Desde que se sancionó la Ley de Alquileres y entró en vigencia, en julio de 2020, la oferta descendió a niveles mínimos y los precios no paran de subir.
Sólo en la Ciudad de Buenos Aires se acentúa la escasez de viviendas al compararse con hace 5 años (antes de que entrara en vigencia la actual normativa que ahora se encuentra en revisión en el Senado nacional).
En 2018, en la Ciudad de Buenos Aires, de 1.000 propiedades que se publicaban, unas 144 (14,4%) eran en locación y 856 (85,6%) en venta. Actualmente, sólo 6, 0,6%, están en alquiler.
Así lo confirmó a Infobae un nuevo análisis del Observatorio del Mercado Inmobiliario del Colegio Profesional Inmobiliario (CPI) porteño.
“Estos números muestran la realidad del estado al que la actual Ley llevó al mercado. Desde el colegio siempre advertimos que la pérdida del stock (que sigue profundizándose mes a mes) era la consecuencia lógica de la norma, situación que se agravó a la par del grave contexto económico. Y, de no mediar una solución urgente con respecto a la modificación de la ley, nos encaminamos a una realidad en la que el porcentaje de viviendas en alquiler sea, literalmente, cero”, dijo a Infobae Marta Liotto, presidenta del CPI porteño.
El problema de los precios
El informe también confirmó el fuerte incremento que se registró en los valores en los últimos tiempos.
Alejandro Braña, analista del segmento y miembro del CPI, recordó que “hasta la sanción de la ley, los alquileres acompañaban la inflación e incluso se escalonaban por debajo de la misma. En 2019, por ejemplo, el último año en que los alquileres se rigieron por las normas del Código Civil y Comercial de la Nación, subían un 30% anual (en algunos casos se desdoblaba un 15% semestral y en otros se aplicaba directo el 30% anual), cuando la inflación en el último año del gobierno de Mauricio Macri ya había llegado al 55% interanual”.
Desde mediados de 2020, la curva no se detuvo y se observa un pico histórico en los valores.
“Da escalofríos comparar los valores de los alquileres entre 2018 y 2023. Tomamos un departamento usado de 2 ambientes de 40 m2 en una zona media de CABA, como el barrio de Almagro. En 2018, ese departamento tenía un valor de alquiler de $9.000 mensuales, mientras que hoy puede llegar a $200.000”, añadió Braña.
Otros ejemplos
En Villa Lugano, en el barrio Cardenal Samoré, un departamento de 3 ambientes con balcón, recientemente se renegoció. Se había alquilado hace 3 años, en agosto 2020, en $17.000 y esta semana se suscribió un nuevo contrato por $130.000. “Ese alquiler se multiplicó por 8 en 36 meses, acumulando una suba del 665%″, detalló Braña.
En Puerto Madero, en el complejo Torres del Yacht, un departamento de 2 ambientes con cochera, se alquiló en agosto 2022 por $150.000 que representaban en aquel momento unos USD 530, un año después el valor de un nuevo contrato se realizó en USD 850 ($476.000) por mes. Aquí se registra una suba del 217% en pesos en un año y del 60% en dólares.
En Bahía Blanca y Avenida Álvarez Jonte, un departamento de 2 ambientes con balcón se alquiló en agosto 2022 en $60.000 mensuales. El inquilino rescindió el contrato a los 11 meses porque la empresa multinacional en la que trabaja lo envió a Berlín, Alemania. Se volvió a alquilar en Agosto último en $160.000 a un nuevo inquilino, lo que representa un ajuste en el valor en algo menos del 167% interanual.
Un departamento de 3 ambientes en Avenida Triunvirato y La Pampa, en Villa Urquiza, se alquiló en octubre 2022 en $80.000; los inquilinos rescindieron el contrato a los 6 meses y se volvió a alquilar a partir de mayo 2023 en $129.000, un 61% de ajuste en apenas 7 meses al producirse un cambio de inquilino.
El valor del alquiler en CABA se multiplicó por 20 veces en apenas 5 años
Mientras que un departamento tipo casa de 3 ambientes en Villa Lugano, en planta baja, sin expensas, se alquiló en $40.000 en agosto 2021 y ahora en agosto último al vencerse el contrato, se hizo uno nuevo por la suma de $160.000 mensuales, por lo cual, el valor se multiplicó por 4 en 2 años sufriendo un ajuste del 300% en ese período de 24 meses.
Reclamos al Senado
Frente a este panorama, el sector reclama a los legisladores porque sostienen que siguen peleándose sin resolver nada de esta situación, que claramente no hubiera existido si hubiesen escuchado las advertencias del sector inmobiliario desde comienzos de 2016.
“La única solución posible consiste en generar un shock de oferta en el mercado, y eso solo será posible si se concretan los cambios en la norma, que son los que se encuentran plasmados en el proyecto que recibió media sanción de la Cámara de Diputados: el retorno a los contratos de dos años y la posibilidad de un acuerdo entre partes para determinar los plazos y formas de actualización del valor, así como la puesta en práctica de beneficios fiscales e impositivos para los propietarios que pongan sus unidades en alquiler”, concluyó Liotto.