Por la alta inflación, creció la brecha salarial entre los trabajadores formales: causas y efectos

¿Crisis, qué crisis?: la aceleración de la inflación genera una “brecha de la brecha” en el mercado laboral, con diferencias de ingresos cada vez más sustanciales entre los trabajadores formales.

Un informe de la consultora Analytica distribuido entre sus clientes afirmó que esta creciente heterogeneidad complicará una solución para el problema de los ingresos mientras el próximo gobierno encara el programa de estabilización que requiere el país.

Aunque la vocera presidencial Gabriela Cerruti repita en forma de loop la mejora en ciertos indicadores, la consultora fundada por Ricardo Delgado sostuvo que “la aceleración de los precios está generando una nueva brecha en el mercado de trabajo, ahora entre los trabajadores del propio sector registrado”. La inflación llegó al 113% en el último año, pero las consultora estiman que podría llegar a un rango del 180-200 por ciento en diciembre; será el segundo índice más alto de América Latina y el tercero más alto del mundo después de Venezuela y El Líbano.

El informe, dirigido por Claudio Caprarulo, detectó que “en los últimos días, distintos sindicatos nacionales exigieron la reapertura de paritarias y el acortamiento de los plazos de renegociación. Por caso, Camioneros acaba de adelantar dos meses la discusión salarial y cerró un aumento de 61% a 6 meses, camino que seguramente replicarán otros gremios y que pone presión sobre la inflación”.

— ¿Cómo influye el bono ordenado por el Gobierno en este panorama?

— Los bonos de suma fija son progresivos porque impactan más en aquellos que tienen remuneraciones más bajas, algo que se ve reforzado en tanto quienes cobran desde $400.000 netos en adelante no lo van a cobrar. De todas formas, resta ver su impacto en los salarios durante el año porque si bien no es claro se tomaría a cuenta de paritarias-contó el experto a Infobae.

“La dualidad del mercado de trabajo en la Argentina se expresa en un universo prácticamente sin cambios desde hace más de una década, en la que los trabajadores registrados -6,2 millones de personas con aportes jubilatorios y seguridad social- están estancados”, destacó.

Este grupo está “cada vez más alejado del sector informal, en el que 3,6 millones de individuos se desempeñan sin protección alguna (empleados en relación de dependencia no formalizados, que no realizan aportes)”.

“Este conjunto laboral creció en la última década al calor de una economía estancada y con dificultades para generar puestos de trabajo de calidad. Como es obvio, la dualidad se traduce en una brecha cada vez más amplia entre los salarios de unos y otros, que se suma a las conocidas dificultades de los asalariados informales para acceder a la vivienda y al crédito”, afirmó.

Desde la crisis del 2018, que marcó el regreso del país a un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) en el gobierno de Mauricio Macri, “todo el panorama laboral se complejizó, dada la aceleración inflacionaria y los cambios en los precios relativos entre bienes de primera necesidad, tarifas de servicios públicos y tipo de cambio”.

“Entre marzo de 2018 y febrero de 2023 (último dato disponible para salarios no registrados), el ingreso real de los trabajadores formales cayó 16,8%, mientras que el de los informales lo hizo en 27,1%. Esto hizo que la brecha de ingresos de ambas categorías se ampliara 17,3% en el período”, avanzó el informe.

Este dato ratifica que “la caída de los ingresos reales de los no registrados fue superior a la de los registrados en los últimos cinco años. Sin embargo, la aceleración de los precios está generando una nueva brecha en el mercado de trabajo, ahora entre los trabajadores del propio sector registrado”, se observó en el estudio privado.

“Las devaluaciones de 2018 y 2019 provocaron un salto en la dispersión salarial de los trabajadores del sector formal, un fenómeno que se repitió a la salida de la pandemia, entre el tercer trimestre de 2020 y el segundo trimestre de 2021, y que volvió a hacerlo con la aceleración inflacionaria en 2022″, recordó Analytica.

