El Banco Central (BCRA) sorprendió esta mañana al mercado con una suba del 22% del dólar en el mercado mayorista, que llevó a la cotización que se utiliza para comercio exterior a $350 por unidad. La entidad dejó trascender, además, que mantendría ese precio fijo hasta las elecciones de octubre y acompañó la devaluación del peso en la plaza oficial con una suba de 21 puntos porcentuales de la tasa de referencia, que llegó así al 118% nominal anual.
La combinación de medidas que sacudió a la City busca alterar la dinámica que se veía en el mercado cambiario hasta el viernes pasado. La pérdida casi cotidiana de reservas ante la demanda potencialmente infinita de importadores y empresas que entendían que era momento de conseguir tantos dólares a $287 como fuera posible. El único límite a la voracidad de un mercado que entendía que ese precio tenía los días contados eran las autorizaciones de SIRAs -el sistema de importaciones- que se otorgaban a cuentagotas. Y, aún así, seguían demandando mucho más de lo que la entidad conducida por Miguel Pesce podía ofrecer.
La suba del dólar mayorista, así, cambió al menos por hoy el tono del mercado. Al mover al dólar a $350 y adelantar que se mantendrá fijo hasta octubre la autoridad monetaria señalizó que, dentro del nuevo esquema planteado, es mejor liquidar exportaciones hoy que mañana. Una inflación que ya era alta se va a ver acelerada por la devaluación y, en ese contexto, cada día que pase esos $350 por billete van a valer menos. Más si, ahora, la tasa de referencia es del 118% nominal anual. Claro que todavía hay que ver cuántos se convencen de esta lógica y no esperan a después de las elecciones para concretar sus ventas al exterior y posterior entrada de divisas al país.
Según explican en la propia calle Reconquista, la intención oficial fue la de dejar atrás el ajuste diario para estabilizar el valor del peso en los próximos meses. La idea es adelantar la devaluación prevista de los próximos meses y establecer un tipo de cambio estable en términos nominales, el tipo de cambio que se usa para pagar importaciones y liquidar exportaciones.
Se mantiene el impuesto a las importaciones y siguen los impuestos al dólar ahorro y tarjeta, tal como estaban. Aseguran, además, que los márgenes de los formadores de precios son tan grandes que la devaluación no se debería traducir en inflación -algo con lo que analistas y operadores no están para nada de acuerdo- y que se busca mantener el nivel de actividad, otra afirmación que no cuenta con mucho consenso en el sector privado. La esperanza oficial, según altas fuentes de la entidad, es que el pasaje a precios sea limitado y que el dólar fijo a $350 sobreviva aún más allá de las elecciones de octubre.
Pero hay dos puntos en los que, más allá de discursos y excusas, la decisión del Banco Central tiene un sentido práctico. Busca, por un lado, ofrecer un dólar y una tasa más atractivos para impulsar liquidaciones de exportaciones y, por el otro, terminar de garantizar el desembolso de USD 7.500 millones del FMI que espera para la segunda mitad de este mes el Gobierno. Lo que motiva la devaluación es la sed de reservas que tiene la autoridad monetaria y que se volvió más urgente que nunca con la continuidad de un esquema cambiario que tambaleaba hacía meses.
“La intención seguramente es estimular el ingreso de dólares para aprovechar la tasa de interés en el mercado oficial. Veremos si esto se cumple”, dijo Gustavo Quintana de PR Corredores de Cambio.
“La intención seguramente es estimular el ingreso de dólares para aprovechar la tasa de interés en el mercado oficial. Veremos si esto se cumple” (Quintana)
Al menos por hoy, el BCRA parece haber logrado parcialmente el objetivo. Según cuentan operadores cambiarios, desde temprano en la mañana el Central se transformó en claro comprador de divisas. Una vez que el dólar estuvo fijado a $350, la entidad salió a comprar la oferta que aparecía.
“En las primeras horas se habían operado unos USD 160 millones, mucho más de lo habitual para la apertura del mercado”, dijo Francisco Díaz Mayer de ABC Mercado de Cambios. “Es el propio Banco Central el que compra y el mercado le vende porque dijeron que lo dejan fijo hasta octubre. Si lo dejan quieto en $350 la devaluación de hoy mañana mismo se empieza a atrasar por la inflación que genera”, agregó el operador cambiario.
Fuentes del mercado estimaban que el BCRA habría podido comprar entre USD 150 y USD 170 millones hoy, hasta media rueda. En la calle Reconquista confiaban fuentes que la cifra llegaba a USD 200 millones, poco antes del cierre. En principio, agregaban, las decisiones están cumpliendo con su objetivo. Cabe agregar que las medidas monetarias y cambiarias se les sumaron otras, por llamarlas de alguna manera, condiciones favorables. Según relataron operadores, durante la rueda dejó de funcionar el validador de AFIP que necesitan usar los importadores para poder acceder a comprar divisas. Resultó una caída de sistema muy conveniente para que el BCRA pudiera comprar sin competencia.
“Me parece que están intentando una estrategia nueva que es hace un salto discreto del dólar y subir la tasa fuerte a ver si con eso logran reducir el ritmo de pérdida de reservas. No sé si les va a dar resultados”, dijo Gabriel Caamaño de Consultora Ledesma.
“Estamos hablando de algo que tiene un horizonte de semanas, porque si devaluás sin plan ni credibilidad, lo que tarda de irse a inflación es nada entonces lo que devaluas inmediatamente te lo comen los precios. La inflación se va a dos dígitos. Agosto ya estaba en 8 o 9%, con esto se va a dos dígitos. Lo que están tratando de hacer es ganar tiempo”, concluyó.
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