Sin dólares disponibles hoy en las reservas del Banco Central, la cuenta sobre el flujo de pagos y desembolsos en divisas durante las próximas semanas adquiere relevancia para el mercado a apenas días de las elecciones PASO. El saldo final, tras devolver los préstamos concedidos a la Argentina para poder sortear los pagos de la semana pasada resulta vital para identificar el poder de fuego que le quedará a la autoridad monetaria para garantizar la pax cambiaria a partir de la próxima semana hasta las elecciones de octubre. A priori, el cálculo luce, nuevamente, demasiado ajustado.
Es que desde hace más de un mes que el ministro de Economía, Sergio Massa, también candidato presidencial el próximo domingo, recurre a toda su creatividad para cumplir puntualmente con los compromisos con el FMI a pesar de la falta de recursos y escaso financiamiento.
Por caso, el de junio utilizó un combo remanente de DEGs y yuanes para hacer el pago de capital (USD 2.676 millones). Inauguró así una nueva aplicación del acuerdo con China por el swap de monedas, en el que se habría habilitado el uso del equivalente a USD 10.000 millones. Un mes más tarde, recurrió al remanente del primer tramo de ese swap, por USD 5.000 millones, para pagar otros USD 2.653 millones, monto que completó con un crédito de la Corporación Andina de Fomento de USD 1.000 millones. Eso ocurrió el 31 de julio, cuatro días antes de que venciera el período de gracia para un vencimiento de intereses por USD 775 millones, para el que ya el Central ya no tenía remanente de dólares, DEGs y, aunque se anunció la activación del segundo tramo del swap, el mercado intuye que tampoco un remanente de yuanes. Por eso, tras sondear diversas alternativas, finalmente se acordó un préstamo con Qatar.
Como corolario de ese operativo, se conoció que una caída de USD 426 millones en la posición en oro del Central durante la última semana de julio que no puede explicarse por una baja del precio, que se mantuvo estable, por lo que se presume fue utilizado como garantía de un préstamo repo para complementar parte del pago de capital. A partir de todo esa compleja ingeniería, la pregunta que distintos analistas intentan responder es cómo se desmontará todo ese mecanismo y con qué resultados para la acumulación de reservas.
Una cuenta sencilla de Aurum Valores indica que si se concreta el desembolso del Fondo -asumiendo en ese caso que se cumplen los compromisos- esos recursos deberían repartirse de la siguiente manera: USD 2.300 millones para reponer el uso del swap en yuanes, lo que permitiría reorientar los fondos al pago de importaciones, USD 1.000 para la CAF y USD 775 millones para Qatar.
“El BCRA deberá acumular más de USD 12.000 M hasta fin de año para cumplir con la meta de reservas netas, según lo que se desprende del comunicado del FMI. Descontados esos reintegros, del supuesto ingreso quedarían sin uso unos USD 3.400 millones. Esa cifra se ubica apenas debajo de los vencimientos con el FMI que deben afrontarse entre el 21/09 y el 31/10, que suman unos USD 3.600 millones”, calcularon en Aurum.
“Parte de todo este andamiaje debería desarmarse una vez que llegue el desembolso por USD 7.500 millones. Para empezar, se deberá devolver la plata de la CAF y Qatar. Y quizás a China, pero eso nadie lo sabe con certeza”, sostuvo el último informe de la consultora Econviews, fundada por Miguel Kiguel. “El directorio del Fondo Monetario Internacional se reuniría en la segunda quincena de agosto para tratar su aprobación. En el medio tendremos las PASO y las incógnitas sobre qué puede pasar después no son menores. El movimiento en el mercado de futuros de estos días generó la duda sobre alguna corrección en el tipo de cambio oficial que podría ser parte de las acciones para conseguir el desembolso. Este momento de tensión en el mercado de cambios nos lleva a pensar cual es realmente la disponibilidad de dólares que tiene el Banco Central en sus arcas” cuestionó el reporte.
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