El Gobierno anunció un acuerdo con las automotrices para incluir algunos modelos en el programa de Precios justos y congelar sus precios por 60 días, como informó Infobae.
Así, la crisis que había surgido entre las empresas automotrices y el gobierno parece empezar a resolverse. Este martes se supo que inicialmente fueron cuatro fabricantes los que habían firmado el acuerdo para entrar con un modelo determinado al programa de “Precios Justos” propuesto por el Ministerio de Economía. Con el correr de la tarde, se confirmaron los acuerdos con el resto de las compañías, lo que debería destrabar la publicación del impuesto a los autos de lujo, y de las listas de precios de cada marca correspondiente a septiembre.
Los primeros cuatro fueron Toyota, Volkswagen, Nissan y Ford. A partir de esos acuerdos, la Secretaría de Comercio oficializó la situación mencionándolos especialmente a través de una comunicación oficial emitida al mediodía. Horas más tarde, Renault, General Motors y Stellantis, suscribieron el acuerdo también, por el cual todos tendrán un modelo bajo el programa que congelaría el precio por septiembre y octubre.
No fue casual que las primeras fueran cuatro marcas que producen localmente pick-ups, ya que sobre ese tipo de vehículos sí se habían podido actualizar los precios vigentes para septiembre. La razón está dada en que al pertenecer al segmento de los utilitarios o comerciales, las camionetas no pagan el impuesto interno conocido como a los autos de lujo, lo que les permite a sus fabricantes, pautar sus precios sin necesidad de esperar a que la AFIP publique el esperado nuevo tope que debería estar vigente desde el 1 de septiembre.
Aunque oficialmente no se ha emitido comunicación alguna, los modelos que esas cuatro marcas pondrían en “Precios Justos” serían Ford Ranger, Nissan Frontier, Volkswagen Amarok, y Toyota Hilux, todos con una versión de acceso de tracción simple. Aunque podría haber sorpresas en las últimas dos marcas, porque podrían intentar que se haga con los brasileños Yaris y Polo Track respectivamente.
“Todavía hay mucha letra chica para estudiar. Los departamentos de legales de las marcas están trabajando contra reloj en temas como ese y otros que incluyen logística y condiciones de venta y asignación de unidades a los concesionarios”, explicaron desde una terminal automotriz.
En uno de los párrafos de la comunicación oficial emitida por el Ministerio de Economía al mediodía, se dice que los acuerdos “se lograron a partir de un esfuerzo compartido con el Estado y con el objetivo de cuidar la producción nacional y sostener el consumo”. Esta frase ha sido interpretada en la mayoría de los casos como un indicador del origen de los autos que entren al programa del gobierno.
“El objetivo del programa es que cada empresa ponga un producto de fabricación nacional dentro de ‘Precios Justos’, hay algunas marcas que tienen varias opciones, otras no, sólo una o dos”, dijo un ejecutivo de una de las empresas que suscribió el convenio durante la tarde del martes.
Sin embargo, otros fabricantes estarían proponiendo congelar el precio con un modelo importado de Brasil, lo cual requerirá que se aprueben las SIRA que los tienen frenados en Zárate hace 65 días.
Este es el caso de General Motors. Debido a que las camionetas Chevrolet que vende son la mediana S10 y la compacta Montana, y ambas se fabrican en Brasil, inicialmente se pensaba que la empresa optaría por una versión de acceso del SUV Tracker, producto que sale de la planta de Alvear, Santa Fe. Sin embargo, por esas mismas cuestiones de letra chica del acuerdo, todo parece indicar que será la nueva pick-up compacta Montana la que entre a “Precios Justos”.
Renault, por su lado, es la fábrica que más opciones tiene para elegir un modelo en el programa de “Precios Justos”. En Santa Isabel se producen varios modelos. La pick-up Alaskan y el comercial utilitario Kangoo eran los naturalmente tenían mayores posibilidades de entrar al programa del gobierno, y finalmente será la camioneta la elegida, en una versión 4x2, como la mayoría de los que eligieron pick-up medianas.
Stellantis tiene que decidir su estrategia con otros objetivos ya que no fabrica camionetas y tiene dos utilitarios. Las opciones para asignar un producto en “Precios Justos” puede ser una versión del Peugeot 208 y del Fiat Cronos en esas marcas, o una política de utilitarios completa, con Peugeot Partner, Fiat Toro y Citroën Berlingo.
Así dadas las cosas, con todos los fabricantes dentro del programa del gobierno, ahora sí se debería conocer el tope para el impuesto a los autos de lujo correspondiente a septiembre, octubre y noviembre. En el cálculo previo, ese monto debería estar cercano a los 10,5 millones de pesos para no entrar en la escala 1, y de 19,5 millones para no saltar a la escala 2.
Como se esperaba, este acuerdo con el Gobierno liberaría la publicación de las listas de precios. El efecto se puede apreciar al conocer que en las primeras comunicaciones internas entre fábricas y concesionarias que ya empiezan a aparecer, los aumentos de septiembre están entre el 12% y el 15%. En casos puntuales, a la espera del nuevo tope del impuesto a los autos de lujo que está pendiente de publicación, otras marcas hay enviado listas provisorias de precios con un aumento a determinar según el tope del impuesto.
La otra noticia que se debería producir en las próximas horas es la de las liberaciones de importaciones, especialmente porque los que colocaron productos producidos en Brasil, necesitan las esperadas SIRAS para nacionalizar los vehículos que están retenidos en el Puerto de Zárate desde hace 65 días y que estarán en “Precios Justos”.