Banco Macro, una de las principales entidades financieras de Argentina, anunció la adquisición de la filial argentina de Banco Itaú, consolidándose como el banco privado de capitales argentinos más importante del país. La operación, valorada en USD 50 millones, fue comunicada a la Comisión Nacional de Valores, la Securities and Exchange Commission y los mercados en los que ambas entidades cotizan.
El acuerdo, firmado el 23 de agosto entre Banco Macro y Unibanco Holding s.a. -dueña de Itaú-, aún debe recibir la aprobación del Banco Central de la República Argentina. Una vez finalizada la transacción, Banco Macro contará con 565 sucursales y 9.400 colaboradores, brindando servicios a aproximadamente 6 millones de clientes en todo el territorio nacional.
Jorge Brito, Presidente de Banco Macro, expresó su entusiasmo por la adquisición a través de un comunicado: “La decisión de incorporar la operación del Banco Itaú en Argentina reafirma nuestro propósito en Banco Macro: Pensar en Grande”.
“Somos una empresa argentina que crece día a día, y con la compra del Itaú ratificamos el compromiso de seguir invirtiendo en el país. Con activos superiores a los $2 billones, somos el banco argentino con mayor capilaridad en el interior de la Argentina, el 80 por ciento de nuestras sucursales están allí. De esta manera vamos a duplicar nuestra presencia en el área metropolitana de Buenos Aires”, agregó Brito.
La concreción de la compra era esperada en el mercado. En junio último, las dos partes habían comunicado a la Bolsa las negociaciones.
Esta adquisición es el último hito en la trayectoria de 45 años de Banco Macro, que ha experimentado un crecimiento constante desde su fundación en 1978. A lo largo de los años, la entidad ha realizado múltiples adquisiciones, incluyendo bancos provinciales y entidades privadas, consolidando su posición como uno de los principales bancos argentinos.
En febrero de 1988 el BCRA autorizó a Macro a funcionar como banco comercial y desde ese momento se inició un proceso de crecimiento que se extiende hasta la actualidad. En 1996 adquirió los paquetes accionarios de los bancos provinciales de Misiones, Salta y Jujuy. En 2001 amplió su nivel de presencia nacional adquiriendo el 59,58% del capital social de Banco Bansud S.A. En 2002 incorporó 36 sucursales del Scotiabank Argentina y en 2004 el Nuevo Banco Suquía, conformando la mayor red privada de sucursales en el país. En 2005, Banco Macro adquirió el Banco Empresario del Tucumán y en 2006 tanto el Banco de Tucumán como el Nuevo Banco Bisel. En el año 2010 compró el Banco Privado de Inversiones con el objetivo de reforzar su estrategia en Buenos Aires a lo que se sumó en 2018 la incorporación de la cartera minorista del BST.
Retirada
Por su parte, Banco Itaú, cuyo paquete accionario en Argentina pertenece en un 99% a Itaú Unibanco, el primer banco privado de América Latina, comenzó sus operaciones en el país en 1979. A lo largo de los años, ha llevado a cabo diversas expansiones y cambios de nombre, siendo su adquisición más reciente la del Banco del Buen Ayre en 1998.
El gigante brasileño nunca alcanzó sus objetivos en la Argentina. Líder o un jugador de relevancia entre los líderes con sus operación en Brasil, Chile, Colombia, Paraguay y Uruguay, y con presencia menor en Londres, Luxemburgo, Hong Kong, Tokyo y Nueva York, en el país es una entidad pequeña en comparación con los gigantes. En el ranking por activos, figura en el puesto número 18 según datos del Banco Central. Con $411.714 millones en activos, compite mano a mano en términos de tamaño con Banco Comafi y Banco Hipotecario, dos entidades que lo superan por poco.
Y de la mano de los vaivenes de la economía argentina, no sólo el tamaño de la operación es un problema, también los resultados. Después de reportar ganancias por $2.186 millones en 2020, cerró 2021 con $782 millones en pérdidas y 2022 con otros $3.165 negativos.
Como resultado la filial Argentina de Itaú es un pequeño apéndice de su operación global, estimada en USD 504.000 millones en la medición por activos. Los casi USD 830 millones que representa la rama local explica, apenas, el 0,16% del negocio total. No se trata de una amputación de relevancia para el gigante brasileño.
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