Automotrices en crisis: dos meses sin importaciones, pagos sin fecha y la producción local cada vez con más dudas

Pasó agosto y el escenario es cada día más complejo. Las fábricas administran el stock de autos importados y abastecen a la red con modelos nacionales. Las gestiones de Adefa

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Las fábricas empiezan a consumir
Las fábricas empiezan a consumir insumos sin margen. Según sea el faltante, la opción es sacar los autos sin terminar o parar las líneas de montaje

Termina agosto y para la industria automotriz tampoco fue un mes más. Después de recibir un impuesto inesperado el 26 de julio para todos los bienes importados, en agosto vino la devaluación, por lo que fueron dos meses seguidos en los que casi todas las fábricas de automóviles tuvieron que emitir una segunda lista de precios que modificaba la habitual de los primeros días. Pero agosto fue también fue el segundo mes consecutivo en el que, por falta de reservas, el Gobierno no autorizó el ingreso de autos provenientes del exterior para pagar con dólares oficiales, a través de las famosas y codiciadas SIRA.

“Las promesas de resolver el tema que nos ofreció el gobierno, siguen siendo eso, promesas. El problema más serio es que ya no sólo se trata de importar autos, lo que nos está obligando a abastecer a la red de concesionarias con productos locales únicamente. Ahora están empezando a faltar autopartes porque no les aprueban permisos para importar insumos a los proveedores. Así que la situación afecta a los autos que fabricamos acá, en el país”, comentó el ejecutivo de una terminal que tiene una gran parte de su portfolio de productos que provienen del principal socio de Argentina en la industria automotriz, Brasil.

“Estamos produciendo normalmente pero con nuestro stock de insumos al día. Esperamos noticias, pero tenemos menos información que SIRAS. Con eso te digo todo”, dijeron en una de las principales fábricas.

El puerto está lleno de
El puerto está lleno de autos que no entran por falta de SIRA hace exactamente 60 días

La preocupación ha llegado incluso a Smata (Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor). Si las fábricas no pueden producir autos por falta de partes, van a tener que parar las líneas, y eso puede significar la suspensión de trabajadores. “La situación es muy compleja porque evidentemente la sábana está demasiado corta. Pero hacen falta respuestas urgentes”, explican en otra terminal automotriz.

Las gestiones que viene llevando a cabo Adefa como asociación que nuclea a todos los fabricantes, podría arrojar resultados pronto, aunque “quizás sea dentro de unos días”, aseguraron extraoficialmente. Los presidentes de las automotrices están en contacto constantemente entre sí. Más allá de evaluar la situación individual de cada marca, también podría resolverse una propuesta común para todos.

“La urgencia está ahora en asegurarnos la producción local. Si eso se para, se complica del todo. Estamos caminando por la cornisa y muchos proveedores están peor aún. No sólo por la falta de permisos sino porque las SIRA que sí se autorizaron, cuando se cumplen los 180 días estipulados para que la AFIP libere los dólares para pagar a los proveedores del exterior, esos dólares no aparecen. Entonces no se pueden cumplir los compromisos contraídos y eso hace que se rompan las cadenas de suministro”, es la voz que se escucha ante las consultas en las fábricas en la mañana del último día de agosto.

Concesionarias con el salón de
Concesionarias con el salón de ventas sin unidades. Los que venden autos que llegan desde países vecinos empiezan a administrar los pocos autos que llegan

Con 60 días sin ingresos de autos provenientes de países de la región para las fábricas argentinas, con pocas autorizaciones para importar insumos para los autopartistas, y con la playa de la Terminal Zárate abarrotada de autos que bajaron de los barcos pero no pueden ser nacionalizados por la falta de los permisos, los números que se publicarán al final del día por parte de Acara (Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina), mostrarán que la participación de los modelos fabricados localmente en las cifras de patentamientos es la mayor en años, y si el volumen general de ventas se mantiene es sólo porque el stock lo permitió y los consumidores buscaron en un automóvil, el resguardo de su capital, incluso pagando precios excesivos o sabiendo que compran sin certeza de fecha de entrega de unidades.

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