“La velocidad de aumento de los precios en los últimos años deja en evidencia el dispar poder de negociación de los gremios, con sorpresas entre ganadores y perdedores”, aclaró el informe.

Al analizar a los trabajadores protegidos por sector entre bienes y servicios, precisó que el primero “perdió 10,5% de poder de compra, en tanto los salarios del sector servicios cayeron 16,4 por ciento”.

“Dentro del sector productivo, las mayores caídas estuvieron en rubros como los trabajadores rurales 28,3%, de producción de Alimentos 21,4% y de Plásticos 21%, con retrocesos algo inferiores en la Construcción 10,6%, Químicos 12% y Mineros 7,1%. Sólo Textiles (-1,1%) y Metalmecánica (+1,9%) se mantuvieron a flote entre marzo de 2018 y julio de 2023″, destacó Analytica.

En el caso de los servicios, agregó, “sorprende la caída de los trabajadores Camioneros en 26%, seguido de lejos por los rubros de Comercio 14,1% y Gastronómicos 13,9%. Sólo los trabajadores Bancarios (0,4%) y de Encargados de edificios (5,9%) han mejorado sus ingresos respecto de la inflación entre marzo de 2018 y julio de 2023″.

De todos modos, Analytica resalta que “la dispersión salarial dentro del sector servicios es mucho más pronunciada que en el productivo. Esto se debe al retroceso de gremios con gran cantidad de afiliados, como Comercio y Camioneros, respecto de otros con menos afiliados, como Encargados de edificios o Bancarios”.

De esta manera, “la inflación no sólo profundiza la brecha entre trabajadores protegidos y desprotegidos, sino que genera una puja dentro de los primeros. Es decir, la aceleración de los precios crea una nueva brecha entre los que cuentan con protección laboral”.

“El único activo que tiene para mostrar la actual conducción económica es el desempleo en mínimos históricos que, según el informe del primer trimestre de Indec, muestra una tasa de desocupación que bajó del 8,9% al 6,9% del cuarto trimestre de 2019 y el primero de 2023″, se afirmó.

“Claramente, estas serán las últimas cifras positivas, dada la actual tendencia recesiva de la actividad económica. En detalle, vemos que en este período se crearon de forma neta unos 359.027 empleos en el sector privado registrado (sin estacionalidad)”, anticipa el informe de Analytica.

Esta mejora se da en el contexto de la caída del salario privado -en particular de los trabajadores informales- frente a la inflación y al aumento de la pobreza que prevén los expertos para este año. La UTDT estimó que en el primer semestre llegó al 42%.

En términos provinciales, “analizado por provincias, advertimos incrementos superiores al 10% al que tenían en diciembre de 2019 para los casos de Rio Negro, Santiago del Estero, La Pampa, Formosa, Chaco, Neuquén y La Rioja. En los casos de Tierra del Fuego y Catamarca tuvieron incrementos de más de 20% y de casi 40%”, respectivamente, completa el estudio privado.

De todas maneras, “la creación de puestos de trabajo privados esconde que, como el Gobierno no supo controlar la inflación en estos años, el mercado formal hoy es mucho más heterogéneo que el de 2019, por lo que será muy difícil la coordinación entre paritarias y un plan de estabilización en un futuro”.

“La necesidad de acomodar los precios relativos y estabilizar las variables macro requerirá de medidas que, sin duda, acentuarán la puja distributiva”, advirtió Analytica.

“La heterogeneidad salarial complejiza la implementación de un plan de estabilización. Quien lo lleve adelante deberá equilibrar una multiplicidad de demandas salariales, no todos perdieron por igual. La próxima gestión deberá ser cuidadosa para mediar en este escenario y evitar exacerbar el conflicto social mientras dure el período de estabilización”, concluyó el informe, a modo de advertencia para los candidatos presidenciales que competirán en los comicios de octubre.