La inflación de agosto llegó a los dos dígitos, según las primeras estimaciones realizadas por algunas consultoras. Pero la polémica por el índice, que oficialmente se divulgará el 13 de septiembre, recién empieza. Sucede que el dato arrojará un incremento que estará claramente por debajo de los aumentos de precios reales, aunque no se trata de un problema en la medición que efectúa el INDEC.
El motivo de este desfasaje entre los aumentos reales y el índice de inflación oficial radica en que las remarcaciones se produjeron sobre todo en la tercera semana del mes, más precisamente después de las PASO, que se efectuaron el 13 de agosto.
Como el INDEC toma el promedio de precios de las últimas cuatro semanas, el efecto de los fuertes ajustes de precios post PASO solo se registrará parcialmente en la medición de agosto. Para el Gobierno no es buena noticia, ya que la mayor parte del aumento del mes pasado se terminará reflejando en el índice de septiembre.
Si la inflación se midiera “punta a punta” del mes hubiera superado tranquilamente el 15%, acercándose incluso al 20%. Pero al tratarse de promedio de precios que toma las cuatro semanas previas, en realidad terminará en alrededor del 11%. Otra vez volvió a crecer fuerte el rubro alimentos y bebidas (13,5% de incremento en el mes), en particular la carne. Otros rubros que subieron fuerte, de acuerdo a la estimación de Ecolatina, fueron equipo y mantenimiento del hogar (16,5%) y salud (13,6%).
En un mes y medio, es decir entre mediados de agosto y fines de septiembre, la suba de precios reflejará de manera casi total el efecto del salto del tipo de cambio oficial. Esto, advierte Domingo Cavallo, demuestra que la mayoría de los precios no se mueve de acuerdo a la evolución de los dólares financieros, lo que complica la salida del cepo
Un informe de la consultora C&T señaló que este 11% de incremento superaría, en caso de confirmarse, el 10,4% registrado en abril de 2002, apenas se abandonó la Convertibilidad.
Massa intenta suavizar el salto inflacionario que ocurrirá indefectiblemente en septiembre a través de distintas vías. El congelamiento de las tarifas de colectivos y trenes va en esa dirección, también los congelamientos en algunos sectores como combustibles, medicamentos y medicina prepaga, junto a nuevos acuerdos de precios para tratar de imponer un ajuste no superior al 5% mensual. Al mismo tiempo, quedó congelado el dólar oficial a $ 350 tras el salto devaluatorio posterior a las elecciones primarias.
El ex ministro de Economía Domingo Cavallo también se refirió a la manera en que se mide la inflación en un blog publicado ayer: “Es muy probable que con la medición del INDEC, el IPC suba alrededor de 10% en agosto y 14% en septiembre, con lo que en un mes y medio el salto devaluatorio se habrá trasladado integralmente a los precios”.
Según Cavallo, buena parte de los precios de la economía se sigue moviendo de acuerdo al dólar oficial, por lo que una nuevo ajuste cambiario volvería a impactar significativamente en la inflación.
El mes que comienza hoy podría traer algún alivio temporal en los bolsillos, sumado a las distintas medidas definidas por el Gobierno para mejorar el ingreso familiar. Sin embargo, esto no será reflejado por la inflación de septiembre, que podría cerrar en niveles cercanos al 15%. Será, de hecho, la última medición antes de las elecciones presidenciales, el 22 de octubre. Con ese número en la cabeza de los argentinos, Massa intentará llegar a un balotaje para pelear la presidencial mano a mano en noviembre.
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