Con un muy nutrido volumen de negocios, que llegó a USD 534 millones en el segmento de contado (spot), el Banco Central efectuó compras en el mercado de cambios por onceava sesión seguida.
“El BCRA terminó la jornada con compras consolidadas por unos USD 135 millones. En agosto acumula compras por unos USD 1.200 millones”, indicó Gustavo Quintana, operador de PR Corredores de Cambio. Así, agosto apunta a ser el mes de mayor saldo a favor en lo que va del año.
Tras la suba del dólar mayorista a 350 pesos a partir del lunes 14 de agosto, en las siguientes once ruedas operativas la entidad monetaria se alzó con compras por USD 1.084 millones en el MULC. Asimismo, en 20 días hábiles de agosto el BCRA pasó a anotar compras netas por USD 1.214 millones, y desde que empezó el 2023 el balance por la intervención cambiaria es negativo en 2.449 millones de dólares.
“Con lineamientos del FMI que elevan las chances de una nueva devaluación a futuro es que los operadores siguen apostando por dicho escenario, además del desequilibrio del mercado cambiario, aún tras los últimos desembolsos que no aportarían fondos frescos”, comentó Gustavo Ber, titular del Estudio Ber.
Durante una presentación en la Bolsa de Comercio de Córdoba, el ex presidente del BCRA Guido Sandleris afirmó que “el desembolso de los fondos pendientes del FMI trajo algo de alivio y permitió detener el espiral de inflación y devaluación. Sin embargo, no hay ninguna razón fundamental anclando las expectativas, con lo cual el alivio sería solo temporario”.
“En los próximos meses, la fragilidad económica, el gobierno embarcado en un nuevo plan ‘platita’ electoral, Milei liderando las encuestas y empujando la dolarización de la economía, constituyen una combinación que incrementaron los riesgos de espiralización”, subrayó Sandleris.
Las reservas internacionales brutas del Banco Central ganaron USD 65 millones el lunes, para finalizar en los 28.009 millones de dólares. En lo que va de 2023 estos activos caen en USD 16.589 millones o un 37,2 por ciento.
El economista Marcel Capello del IERAL de la Fundación Mediterránea definió al “problema de la salida de capitales como el reflejo de las malas políticas económicas desarrolladas por décadas en el país, que derivaron en alta inestabilidad y muy bajo crecimiento que, junto a los problemas de mala calidad institucional e inseguridad jurídica, incentivaron la salida de fondos al exterior”.
Según el último informe de “Balanza de Pagos, posición de inversión internacional y deuda externa” publicado por el INDEC, la formación de activos externos a manos de argentinos alcanza los USD 428.635 millones al cierre del primer trimestre de 2023, de los cuales unos USD 370.952 millones corresponden al sector privado no financiero. La mayor parte de este último stock está constituido por dólares en efectivo, unos USD 240.967 millones.
“Se trataría de ahorros de argentinos que intentan evitar una ‘expropiación’ total o parcial de su capital, como resultado de las malas políticas y el poco apego a respetar los contratos por parte las autoridades locales. Como ejemplo, se puede mencionar el problema de la inflación, que licúa los ahorros en moneda local de la población”, explicó Capello.
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