Con un nuevo máximo nominal alcanzado esta tarde el dólar libre vuelve a ser noticia. La divisa estiró la ganancia en el tramo final de los negocios y cerró operada a $553 para la venta, en un nuevo récord. Este jueves subió siete pesos o un 1,3 por ciento. Y en el trayecto de julio acumula un ascenso de 59 pesos o un 11,9 por ciento.
Con un dólar mayorista que ganó 60 centavos a $273,10, la brecha cambiaria quedó en el 102,5 por ciento.
Motivos para este incremento del valor del billete no faltan, incluso los principales factores alcistas se vinculan con las propias señales oficiales, a través de medidas para intervenir el mercado y demorar una eventual devaluación.
1) Medidas cambiarias. En el marco de las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Gobierno incrementó a partir del lunes 24 en 10 puntos porcentuales del precio del dólar ahorro, por el incremento de la percepción a cuenta de Ganancias y Bienes Personales, la cual pasó del 35% al 45%, lo que llevó al recargo para la compra de billetes del 65% que regía hasta la semana pasada al 75% actual. Entre las medidas oficiales que presionan al tipo de cambio está el un nuevo Impuesto Para una Argentina Inclusiva y Solidaria (PAIS) que encarece las importaciones de servicios en 25% y de bienes en 7,5 por ciento.
2) Más emisión. Al validar un dólar agro ahora en los $340, un 25% más caro que el dólar mayorista a $273,10, el Banco Central también debe emitir más para comprar reservas en el mercado de cambios. Ese flujo de pesos va a presionar a los dólares bursátiles y, en forma indirecta al dólar “blue”, pues ahora todas estas cotizaciones están oscilando en torno a sus máximos.
Hay que recordar que entre asistencia monetaria directa del BCRA al Tesoro, más la emisión de pesos efectuada por la entidad monetaria para intervenir en el mercado secundario de bonos, en lo que va de 2023 se lleva inyectada una liquidez próxima a los 4 billones de pesos, un 2,2% del PBI. Esta masa de pesos alimenta a la inflación así como a las cotizaciones de la divisa de EEUU.
3) Cobertura electoral. En 2023 hay elecciones presidenciales. La perspectiva de un cambio de política económica con flexibilización de las regulaciones cambiarias le da mayor margen a la suba del tipo de cambio, lo que se define como devaluación o “salto discreto” del dólar oficial. Esta especulación, donde ya no se discute una eventual devaluación, sino la magnitud de la misma, incentiva las apuestas por un dólar más caro, lo que convalidará próximas alzas.
4) La pelea con la inflación. La suba generalizada de los precios también contagia al valor del billete, en particular en el mercado libre. El repunte de la divisa, estiró a 59 pesos o un 11,9% el ascenso en lo que va de julio, una tasa que ya supera a la inflación esperada para el mes en curso. En el mismo sentido, el dólar “blue” se empieza a posicionar ahora como una inversión ganadora contra la inflación, pues en lo que va de 2023 gana 207 pesos o un 59,8%, una tasa por encima de la suba general de precios de 50,7% en el primer semestre.
En este sentido, el nuevo dólar agro también va a incentivar a la inflación al incrementar insumos para la producción de alimentos en el mercado interno y, por lo tanto, no está definido aún que la inflación haya alcanzado un techo para el corto plazo, lo que genera más incertidumbre cambiaria.
5) Pocas reservas en el BCRA. Las reservas internacionales brutas del Banco Central decrecieron el miércoles en USD 94 millones, para finalizar en USD 25.252 millones, muy cerca del piso desde diciembre de 2015 de dólares. En el transcurso de 2023 este stock de activos desciende en USD 19.346 millones o 43,4 por ciento.
Estas divisas son escasas como respaldo a los pesos que circulan en la economía y esa sensación de insolvencia repercute en más demanda y precios más altos para el dólar “blue” y también las paridades bursátiles.
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