El staff report que publicó el viernes a última hora el Fondo Monetario incluyó un dato desconocido hasta el momento para el mercado. En el habitual documento que difunde el organismo tras finalizar cada revisión de metas comprometidas en el acuerdo, los técnicos del Fondo incluyeron un cuadro con un breve racconto del acuerdo entre el Banco Central argentino y el Banco Popular de China (PBOC) por el swap de monedas, su funcionamiento y su utilización hasta la fecha. En ese apartado, el FMI reveló que la Argentina debió recurrir a los yuanes para hacer frente al pago de deuda con los acreedores extranjeros.
Según detalló el organismo, el país aplicó unos USD 900 millones del primer tramo activado a principios de año para pagar vencimientos de la deuda con bonistas. Efectivamente, el 9 de julio la Argentina afrontó un compromiso por ese monto para el pago de cupones de los títulos emitidos en el marco de la reestructuración de la deuda que llevó adelante el ex ministro de Economía Martín Guzmán. En su momento, el pago de esas obligaciones generó inquietud entre los inversores dada la ya crítica situación de las reservas. En el texto conocido sobre el filo del fin de semana se explicitó cómo se hizo frente al vencimiento.
“La línea swap -explicó el FMI- se ha activado en varias ocasiones para proporcionar apoyo de liquidez de corto plazo incluida la financiación de importaciones. La línea equivalente a unos USD 5.000 millones se activó en en enero de 2023. A mediados de agosto, aproximadamente USD 3.800 millones de este primer tramo se ha utilizado para ayudar a financiar importaciones (USD 1.800 millones), así como al servicio de la deuda servicio de la deuda con los tenedores de bonos (USD 900 millones) y una parte de las recompras del Fondo en junio (USD 1.000 millones de dólares)”.
El párrafo detalla de esa manera el uso que se le dio a gran parte del primer tramo del swap, al que luego le siguió una nueva operación con el banco central chino. “Además, el PBOC ha concedido un préstamo puente para hacer frente a las recompras del Fondo a finales de julio. El préstamo puente de USD 1.700 millones se reembolsará una vez concluidas la quinta y la sexta revisiones”, anticipó el organismo, en línea con las declaraciones del ministro de Economía, Sergio Massa, quien la semana pasada precisó que el desembolso de los USD 7.500 millones sería aplicado no sólo a devolver los créditos concedidos por la Corporación Andina de Fomento (CAF) por USD 1.000 millones y por Qatar por otros USD 775 millones para cancelar los vencimientos con el Fondo Monetario de fines de julio y principios de este mes.
Pero los técnicos del Fondo Monetario fueron un paso más allá y revelaron otro dato que también provocó inquietud en su momento. Se trata de la activación del segundo tramo por otros USD 5.000 millones que había anunciado el Gobierno, la cual de acuerdo a lo publicado en el reporte del Fondo, todavía no ocurrió. “La activación de un segundo tramo por un importe equivalente al del primer tramo sigue siendo un siendo objeto de debate”, se aclaró en el documento.
Esa breve línea echa luz sobre el acceso al mercado oficial de cambios, al que tampoco los importadores que negocian con proveedores de China están logrando fluidez en las operaciones. Dicho de otro modo, no sólo el Banco Central tiene un saldo negativo en las reservas netas en dólares sino que también los escasean los yuanes disponibles del célebre swap.
El entendimiento con China por el canje de monedas data desde 2009 y es una línea que, tal como recordó el Fondo en documento, ha sido renovada y modificada a lo largo de los años. “El acuerdo de swap bilateral original, que se basaba en de 70 000 millones de RMB (unos USD 11.000 millones al tipo de cambio del programa), se amplió a 130 000 millones de RMB en 2018 (unos USD 20.000 millones al mismo tipo de cambio) y renovado en varias ocasiones desde entonces. Recientemente se alcanzó un acuerdo para prorrogar la línea swap tres años más, hasta agosto de 2026″, se puntualizó.
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