Sigue la presión sobre el dólar financiero y el mercado espera mayor intervención del Banco Central

El régimen de bandas que habilitó el FMI hace esperar a los operadores una mayor presencia del BCRA aunque destacaron el bajo poder de fuego de la entidad para contener la brecha

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El Banco Central no dará
El Banco Central no dará a conocer esas bandas de intervención aunque probablemente los operadores las detecten sin dificultades. REUTERS/Dado Ruvic/Ilustración/Archivo

Tras la devaluación de hace dos semanas, el mercado cambiario sigue bajo fuerte presión. La brecha cambiaria no cede y si bien el dólar informal parece haberse estabilizado en el rango de $720/$730 tras haber coqueteado con los $800, lo cierto es que las cotizaciones financieras del billete siguen reflejando alta tensión. En ese contexto, el ministro de Economía anunció ayer que acordó con el Fondo Monetario un nuevo esquema de intervención, por el cual se fijarán bandas para determinar la presencia oficial en el mercado. Ese mismo mecanismo fue utilizado durante la gestión del gobierno de Mauricio Macri.

En esta ocasión, se adelantó, el Banco Central no dará a conocer esas bandas de intervención aunque probablemente los operadores las detecten sin dificultades tal como identificó el timing de intervención bajo el esquema anterior. En cualquier caso, ante una brecha que se ubica en torno al 110% -el dólar informal cerró ayer en $725, el Bolsa, la variante más intervenida, en $665 mientras que el contado con liquidación (CCL) se ubicó por encima de los $760- en el mercado se espera una mayor presencia del Banco Central a partir del desembolso del Fondo Monetario.

En rigor, a nadie escapa que el margen de intervención es insuficiente y que incluso tras el giro del FMI los recursos son más que limitados. De hecho, el promedio de intervención diaria post elecciones primarias es sustancialmente más bajo que los picos superiores a los $100 millones destinados en las jornadas previas a las PASO. Eso podría cambiar en la medida que se acerque la fecha de la primera vuelta y se incrementen las presiones cambiarias.

“Junto con los desembolsos, el organismo internacional dio el visto bueno para la intervención en los dólares financieros mediante bandas, mecanismo ya implementado previamente durante el gobierno de Mauricio Macri que deja en evidencia la prioridad que se le da actualmente al control de la brecha cambiaria. Los niveles de dichas bandas y condiciones aún no se conocen y no se espera haya una confirmación oficial de estas, aunque posiblemente en los próximos días se puedan intuir dada la expectativa de mayor intervención con la brecha encontrándose actualmente en niveles por encima del 110%, sobrepasando ampliamente lo apuntado por el Gobierno”, apuntaron desde el Grupo IEB en su análisis semanal.

Lo cierto es que, con o sin la venia con el Fondo, los niveles de intervención estarán condicionados por la disponiblidad de divisas. El desembolso acreditado el miércoles fue, en ese sentido, una buena noticia aunque insuficiente. Así lo destacaron desde Delphos Investments, donde también resaltaron que el último entendimiento con el organismo incluye bandas de intervención en los dólares financieros que no se harían públicas para evitar especulaciones del mercado, lo que en definitiva implica que el Fondo acepta el uso de reservas para controlar los dólares financieros en el contexto de las restricciones, siempre dentro de los límites que se establezcan.

“El Gobierno aplicará el desembolso recibido para cancelar el financiamiento puente: USD 1.700 millones del swap chino, USD 750 millones con Qatar y USD 1.000 millones con la Corporación Andina de Fomento (CAF). A esto deberíamos sumarle los próximos pagos de capital (USD 3.500 millones) e intereses (USD 800 millones) hasta principios de noviembre, lo que deja al Gobierno con un saldo negativo de aproximadamente USD 300 millones en los flujos comprometidos. Esto implica un escaso margen de maniobra para un relajamiento del cepo previo a las elecciones generales”, destacaron los analistas de la consultora financiera. Desde esa perspectiva, la contención de la brecha cambiaria sería prioritaria en detrimento del nivel de actividad económica -que caería entre 3% y 4% según el consenso de economistas- ya que el destino principal de las divisas apuntarían a ese objetivo más que a financiar los pagos de importaciones.

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