La inflación asoma, para todos los candidatos presidenciales que buscarán el voto de la sociedad este domingo, como el problema económico y la preocupación principal del electorado, en un contexto en el que el ritmo de precios se encuentra en sus niveles más altos en tres décadas y que es acompañado con un deterioro del poder adquisitivo del salario que comenzó en 2017 y que durante los años de gobierno del Frente de Todos no fue recuperado.
La inflación acumulada a lo largo del mandato de Alberto Fernández ronda el 526%, de acuerdo a cálculos de la consultora GMA, con datos hasta el índice de precios de junio. Queda, así, muy por encima de que sumaron las presidencias de Mauricio Macri (300%), el segundo mandato de Cristina Kirchner (157%), su primer tramo de gobierno (98%) y Néstor Kirchner (61 por ciento).
Este martes, dos días después de la celebración de las PASO, el Indec dará a conocer el índice de precios de julio, que se espera que haya retomado un sendero al alza tras el “piso” de 6% que tocó en junio, según datos recopilados por las consultoras e incluso por los relevamientos que hace el equipo económico.
Respecto al poder de compra, las cifras muestran que el camino de deterioro del ingreso real desde 2017 fue prácticamente sin freno, aunque con alguna meseta en los últimos años. En noviembre de 2017, cuando tuvo lugar el último pico de poder de compra, el recorte general del salario fue de un poco más de 25%, según la consultora LCG. Es decir, en poco menos de seis años las remuneraciones perdieron un cuarto de su capacidad adquisitiva.
La mayor parte tuvo lugar entre ese techo y el fin del mandato de Mauricio Macri y durante los años de gobierno del Frente de Todos la pendiente negativa fue menos marcada.
Los últimos datos de Indec, conocidos este jueves, marcan que en junio “el salario real del sector privado registrado cayó 2,6% interanual y 0,2% mensual, acumulando en enero-junio un descenso de 1,8% respecto de igual período de 2022″, según procesó el Grupo de Estudios de la Realidad Económica y Social (Geres), en base a información oficial.
Qué planean los principales candidatos para bajar la inflación
-Sergio Massa: consultado reiteradas veces durante la campaña sobre cómo haría para hacer desacelerar la inflación, el ministro de Economía y precandidato presidencial de Unión por la Patria no apuntó a medidas concretas, sino que aseguró que la fuerte caída de reservas que tuvo lugar a lo largo del año, en un contexto de severa sequía, le quitaron respaldo a la moneda y provocó su depreciación.
En ese sentido, planteó que la manera en que el peso podría fortalecerse es a través de un programa que incremente el ritmo exportador de forma tal que la abundancia de divisa en las arcas internacionales le dé plafón a la moneda para hacer desacelerar la inflación. “La solución es vender trabajo argentino al mundo”, respondió en declaraciones televisivas recientes. “Eso nos genera acumulación de reservas, salarios de valor, revaluación de nuestra moneda y bajar la inflación”, dijo.
Y, en paralelo, planteó como prioridad de gestión tomar medidas para recuperar el poder adquisitivo de los salarios y de las jubilaciones. Massa tampoco se manifestó, a priori, a favor de un plan de estabilización para contener el ritmo de los precios. “Una cosa es escribir papeles, hacer planillas de Excel y otra cosa es tomar decisiones todos los días”, planteó.
El ministro de Economía se apoya en algunos acuerdos de precios, más o menos amplios y con duración variable, para mantener a raya algunos valores de bienes y servicios, entre ellos de canasta básica como Precios Justos. Luego de las PASO tendrá lugar una nueva instancia de negociación con las empresas, que reclaman una actualización de ese programa por la inflación más alta de lo esperada cuando se puso en marcha la última etapa.
Las menciones de Massa al cepo cambiario están relacionadas a la llegada del Fondo Monetario y no planteó qué secuencia utilizaría para abandonar la maraña de controles cambiarios, aunque dijo que se referencia en un esquema “a la chilena”, que implementó medidas de control macroprudencial durante la década del 90 para evitar reversiones en los flujos de capital.
-Horacio Rodríguez Larreta: el jefe de Gobierno porteño hizo una presentación oficial con nueve propuestas con las que se propone frenar el ritmo de precios, con medidas variadas, desde el control del gasto público, exportaciones, acceso al crédito y baja de impuestos.
