La canasta de monedas y créditos a la que terminó recurriendo del ministro de Economía, Sergio Massa, para hacer frente a los vencimientos con el FMI de la última semana, que resultó en una combinación de dólares que aportó la Corporación Andina de Fomento, más yuanes del swap con China y DEG que cedió Qatar, no sólo dejó escandalosamente expuesta la falta de reservas en divisas sino que también sembró dudas sobre la disponibilidad del préstamo chino al Banco Central para pagar importaciones de ese origen.
En rigor, los analistas del mercado destacan que los pocos detalles que rodean al swap acordado con el Banco Popular de China tienden a la suspicacia ante la falta de comunicación oficial. Pero ahora la falta de certezas se extiende más allá de la tasa de interés o las condiciones que impone el gigante asiático: el mercado empieza a dudar del stock remanente de yuanes para financiar el pago de importaciones.
“Se conoció que la Argentina consiguió un préstamo “puente” de último momento para pagarle al FMI los vencimientos de intereses del día de hoy (por el viernes). Consiste en DEG de Qatar que tenía sin utilizar. La necesidad de obtener un préstamo de este estilo revela una situación sumamente crítica de las reservas Internacionales, e inclusive que ya no habría margen para seguir utilizando yuanes”, alertaron en Aurum Valores.
Es la conclusión que se desprende después de que el Gobierno decidiera afrontar el vencimiento del lunes con el FMI por USD 2.653 millones con el remanente del primer tramo del swap y acudiera al préstamo de la CAF para completar el pago aun cuando Massa anunció la activación del segundo tramo del swap con China.
Las dudas se incrementaron cuando un informe de la consultora 1816 advirtió sobre una caída en la posición de oro en las reservas del del BCRA
Las dudas se incrementaron cuando un informe de la consultora 1816 advirtió sobre una caída en la posición de oro en las reservas del del BCRA de 11%, equivalente a USD 426 millones, cuyo montó coincidía con el faltante que algunos analistas calcularon eran necesarios para reunir el monto total del compromiso a saldar con el FMI.
“El segundo tramo del swap con China parece que nunca se activó. El mismo día del pago al FMI, faltaban USD 400 millones y parece que se cubrieron con oro”, afirmó el economista de Empiria Juan Ignacio Paolicchi, aunque remarcó que el cálculo era una suposición.
En cualquier caso, al mismo tiempo que desmintieron rotundamente el uso del oro para pagar la deuda con el FMI, desde el Banco Central confirmaron a Infobae que “el segundo tramo del swap con China por USD 5.000 millones sigue intacto”.
El dato podría ser una excelente noticia para un conjunto de sectores que importan insumos desde China, como las industrias electrónica y automotriz, ya que implica que en vez de destinarse a afrontar compromisos financieros, esos yuanes se orientarán a sostener la actividad económica. De hecho, durante mayo y junio se destacó una marcada aceleración en el uso de los renminbis en las intervenciones realizadas por el BCRA en el mercado oficial de cambios.
Sin embargo, el dato podría implicar al mismo tiempo, todo lo contrario: el monto del segundo tramo está intacto porque su activación aun no termina de suceder y por ende los fondos no estarían disponibles para su aplicación a importaciones.
“La última negociación del swap por un monto total de libre disponibilidad de USD 10.000 millones iba a permitir, en un principio, abonar con yuanes las importaciones de origen chino. No obstante, a medida que el drenaje de reservas fue ganando escala y las negociaciones con el equipo técnico del FMI se alargaban, la naturaleza en la utilización de los yuanes fue tomando diferentes características”, sostuvo un informe de la consultora Ecolatina, que destacó el hito “disruptivo” que marcó el primer pago con yuanes en junio al FMI por USD 1.000 millones.
Durante mayo y junio se destacó una marcada aceleración en el uso de los renminbis en las intervenciones realizadas por el BCRA
Ese destino para los yuanes compite con el espíritu original del swap, relevante para un conjunto de sectores integrados por la electrónica, la industria química, agroquímica y la automotriz, altamente dependiente de las importaciones de China.
De ahí que, para Ecolatina ”las importaciones en yuanes permitirían sostener el nivel de actividad en determinados sectores industriales dada la importancia de China como origen de las compras externas y la relevancia de las importaciones para el proceso productivo”.
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