El escenario no fue el mejor y por eso hubo toma de ganancias. La rebelión de las provincias para pagar las sumas fijas a los trabajadores que ganan menos de $400 mil y la paralización del agro ante los rumores sobre el nuevo dólar soja, creó una situación que obligó a tomar más cobertura.
Por eso, el mercado de futuros del dólar sobresalió por las subas de los distintos fines de mes, mientras en la plaza de bonos y acciones hubo toma de ganancias.
Para frenar a los dólares financieros el Banco Central gastó alrededor de USD 25 millones de sus reservas y consiguió que el MEP cerrara a $670,99, el mismo precio del día anterior. En el Senebi, donde la negociación es bilateral y no hay controles, el MEP bajó $8 a $748 en la rueda de contado inmediato. El CCL fue alcanzado por la intervención del Central, que no quería que cotice por encima de los $800, y cedió $3,90 a $798,58.
El dólar libre tuvo un leve retroceso de $10 a $730 por la proximidad de fin de mes que obliga a los ahorristas que acuden a este mercado, a ser vendedores e incrementar la oferta.
El AL30, el bono que se utiliza para intervenir, estuvo en caída libre durante gran parte de la rueda y cuando el Central salió a intervenir, recortó pérdidas, pero de todas maneras terminó 3,5% abajo.
Según el analista financiero y experto en agronegocios Salvador Vitelli, “estamos en niveles donde hay que tener cuidado. No se ve optimismo al menos en el corto plazo”.
“En el agro hace tres días que el mercado está sin precio porque corrieron rumores de que se podría caer el dólar soja, tras los dichos del secretario de Agricultura. Las declaraciones de que se permitiría disponer de 25% de las divisas para importar porotos de soja, no representa ningún beneficio para el productor, sino un perjuicio porque le va a permitir al exportador importar soja con un aumento de su capacidad teórica de pago porque ese 25% lo va a liquidar en el CCL, al tiempo que esa soja importada competirá con la soja del productor local. Nadie sabe dónde está parado y esperan el DNU. Por eso no hay precio. Lo poco que se compra y vende es en base a rumores”, dijo Vitelli.
“El Banco Central -agregó- parece estar agotando las municiones y eso se vio en los bonos que utiliza para la intervención. No fue una baja normal, sino con cimbronazos. Llama la atención que estos bonos coticen afuera entre 8% y 10% menos. Esto se debe a la intervención del Banco Central en la compra y venta de los títulos. El problema es que pronto este poder de fuego se acabará, por eso algunos inversores encendieron las alertas y se retiraron tomando las elevadas ganancias que dio en los últimos tiempos. Cuando el Central deje de intervenir, todos saben que el precio de estos bonos puede caer porque va a faltar la mano oficial que los sostiene. Hay que prestar atención a todo lo que es bonos, acciones, linked dollar, duales, Lecer, Boncer, etc que están subiendo por la caída de la demanda de pesos. No es normal ver subir al CCL cuando la mayoría de los bonos suben. Eso muestra el repudio a la moneda”.
Los bonos de la deuda bajaron hasta 3% y esto incidió en una suba del riesgo país de 42 unidades (+2%) a 2.094 puntos básicos. La Bolsa con negocios elevados por $15.770 millones tuvo una rueda negativa. El S&P Merval de las acciones líderes cedió 1,13% en pesos y 0,7% en dólares.
Los Cedears -certificados de tenencia de acciones argentinas que cotizan en las Bolsas de Nueva York- operaron $25.960 millones porque sirven de cobertura contra una devaluación. El saldo fue negativo. Predominaron ampliamente las bajas. Entre las alzas se destacaron MercadoLibre (+3%) y Globant (+1,7%).
El mercado de futuros mostró una reafirmación a la suba y aumentan las apuestas a una devaluación. Diciembre cerró a $716,50 y marca una devaluación de 304% para todo 2023.
Según el informe de la consultora F2 de Andrés Reschini, la liquidación de divisas sigue en baja y en el mercado mayorista los negocios se redujeron a USD 357 millones de los cuales el Banco Central se llevó USD 21 millones. “El problema es que las reservas no logran recomponerse a pesar de estas compras -señala el informe-. El drenaje de divisas a través de la intervención en la plaza de dólares financieros, principalmente contra el MEP, atentan contra la acumulación genuina (sin deuda) de reservas y mientras siga la presión sobre la brecha cambiaria (hoy en 128% versus CCL) y esta política de intervención continúe con (parece que no le va a quedar mucho) este drenaje está condenado a mantenerse o acentuarse”.
Las reservas ayer cayeron USD 69 millones a 27.940 millones.
“En el mercado de futuros -indica el informe- no hay calma. Se operaron 1,015 millones de contratos y la presión alcista no se detiene. Desde la devaluación, las posiciones que vencen después de octubre, no paran de escalar y romper sus propios récord de tasa implícita. Octubre ajustó con una tasa que es 50 puntos más alta que la de política monetaria y fue la posición que mayor interés abierto (contratos) sumó al agregar 86,7 millones. Esto indica que crece el temor a que este tipo de cambio no se mantenga hasta fin de octubre”.
Para hoy habrá que seguir con atención los mercados. La euforia se detuvo, pero la incógnita es saber si entrarán nuevos inversores a estos precios más bajos o saldrán de bonos y acciones y se refugiarán en dólares.
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