Con gran impacto de la sequía, la actividad económica cayó 1,3% en el primer semestre según un estudio privado

En junio, solo cuatro de once sectores relevados por la consultora de Orlando Ferreres registraron valores positivos. Cómo le fue a cada rubro en la primera mitad de 2023

Guardar
La caída del agro condicionó
La caída del agro condicionó a los resultados generales e inclinó la balanza hacia los números negativos. REUTERS

La actividad económica sigue dando señales de enfriamiento y según un estudio realizado por la consultora Orlando J. Ferreres, en el primer semestre del año registró una caída del 1,3%, en comparación con el mismo período del 2022.

El resultado negativo, explicaron los especialistas, se relaciona con los números que está registrando la actividad agrícola. “De todas maneras la industria y el comercio también muestran en junio una aceleración en la contracción de su actividad, reflejando el enfriamiento general de la marcha económica. Para la segunda mitad del año no esperamos una mejora del contexto, pero a medida que el agro mejore sus cifras se moderará la tasa de caída general”, aseguraron los expertos.

Mejoras y caídas

Aunque la actividad económica general se contrajo en los primeros seis meses del año, hay sectores que siguen mostrando indicios de recuperación. Al que mejor le está yendo, sin lugar a dudas, es el rubro de “minas y canteras”, que mejoró 8,2% entre enero y junio de 2023.

También tuvieron una buena primera mitad la construcción (5,5%), los servicios sociales y de salud (2,1%) y la administración pública (1,5%).

Se mantuvieron prácticamente estables la industria manufacturera (0,7%), el comercio (0,6%) y las actividades inmobiliarias (0,3%), mientras que se achicaron el sectores de “transporte, almacenamiento y comunicaciones” (-0,4%), la intermediación financiera (-1,7%) y el rubro de agricultura, ganadería, caza y silvicultura (-32,4%).

La lectura cambia si se pone el foco únicamente en el sexto mes del año. De acuerdo al estudio, en junio solo cuatro de los once sectores relevados crecieron.

Una vez más, el de mejor desempeño, al menos en comparación a lo ocurrido en 2022, fue el rubro de “minas y canteras”, cuyo nivel de actividad se incrementó 7,3%. Según precisaron desde la consultora, en el sexto mes de 2023 hubo una expansión del 8% en la producción de petróleo, mientras que la extracción gasífera creció 6,8%.

En contraparte, el rubro que más cayó fue el agro, que en junio se contrajo un 40%. “Para el sexto mes del año estimamos una contracción de la producción agrícola de 50,7%, que junto a una actividad ganadera 10,3% mayor a la de hace un año deja al agregado del sector con una caída de 40%”, detallaron.

Fue mucho más moderada la retracción de la industria manufacturera, que tuvo en junio una baja de 2,6% anual, mientras que la serie desestacionalizada reveló una contracción de 1,4% respecto de mayo. “Entre los sectores que componen esa rama de actividad, la producción de alimentos continúa retraída principalmente por el bajo nivel de la industria aceitera; a su vez, algunos rubros que durante la primera parte del año empujaban el crecimiento presentan ahora menor dinamismo, como es el caso de los metales básicos y de las maquinarias y equipos, donde solo la industria automotriz muestra expansión respecto al año pasado, aunque con tasas cada vez menores”, sostuvieron los analistas.

La industria automotriz fue a
La industria automotriz fue a contramano del promedio general y creció con fuerza en la primera mitad del año.

El sector energético, por su parte, registró para el sexto mes del año una contracción de 3,8%, acumulando para el primer semestre una mejora en el margen de 0,1%. En el detalle de generación eléctrica, Cammesa observó una caída en la generación eléctrica de 6,6% en la medición interanual, acompañando la contracción registrada en la demanda.

Desde la compañía eléctrica explicaron que la menor demanda se produjo en el sector residencial, como consecuencia de las temperaturas más elevadas de junio.

Aceleración de la contracción

De acuerdo a los informes elaborados por Orlando J. Ferreres, las caídas interanuales de la actividad económica han mantenido una tendencia a la aceleración durante la primera mitad del año.

En enero, asegura la consultora, la actividad económica creció 2,1%, pero luego se achicó 0,4% en febrero. En marzo se volvió a registrar un resultado positivo, con una mejora interanual del 1,9%, pero a partir de entonces ya no se volvieron a ver señales de crecimiento a nivel general.

La medición mostró una baja del 3,5% en abril, una caída del 2,7% en mayo y un retroceso del 4,4% en junio, en lo que fue hasta el momento el peor resultado en lo que va del 2023.

Seguir leyendo:

Guardar