El secretario de Industria y Desarrollo Productivo José Ignacio de Mendiguren salió a cruzar a las cámaras empresarias que criticaron la medida que determinó el Gobierno nacional que obliga a las compañías a pagar una suma fija de 60 mil pesos para cada empleado en relación de dependencia, entre ellas la Unión Industrial Argentina (UIA), la principal central empresaria.
“Como empresario no entender que el poder adquisitivo es el único que mantiene el nivel de actividad, es un error muy importante. (El ex presidente Arturo) Frondizi decía que nadie compra una máquina para producir lo que no vende. Podemos discutir las formas o los tiempos, pero el poder adquisitivo como motor de la economía es discutir la ley de gravedad”, dijo el funcionario en una conferencia de prensa este martes en la que detalló las medidas que anunció Sergio Massa para pymes y monotributistas.
“Leí que algunos los consideran como una intromisión del Estado en la actividad privada. No los escuché decir lo mismo si damos créditos subsidiados. ¿Qué hubiese pasado si en 2020 (durante la pandemia) el Estado no actuaba? Se hubiesen muerto 50 mil pymes. No hay país del mundo desarrollado en estas crisis que significó la pandemia que no haya asistido a los sectores productivos”, continuó De Mendiguren.
“Hoy tenemos una obligación adicional de aportar. Porque esa ayuda nos la dio la gente, a través del Estado. Cuando hoy los argentinos nos piden un esfuerzo adicional para lograr estabilidad macroeocnómica, tenemos que acordarnos”, dijo el secretario de Industria.
Esta tarde la UIA volvió a criticar la medida y dijo que “el camino para las discusiones salariales para el sector industrial son los acuerdos paritarios, en referencia al decreto anunciado durante el último fin de semana donde se otorgan sumas fijas a cargo del sector empleador.”
“La UIA considera que las medidas para reducir los impactos de la devaluación deben ser el ordenamiento de la macroeconomía y la lucha contra la inflación y no la alteración de las discusiones salariales a través de medidas unilaterales”, consideró la principal central gremial empresaria del país.
“Los aumentos por decreto colisionan con los consensos salariales ya firmados, a los cuales siempre se ha respondido como dan cuenta los propios registros de la cartera laboral. No obstante, las cámaras e industrias asociadas darán cumplimiento a la normativa vigente”, concluyeron.
Medidas para pymes y monotributistas
De Mendiguren, junto al subsecretario Pyme Tomás Canosa y por el jefe de Gabinete, Gabriel Vienni, detalló algunas de las medidas que había anticipado el ministro Massa el domingo. Las que están incluidas en su área son, a grandes rasgos, cuatro.
En primer lugar, se incrementará la bonificación de tasa de interés subsidiada que tendrán los créditos del programa CreAr, que están direccionados para obra civil y maquinaria. Así, el costo de esa línea de préstamos será 50% inferior al de las tasas del sistema financiero.
La segunda iniciativa apuntará a monotributistas: se trata de una línea de crédito garantizada por el Estado, que también con una tasa de interés subsidiada, unos 60 puntos porcentuales en relación a los índices de inflación actuales.
Por otro lado, también habrá garantías para pymes del 100% de los créditos solicitados en bancos (hasta $100 millones) y anticiparon que buscarán firmar entre la Secretaría de Industria y un grupo amplio de bancos y de sociedades de garantía recíproca (SGR) un convenio para que las entidades accedan a la información en el Legajo Único Financiero y Económico (LUFE), que es una suerte de “histora clínica” de las pymes.
De Mendiguren afirmó que “los anuncios tratan de ir en apoyo de la actividad productiva de la Argentina”. ”La decisión política es asistir con financiamiento a los sectores productivos. Tenemos la convicción de estar al lado de la producción y queremos simplificar y agilizar para llegar a todas las empresas”, agregó el funcionario.
“Todas estas medidas son para que no caiga el nivel de actividad. Lo más importante es llegar. Cayó un meteorito, entendámoslo. El año que viene va a ser un gran año para la Argentina. A los problemas no se les grita, se los soluciona”, continuó.
En ese sentido, dijo que el Gobierno debió “apelar a todas las herramientas posibles para morigerar el impacto que nos generó este año una pérdida de una cuarta parte de nuestras exportaciones. No solamente no tuvimos el ingreso por las exportaicones ni la recaudación. Sino también la actividad económica que eso implica”, apuntó.
“El equipo se resistió todo lo que pudo (a la devaluación), peleó mucho. Si se hubise aceptado el 100% de devaluación la negociación terminaba rápido. En la negociación se fue a fondo, agotamos todas las instancias para pagar y que no nos obliguen a esa devaluación. Se hizo y ahora nos toca ver cómo podemos trabajar para que afecte lo menos posible al nivel de actividad, al empleo y al salario”, resumió.
“Cuando los dólares no están, no están. Y hay dos formas de obtenerlos: con endeudamiento o generación de riqueza. Claro que tenemos un problema de corto plazo. Estamos bañando al bebe (sic), pero por cambiar el agua no vamos a tirar al bebe”, concluyó.
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