Massa ya eligió su ministro de Economía mientras define bandas de intervención para el dólar, suma fija y alivio para pymes

El funcionario y candidato presidencial viajó a EEUU a reunirse con el FMI, parte de su equipo termina de delinear las medidas que se anunciarán entre el jueves próximo y el viernes siguiente

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El ministro de economía y candidato presidencial, Sergio Massa (Europa Press)
El ministro de economía y candidato presidencial, Sergio Massa (Europa Press)

Desde Washington, EEUU - “Dos anuncios por día desde este jueves hasta el viernes que viene”. Así planean en el ministerio de Economía que será el esquema de medidas que están terminando de delinear Sergio Massa y su equipo para intentar compensar el efecto de la devaluación del lunes post PASO. El salto cambiario de 22% dejó un tendal de afectados: desde pymes hasta grandes empresas; desde comerciantes hasta particulares.

En paralelo, la estrategia política de Massa es polarizar con Javier Milei, ganador de la primarias y eje de la agenda política de estos días; algo que quedó bien claro en las entrevistas que dió la semana pasada. Parece recíproco. “La campaña quedará para dentro de 15 días, ahora vamos a full con la gestión”, es la línea que le bajó el tigrense a su equipo.

Desde el entorno del ministro-candidato aseguran que Massa ya tiene confirmado su eventual ministro o ministra de Economía. Massa cree que su reemplazante no se debe parecer a él y que tiene que tener un perfil mixto, entre técnico y político. Leonardo Madcur, su jefe de gabinete, y Guillermo Michel, jefe de la Aduana, son nombres que están sobre la mesa desde hace semanas y son parte de su mesa chica. “Va a sorprender”, prometen cerca de Massa descartando candidatos “obvios”, y juegan al misterio. Nadie confirma nombres ni posibles candidatos ni de Economía ni de otros cargos, sólo aseguran que el plan no es reducir ministerios, pero sí hacer una profunda reorganización del Estado.

Sergio Massa con parte de equipo económico, el fin de semana pasado en Palacio de Hacienda
Sergio Massa con parte de equipo económico, el fin de semana pasado en Palacio de Hacienda

Hasta el miércoles por la noche el ministro estará en esta ciudad, a la que llegó para reunirse con el FMI y con funcionarios de la administración de Joe Biden. El miércoles el organismo se prepara para aprobar desembolsos por USD 10.000 millones. Mañana llegarán unos USD 7.500 millones de ese total a las debilitadas arcas del BCRA. Descontados pagos ya hechos y devoluciones (a la CAF, a Qatar y al swap de monedas con China, por caso) quedarían unos USD 3.400 millones libres, estiman en Economía, que podrán usarse para contener los dólares financieros, con límites y bandas de intervención que se acordaron con el FMI, pero son secretas para no perder el efecto sorpresa frente al mercado. Ese esquema de bandas es una novedad hasta el momento.

El los días post devaluación, Massa asegura que ir al Fondo es la humillación soberana más grande que puede tener un país y usa la metáfora del síndico que llega para observar las cuentas cada tres meses. En ese contexto, despotrica contra Mauricio Macri, que tomó el crédito, y contra los actuales funcionarios del organismo que, asegura, le impusieron la devaluación.

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Por impacto y alcance, la principal medida en la que trabaja en Economía es una suma fija para trabajadores formalizados de los sectores público y privado. Es algo que está negociando la ministra de Trabajo, Kelly Olmos, con la CGT y la CTA-; mientras Anses trabaja con beneficios para AUH y otros programas. Massa y su equipo afinan el lápiz para determinar el costo fiscal También habrá esquemas para asignaciones familiares.

El ministro de Economía, Sergio Massa y la titular del FMI, Kristalina Georgieva
El ministro de Economía, Sergio Massa y la titular del FMI, Kristalina Georgieva

Economía también prepara medidas para pymes, vinculadas con cuestiones impositivas y créditos blandos; y exenciones para la economías regionales que agreguen valor. Todas ellas se suman a la reciente renovación de Precios Justos, que estableció un esquema de subas de 5% mensual por tres meses acordado con las empresas de consumo masivo, y al acuerdo con las petroleras para que, luego de la suba en los combustibles del 12,5% de la semana pasada, no se registren más alzas hasta después de las elecciones. Algo similar ocurrió con los medicamentos. Está claro que son todos paliativos y en el Palacio de Hacienda aseguran que si “si termina todo con un resultado positivo y ganamos, luego habrá que barajar y dar de nuevo, hay muchas variables que van a tener que cambiar de plano”.

¿Alcanzará? ¿Será suficiente para acolchonar el impacto del salto del tipo de cambio en las empresas y en los bolsillos de los argentinos? Mas aún, ¿servirá para recomponer el esquema electoral y sumar los votos que necesita Massa para ganar? Muchas preguntas.

Dólar

Massa acordó con el FMI que luego de las elecciones de octubre, mes hasta el que se fijó el tipo de cambio oficial en 350 pesos, habrá nuevamente devaluación por goteo, el ya famoso crawling peg. El ritmo de la devaluación de noviembre se definirá a mediados de ese mes en base al porcentaje de inflación de octubre, como venía haciendo el BCRA hasta las PASO. De esa manera se buscará no retrasar otra vez el tipo de cambio, otra exigencia del FMI. ¿Qué brecha esperan cerca de Massa? Lejos del “ideal” de 60%, se ilusionan con una cifra que ronde el 82 por ciento

Con respecto a la inflación en Economía creen que el dato de agosto será “malo” y que luego habrá una mejoría. No esperan dos cifras en agosto, mientras las consultoras privadas ya hablan de más de 10% no sólo para este mes sino para el resto del año. Los funcionarios prefieren no dar datos: el impacto de Massa diciendo que la inflación iba a comenzar con un 3 en abril fue muy fuerte como para seguir haciendo pronósticos en público. Lo que sí hacen es mirar con mucha atención el movimiento en alimentos frescos: carnes, lácteos y verduras.

Massa, que en las últimas horas habló tanto con Cristina Kirchner como con Alberto Fernández, esperaba hacer la devaluación que exigía el FMI, cuatro días después, el viernes post PASO. Pero el lunes temprano los bonos cayeron 17% y hubo USD 2.300 millones de operaciones de contado con liqui anotadas a las 9 de la mañana que apuraron el salto cambiario. Fue un terremoto cuyas réplicas aún se sienten. “Podemos ganar, somos nosotros y todos los que podamos sumar, contra Milei”, se entusiasman cerca del ministro-candidato, más allá de que las variables de la economía no lucen bien.

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