenido vital para la economía de Argentina. “Hemos alertado de este riesgo, a través de una nota formal a las autoridades con injerencia en el área (por el Enacom), atento a que consideramos urgente y prioritario poder buscar un camino de solución que impida llegar a consecuencias irreversibles”, remarcaron.
Las trabas financieras
Aunque en teoría hay varios caminos que se pueden tomar para pagar a una empresa del exterior, en este caso a las proveedoras de software, la mayoría están cerrados para las empresas locales.
El experto en impuestos Sebastián Domínguez recordó que las Sirase son un paso inevitable para poder girar dinero al exterior. “No importa si son pesos para comprar los dólares o son tus propios dólares. No podés hacerlo si no tenés los Sirase aprobados”, explicó.
A partir de ahí, aclaró, se dan dos situaciones diferentes. Por un lado, hay empresas que no están habilitadas para pedir la Sirase porque se les asignó una Capacidad Económica Financiera (CEF) de “un peso” -valor simbólico de cero. Otras empresas, en cambio, sí pueden pedir las Sirase, pero prácticamente no hay casos en los que se aprueben giros para el pago de licencias de software.
Como alternativa, Domínguez indicó que se pueden pagar las licencias con tarjeta de crédito, pero eso sólo es viable cuando se trata de montos muy chicos, como para servicios personales. “Cuando se trata de empresas, que tienen que pagar por ejemplo USD 10.000, no tienen esas alternativas. Las empresas del exterior están pidiendo a las firmas argentinas que paguen con tarjetas en el exterior o les transfieran desde cuentas en que tengan funcionando fuera del país. Además, les exigen tener cuenta corriente y muchos no la tienen”, detalló el especialista a este medio.
“Otra alternativa es comprar Contado con Liquidación (CCL). Así a las empresas se les acreditan dólares afuera y pueden pagar. El problema en ese caso, es que después quedan inhabilitadas para acceder al mercado de cambios por los 90 días, o hasta 180, si lo hacen con legislación extranjera”, apuntó.
Domínguez reveló que muchas empresas proveedoras de software estaban esperando a que la situación económica de la Argentina mejorara, por lo que permitían ciertos atrasos en los pagos de licencias y algunas otras excepciones, pero eso se terminó. “Microsoft, por ejemplo, limitó las licencias, porque no hay panorama de que esto cambie de acá al cambio de gobierno”, explicó.