Las expectativas de recaudación en agosto venían muy en baja, más allá de la creciente nominalidad que impone la aceleración de la inflación que volvió a manifestarse en julio primero, con ajustes rezagados y emisión del BCRA por sobre la aceptación de los agentes económicos, y después con la clásica suba del precio de la carne, al agotarse las pocas pasturas para el engorde del ganado.
Pero, justamente, la nominalidad se potenció desde la previa al inicio de la segunda mitad del mes, con la decisión del equipo económico de disponer un nuevo salto del tipo del cambio (21,8%), equivalente a una devaluación del peso de 17,9%, para poder destrabar el demorado desembolso del acuerdo del FMI y logar el anticipo del siguiente, por un total de USD 7.500 millones.
El resultado inicial de esa medida fue, del lado fiscal, el anticipo de liquidación de exportaciones, porque no sólo se anunció el salto de la nueva paridad base a $350; sino que quedará fija hasta el 15 de noviembre (según manifestaron fuentes de Economía en ese momento); y la acompañó con el aumento de la tasa de interés de política monetaria de 97% a 118% anual a 30 días, equivalente a una tasa efectiva de más de 209% anual que incentiva el anticipo de liquidaciones y recrear el “carry trade” (efecto de la renta financiera en pesos sobre una paridad fija, en el tramo oficial).
Sin embargo, la AFIP comunicó este viernes que “La recaudación tributaria alcanzó en agosto a $4,06 billones, cifra que equivale a una variación frente a igual mes del año pasado de 134,6%, por encima de la variación de precios estimada para el período”.
Pese a que por efecto de la brutal sequía sobre la producción del complejo agropecuario “las entidades que representan el 48% de las exportaciones argentinas, anunciaron que durante agosto liquidaron apenas USD 1.746 millones; representando una baja de 48% en relación a un año antes, y 9% menor al mes previo”, informó la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (Ciara) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC), la AFIP registró un incremento de los ingresos aduaneros de 120,5 por ciento.
En tanto del lado de la economía real intensificó la caída de la producción y del comercio, pero aumentó la base imponible de IVA e internos Unificados, principalmente, con la aceleración del ritmo de suba de los precios, los cuales a su vez fueron acicateados por el endurecimiento del control de cambio y retraso en las autorizaciones de importaciones, porque potenció el traspaso de operaciones que se cursaban por el cambio oficial a los alternativos MEP y Contado con Liquidación.
Durante agosto los exportadores de cereales y oleaginosas liquidaron apenas USD 1.746 millones; representando una baja de 48% en relación a un año antes, y 9% menor al mes previo (Ciara-CEC)
En tanto del lado de la economía real intensificó la caída de la producción y del comercio, pero aumentó la base imponible de IVA e internos Unificados, principalmente, con la aceleración del ritmo de suba de los precios, los cuales a su vez fueron acicateados por el endurecimiento del control de cambio y retraso en las autorizaciones de importaciones, porque potenció el traspaso de operaciones que se cursaban por el cambio oficial a los alternativos MEP y Contado con Liquidación.
Fueron cinco las principales fuentes de los recursos tributarios que registraron un desempeño significativo. Por un lado, el impuesto PAIS, que con una recaudación de $211.902 millones creció 506% en la comparación con agosto de 2022. “Esta suba se explica por las recientes medidas adoptadas con el pago a cuenta para determinadas operaciones de importación para las que se demande moneda extranjera”, precisó el organismo.
Los recursos aportados por el Impuesto al Valor Agregado (IVA) durante agosto aumentaron 166,4%, a $1,4 billones. “El impacto de las medidas de administración tributaria adoptadas desde la AFIP, tales como el monitoreo fiscal y mejoras en el régimen de percepción de plataformas digitales, entre otros, provocan un efecto positivo en este tributo, tanto en el componente impositivo como aduanero. En este último gravitó, además, la suspensión de los certificados de no retención para determinados importadores”, destacaron los técnicos de AFIP.
En línea con lo anterior, Créditos y Débitos en Cuenta Corriente registró un incremento de 138,2% frente a igual mes del año previo, también por encima del promedio de la recaudación.
En los primeros ocho meses de 2023, los recursos tributarios acumularon recursos por $23,6 billones, un alza de 103% al comparar con igual período de 2022.
Los tributos que crecieron por arriba del promedio fueron Impuesto PAIS 155,4%; IVA, 133,2%; Bienes Personales, 124,4%; Otros coparticipados, 120,1%; Internos Unificados, 118,2%; recursos de la Seguridad Social, 116,3%, y Créditos y Débitos en Cta. Cte., un 114,8 por ciento.
Transferencias a provincias
El Instituto Argentino de Análisis Fiscal que dirige Nadín Argañaraz registró que “en el gobierno Nacional envió al consolidado de provincias más CABA $1,37 billones en concepto de coparticipación, leyes complementarias y compensaciones, frente a $0,59 billones enviados durante igual período del año anterior. Es decir que se observó una variación nominal del 132,3%. Descontando el proceso inflacionario del período, esto se traduciría en una suba real del 5,4 por ciento”.
La suba de los giros automáticos a las provincias es explicada principalmente por el buen desempeño real en la recaudación de IVA (Iaraf)
Según el estudio privado, “esa suba es explicada principalmente por el buen desempeño real en la recaudación de IVA del orden del 21,5% interanual, que lograría compensar la caída de Ganancias (6%) y el resto de los tributos coparticipables, según la información provista por DNAP (Dirección Nacional de Asuntos Provinciales)”.
Concluye el informe de Iaraf que “en el acumulado de enero a agosto las transferencias automáticas por coparticipación, leyes complementarias y compensaciones alcanzaron a $7,97 billones, frente a $3,8 billones de igual período del año previo. De este modo, exhibieron una variación nominal del 109,4%, que se traduciría en una caída real del 1% al descontar la inflación del período. Los signos de las variaciones fueron generalizados a excepción de CABA, que mantendría el valor real.
Expectativas
Para septiembre, ya con el impacto pleno de las medidas del 14 de agosto, primero, y del paquete que anticipó el ministro de Economía el domingo 27, con altos costos para las empresas y dudosos beneficios sobre el poder de compra de la población, porque intensificó la depresión de la actividad productiva y comercial, y consolidó la aceleración de la inflación, es probable que el desempeño de la recaudación tributaria vuelva a la senda negativa que se inició en enero 2023 y se interrumpió en agosto.