Las tasas de interés tuvieron subas sin precedentes para el mandato de Alberto Fernández durante 2023. Tras años de resistencia a aumentar los rendimientos de los depósitos en pesos, el Banco Central subió 22 puntos porcentuales la tasa mínima que obliga a pagar a los bancos por los depósitos a plazo fijo minorista, presionado por el avance de la inflación, por encima del umbral del 100 por ciento anual.
El rendimiento de los depósitos a 30 días llegó así al 97% nominal anual, que se mantuvo sin variantes en julio, confirmarse una desaceleración de la inflación en junio, por un margen mayor al previsto por mediciones alternativas. Esta tasa nominal, que es la de política monetaria establecida por el BCRA, se transforma en una tasa efectiva anual del 152% por el interés compuesto de renovar capital e interés a lo largo de doce meses.
Apuntaló al stock de los plazos fijos que por primera vez desde fines del año pasado, el rendimiento de las colocaciones quedó en terreno positivo en junio: le ganó por dos puntos porcentuales a la inflación de 6% medida por el INDEC. Esto porque el nivel actual de 97% nominal anual equivale a una tasa efectiva mensual de 8% mensual, lo que debería contribuir a contener la presión dolarizadora que se volvió a evidenciar en las últimas jornadas.
Con estimaciones privadas que ubican a la inflación de julio en torno al 7%, los ahorristas que apostaron por el plazo fijo volvieron a obtener en el último mes una tasa real positiva del 1 por ciento. Sin embargo, al observar una suba del dólar libre de 56 pesos o un 11,3% a lo largo del mes, hasta los 550 pesos, el billete verde no solo superó otra vez a la inflación, sino que rindió tres puntos por encima del plazo fijo.
Con siete meses transcurridos en 2023, entonces, es momento de evaluar cómo les fue a los ahorristas que apostaron por las alternativas minoristas más conservadoras a la hora de proteger los ahorros: el plazo fijo y el dólar.
El rendimiento del 97% los plazos fijos actual equivale a un 7,97% de interés efectivo mensual directo, lo que se obtiene en 30 días. Pero los plazos fijos no ofrecieron esa tasa todo el año. Empezaron en el 75% anual, en abril ya pagaban 78% y recién a mediados de mayo y principios de junio quienes hicieron sus depósitos empezaron a gozar de la tasa actual plena. Así, el rendimiento de los depósitos bancarios fue creciendo en paralelo con la aceleración inflacionaria.
El dólar libre le ganó la carrera al plazo fijo en julio, pero en el balance de los primeros siete meses del año quedó levemente abajo
Así, un argentino que depositó a plazo fijo $100.000 el último día hábil de 2022 y, cada 30 días, lo fue renovando -tanto capital como intereses- tendría en la actualidad $159.538,31 en total. Un rendimiento del 59,5% acumulado en siete meses, ligeramente debajo de una inflación estimada en el 61% acumulado en lo que va de 2023, en caso de confirmarse una cifra próxima al 7% en julio.
¿Y qué sucedió con el dólar? En este sentido, el billete norteamericano negociado en el mercado libre ganó entre enero y julio unos 204 pesos o un 59%, desde los $346 del cierre del año pasado a los 550 del presente. Por lo tanto, en el balance quedó cinco décimas debajo del plazo fijo y dos puntos porcentuales debajo de la inflación del período.
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