En ese sentido, uno de los dos candidato de Juntos por el ambio planteó que hará una revisión del presupuesto “línea por línea para eliminar todo gasto innecesario”, y aseguró que la prioridad de un gobierno suyó será “equilibrar las cuentas y llegar a déficit cero”.
En ese plano, mencionó que para conseguir ese primer objetivo pondrá en observación el déficit de las empresas públicas (entre las que nombró a Aerolíneas Argentinas) para eliminarlo. También, respecto al gasto público, apuntó que “el Congreso no va a aprobar ninguna ley sin justificar de dónde saldrán los fondos”.
En términos de política monetaria, aseveró que modificará la Carta Orgánica del Banco Central para dotarlo de mayor independencia y que trazará un sendero de salida del cepo cambiario dentro del primer año de gobierno (un tema sobre el que aparecieron diferencias entre ambos candidatos de la coalición). No brindó mayores detalles sobre en qué tiempos o con qué secuencia desarmaría los controles cambiarios.
Otra pata de su plan estaría explicada en un “agresivo plan” de apertura económica para aumentar exportaciones “desde el primer día. También buscará recuperar el acceso al crédito “en los primeros 12 meses”, junto con un acuerdo con las provincias para bajar impuestos. “Con un plan de estabilización serio y responsable, tu poder adquisitivo va a crecer de manera sostenida por primera vez en mucho tiempo”, concluyó Larreta.
-Patricia Bullrich: la ex ministra de Seguridad planteó dos medidas principales como “estratégicas” para frenar la inflación: la independencia del Banco Central y solidez fiscal. “Que el Banco Central sea autónomo y que deje de prestarle dinero al Tesoro”, mencionó. Su leit motiv es salir del cepo cambiario “lo antes posible”, aunque no especificó, por el momento, con qué secuencia lo haría.
Otra columna que compone el plan económico de Bullrich es la de la mutación hacia un sistema bimonetario en el que convivan el peso y el dólar como moneda de cambio. “El bimonetarismo es más inteligente que la dolarización”, dijo para diferenciarse de la propuesta de La Libertad Avanza. “Permite mover más mover una estructura productiva para tener más inversión”, dijo la precandidata.
El principal asesor de su equipo económico, el diputado Luciano Laspina, también resumió de esa forma el abordaje que busca para combatir la suba de precios. “Vamos a recuperar la moneda nacional, haciendo lo que nunca se hizo, teniendo un Banco Central totalmente independiente con dos reglas muy claras”.
“La primera será prohibirle emitir para financiar al fisco, y la segunda, que no pueda imponer el cepo cambiario”, aseguró. “Esto se va a hacer mediante una ley y la moneda va a volver a ser fuerte, como sucede en todos los países que no tienen inflación”, dijo, en otro tramo de la campaña. “Además, equilibraremos las cuentas del Estado. Eso es lo que hizo Latinoamérica en los últimos 30 años y el resultado fue una gran estabilidad económica”, dijo Laspina.
-Javier Milei: el precandidato libertario es el que tiene las ideas más disruptivas para combatir la inflación, entre ellas la eliminación del Banco Central y la dolarización de la economía, que aunque es una idea sobre la que pivoteó recurrentemente Milei, no aparece en su plataforma oficial de campaña. “No hay otra alternativa para terminar con la inflación para siempre que no sea la eliminación del Banco Central como agente de emisión monetaria”, aseguró Milei en un documento en el que detalla su plan de gobierno.
“Para eliminar el Banco Central hay que rescatar los pasivos que se encuentran hoy en el balance del banco. Desarrollamos planes alternativos para rescatar esos pasivos y que luego de la eliminación del Banco Central los argentinos puedan comerciar en la moneda que prefieran. De esta manera se acaba la inflación para siempre en la Argentina”, resumió en algunas líneas LLA en su plataforma.
Habrá otras medidas que complementarán a la eliminación del BCRA. Esas reformas incluyen la reducción “drástica del gasto público luego del reordenamiento del Estado” y aspira a recortar gastos por un equivalente a 15% del PBI. La secuencia sigue con una baja de impuestos que eliminen el 90% de los tributos actuales que tienen un impacto estimado de 2% en el PBI.
También incluye una “modernización laboral” con un esquema de seguros de desempleo “con mayor profundidad financiera”. Y también “apertura comercial a la chilena”. “Le permitirá a los argentinos comprar productos de cualquier parte del mundo de manera libre y sin tener que pedirle permiso a un burócrata”.
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