La sequía sigue golpeando con fuerza a la industria aceitera y las empresas están pasando por uno de sus peores momentos en la última década. Según datos publicados por Ciara (Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina), la molienda de soja durante junio fue de sólo 3.015 millones de toneladas, versus 3,493 millones de toneladas del mes anterior, lo que condujo a que el uso de la capacidad instalada se redujera del 59% al 51%.
“Si tomamos en cuenta el volumen de molienda trabajando a capacidad máxima, la capacidad ociosa aumentó 9 puntos, llegando ahora al 49% versus el 41% del mes anterior. El sector está muy lejos de los guarismos del 2017 cuando la capacidad de uso llegó al 83% y la capacidad ociosa era apenas del 17%”, señalaron desde Ciara.
En lo que respecta puntualmente a junio, los datos de la entidad señalan que ingresaron solo 611.000 toneladas de soja, lo que representó una caída del 62,6% en comparación a las 1.638.000 toneladas que se comercializaron en igual mes del año pasado.
Márgenes negativos
De acuerdo a los datos de Ciara, desde comienzos del 2023 hasta la fecha la industria aceitera ha procesado la soja con márgenes de molienda negativos, en un rango de -20 a -40 USD/ton (dólares por tonelada).
“Hubo algunos momentos esporádicos donde, por cuestiones de coyuntura del mercado, los márgenes fueron positivos, pero no hubo consistencia en el periodo y duración de esos momentos”, explicaron.
“En el balance podemos estimar que en el 90% del periodo analizado los márgenes de la industria fueron consistentemente negativos. En la última semana de julio apareció una nueva golondrina que produjo una reversión de los márgenes de molienda, de -25 USD/ton a -30 negativos hace un par de semanas a 5 USD/ton positivos, resultado del cálculo efectuado a fines de Julio. Esto se produjo a partir de un considerable aumento en los precios del aceite de soja y la harina de soja en las cotizaciones del mercado FOB (precio índice y referente de exportación), y una suba poco significativa en el precio del grano de soja, la materia prima del proceso agroindustrial para la elaboración de aceites y harinas”, señalaron desde la entidad.
Tiempo después, a pocos días de finalizado julio, los márgenes de molienda volvieron a ser negativos. “Los precios del aceite y la harina de soja en el mercado internacional volvieron a bajar”, remarcaron.
Desde las cámaras empresarias, explicaron que los márgenes negativos se atribuyen parte a que “las retenciones distorsionan los costos operativos, y los márgenes de molienda, al gravar también a los impuestos y servicios”.
Menos dólares para el país
En conjunto con el Centro de Exportadores de Cereales (CEC), Ciara informó que durante el último mes de julio las empresas del sector liquidaron la suma de USD 1.925 millones de dólares; representando una baja de 39.2% en relación al mismo mes de julio de 2022, pero manifestando un crecimiento del 21,8% con relación a junio de este año.
“Comparado los primeros siete meses del año con los de 2022, el sector cerealero-oleaginoso perdió valores de ventas al exterior por un 42%”, lamentaron. En detalle, durante los primeros siete meses del año el ingreso de divisas fue de USD 12.957 millones, lo que marcó una baja real de USD 9.352 millones con relación al mismo período del 2022, cuando se alcanzó un récord de USD 22.309 millones.
El ingreso de divisas del mes de julio es el resultado de la magra cosecha gruesa, fuertemente impactada por la sequía, el inicio del dólar especial del Decreto 378/23 y la situación económica general.
“El ingreso mensual de divisas, transformadas en pesos, es el mecanismo que permite seguir comprando granos a los productores al mejor precio posible. La liquidación de divisas está fundamentalmente relacionada con la compra de granos que luego serán exportados, ya sea en su mismo estado o como productos procesados, luego de una transformación industrial”, aclararon.
Cabe recordar, además, que la mayor parte del ingreso de divisas en el sector se produce con bastante antelación a la exportación, anticipación que ronda los 30 días en el caso de la exportación de granos y alcanza hasta los 90 días en el caso de la exportación de aceites y harinas proteicas. Esa anticipación depende también del momento de la campaña y del grano de que se trate, por lo que, según las entidades, no existen retrasos en la liquidación de divisas.
Seguir leyendo: