El panorama político y económico se tensó al promediar el año y, en ese contexto, la demanda de dólares tomó mayor velocidad con la llegada de las elecciones. La compra de divisas como cobertura siempre es un hábito al que apelan los argentinos cuando se vienen cambios de Gobierno. El 2023 no fue excepción, más si se considera la precaria estabilidad de la economía, en un trance crítico de inflación creciente y mínimas reservas en el Banco Central.
El dólar libre emprendió una carrera alcista que arrancó el 24 de julio. El Gobierno oficializó en la madrugada de aquel lunes parte de las medidas cambiarias acordadas con el Fondo Monetario Internacional (FMI), a días de que se firme un entendimiento a nivel de staff que liberaría un muy necesario desembolso para las alicaídas reservas internacionales del Banco Central. Entre ellas, se dispuso el incremento en diez puntos porcentuales de la percepción a cuenta de Ganancias que produjo un aumento de casi 30 pesos en el precio del dólar minorista -”ahorro” o “solidario”- que se traspasó de inmediato al “blue”.
Luego, en agosto, la divisa escaló sin pausa y se disparó a partir del 14 de agosto, cuando el Banco Central dejó correr al tipo de cambio oficial un 22,8% en un solo día, para fijarlo en el andarivel de los 350 pesos después de las PASO. El dólar libre, que había cerrado julio a 550 pesos, tocó un récord intradiario de $795 el 16 de agosto.
Este miércoles el dólar libre se asentó en los 720 pesos, después de retroceder en cinco de las últimas seis ruedas operativas. ¿Cuál es el motivo de esa caída?
1) “Overshooting”. La reaparición de la oferta luego de que la divisa rozara los $800 –de hecho llegó a ese umbral de precios en ciudades del interior del país– era de esperar ante la súbita ganancia de unos 200 pesos o más de 30% por dólar en los días posteriores a las PASO. Es lo que se llama “overshooting” o sobrerreacción de la divisa, un salto desmedido que tiende a corregir con el tiempo, para quedar estabilizado en un nivel superior al inicial.
2) Acuerdo con el FMI. La recalibración de las metas del acuerdo vigente con el Fondo Monetario Internacional (FMI) mejoró las expectativas de los agentes del mercado, pues el desembolso por USD 7.500 millones equivalentes en DEG (Derechos Especiales de Giro) garantizó la transición financiera hasta las elecciones. Hay que subrayar que el récord del “blue” coincidió con el piso del año para las reservas brutas de USD 23.614 millones el 16 de agosto, el stock más bajo desde el 10 de mayo de 2006.
La mejora de las reservas, que recuperaron el nivel de USD 29.000 millones el 23 de agosto, coincidió a su vez con la descompresión de los precios tanto en el mercado libre como para las paridades bursátiles y en los contratos de dólar futuro en ROFEX.
3) Intervención indirecta el BCRA. La entidad monetaria inyecta dólares a través del mercado secundario de bonos, al tipo de cambio MEP o dólar Bolsa. El Central compra bonos en dólares y a cambio le entrega a los privados divisas en efectivo. La intervención se concentra en el dólar MEP transado a través del Bonar 2030 (AL30D) y en menor proporción con el Global 2030 (GD30D) en el segmento PPT (Prioridad Precio Tiempo) de la Bolsa porteña en operaciones a 48 horas.
El dólar libre, a $720, retrocedió casi 10% desde su récord de $795 alcanzado tres semanas atrás
Según estimaciones privadas, el BCRA se desprendió en agosto de unos USD 1.000 millones por sus operaciones en dólar MEP, frente a compras netas en el MULC por 1.256 millones. Esta provisión de divisas tiene el doble objetivo de mantener frenada a la cotización del dólar Bolsa debajo de los $700 y también de influir sobre el precio de la cotización libre, por las operaciones de arbitraje que surgen de la brecha entre ambos.
4) Nuevo “dólar soja”. Durante septiembre estará vigente la quinta etapa del Programa de Incremento Exportador (PIE), enfocada nuevamente en las liquidaciones de soja y derivados industriales.
“En caso de mantenerse la aceleración en el ritmo de intervención en MEP de las últimas dos jornadas -a USD 31 millones el lunes y USD 38 millones el martes-, el BCRA necesitará adquirir una mayor cantidad de dólares en el PIE 4 para contener a los financieros a costa de mantener las restricciones sobre los importadores, resintiendo la actividad”, indicaron los analistas de Portfolio Personal Inversiones.
“Según nuestro escenario base, el Banco Central podría comprar alrededor de USD 700 millones -USD 1.900 millones por el 75% liquidado en el MULC- si adquiere cerca del 50% de lo liquidado como sucedió en el ‘dólar agro’. Si el ritmo de intervención en MEP persiste en USD 38 millones, las compras del dólar ‘soja’ 4 le permitirían al BCRA salir neutro en las próximas 19 ruedas -hasta el 2 de octubre-, volviendo a la pérdida neta de reservas en la antesala de las Generales, tal como ocurrió en las PASO”, añadieron desde Portfolio Personal.
“En los próximos 90 días, con tipo de cambio fijo en $350, plazo fijo por debajo de la expectativa de inflación y tasa de devaluación futura, bonos en pesos a tasa negativa, ya sean actualizados por inflación, por dólar mayorista o duales, todo nos indica que los caminos están orientados a una suba en el precio de los dólares alternativos”, evaluó el analista y asesor de negocios Salvador Di Stéfano.
“En busca de poder reforzar las compras del BCRA para compensar las cotidianas intervenciones, y así evitar mayores presiones sobre las reservas, es que se estaría desempolvando un nuevo ‘dólar soja’ con incentivos pero que aún así habrá que evaluar la respuesta del campo en el actual complejo escenario. Luego de la retracción de las últimas ruedas, los dólares financieros y libre se presentan relativamente más estables, aunque no deberían en el actual contexto contar con demasiado espacio para seguir desinflándose ante la constante dolarización por la elevada incertidumbre y nominalidad”, aportó el economista Gustavo Ber.