Este jueves el directorio del Fondo Monetario Internacional tendrá la que posiblemente sea su última reunión formal antes del inicio del receso de verano en los Estados Unidos, que comenzará el 1° de agosto. No está en la agenda, al menos de manera pública, el caso argentino, cuyo expediente por estas horas gira por los despachos del organismo antes de ver a luz, una instancia en el Ministerio de Economía ubica en los próximos días. Como los tiempos no dan para que el FMI envíe un desembolso antes del lunes, el Gobierno deberá buscar alguna alternativa para evitar entrar en atrasos por los vencimientos.
Ya con la delegación argentina que había sido enviada a Washington de nuevo en Buenos Aires, se diluyeron en las últimas horas las chances de que el propio ministro de Economía Sergio Massa se suba a un avión para cerrar las últimas costuras del acuerdo técnico que habilite un giro de divisas suficiente para pagar los USD 3.500 millones que se vencen entre el lunes y el martes de la semana que viene.
Por lo pronto, Massa anticipó que el desembolso llegaría en la tercera semana de agosto, luego del receso y de las elecciones primarias. Claro que, para contar con esos dólares desde el organismo, primero debería tener lugar un paso clave, que es la aprobación del board.
Punto por punto: qué separa al Gobierno del desembolso
-El trámite interno: el preacuerdo técnico que aseguraron haber encontrado el Fondo Monetario y el equipo económico el fin de semana siguió en las últimas horas una ruta habitual para este tipo de casos, según aseguran en el Ministerio de Economía. Es una ruta corta y que transita dentro de los despachos de la calle 19 y la esquina de la avenida Pensilvania.
Una vez que ese consenso preliminar tiene lugar, el expediente tiene que pasar primero por un trámite interno por distintos departamentos, como el de finanzas, de legales y de mercado de capitales, entre otros. Una vez superado ese escollo, el staff está en condiciones de terminar de elaborar el reporte que luego elevará al directorio.
-Sesión del directorio: es el último paso antes de que pueda quedar liberado un desembolso. Para conseguir este respaldo final el Gobierno necesita el apoyo de los principales accionistas, empezando por los Estados Unidos, que ocupa la silla principal y la única que tiene poder de veto. También le siguen, en importancia, Japón, China y Alemania, algunos de ellos con posiciones duras respecto a hacer concesiones a la Argentina.
Este jueves 27 está prevista la última sesión formal del directorio, en el que los miembros discutirán la primera revisión trimestral del programa con Malaui, un país del sureste africano que recibió un desembolso de 90 millones de dólares en mayo pasado. En la agenda no aparece, al menos de manera pública, el caso argentino.
Pero otras voces que conocen el funcionamiento y dinámica interna del organismo aseguran que el expediente del Extended Fund Facility (EFF) argentino forma parte de discusiones informales del board de manera diaria, según pudo saber Infobae.
-El juego de tiempos: en aras de la excepcionalidad, como podría ser encuadrado el programa y la discusión argentina, los expertos aseguran que el paréntesis de dos semanas que suele haber entre la conformación de un reporte de staff y su elevación al directorio podría ser más corto. Massa, de todas formas, aseguró anoche en declaraciones televisivas que “en términos técnicos está todo arreglado, el receso no va a jugar ningún papel”.
La pregunta sobre los tiempos surgió porque la extensión de las negociaciones llevó hasta el límite la hoja de ruta. El lunes 31 de julio y el 1° de agosto, es decir el lunes y martes de la semana próxima, caerán vencimientos por casi USD 3.500 millones, entre los USD 2.660 millones de capital y USD 830 millones de interés.
Como no habrá tiempo para contar con el desembolso antes de esa fecha -ya que el ministro de Economía aseguró que el primer envío de divisas llegaría después de las PASO- necesitaría el Poder Ejecutivo otra ingeniería para afrontar esos pagos. A fines de junio, Economía pagó con Derechos Especiales de Giro (DEG) remanentes en el Banco Central y con yuanes. Para este mes sólo podría contar con moneda china.
-Desembolsos posibles: los números terminarán de ser exactos cuando se haga público el Staff Level Agreement, algo que Massa espera que tenga lugar el jueves. En ese comunicado el Fondo Monetario explicitará cómo quedará el panorama de los próximos meses en la relación con el organismo.
Lo poco que se sabe fue comentado en distintas instancias por Massa pero fue no aún confirmado por el Fondo. Entre esos aspectos están: en primer lugar, que una vez que se llegue a un acuerdo por esta quinta revisión técnica -que en rigor evaluó el cumplimiento de las metas del primer trimestre del año-, se suspenderán las conversaciones técnicas hasta que termine el proceso electoral y se retomarían a fines de noviembre.
Por otra parte, que ese esquema incluiría así dos desembolsos, en la segunda quincena de agosto y a fines de noviembre. Originalmente, en el programa todavía vigente, las instancias de giro de divisas desde Washington eran tres: junio, septiembre y diciembre. El primer desembolso sería el más numeroso. Algunas pistas que dejó entrever Massa dan a entender que el primer envío rondaría los USD 8.000 millones y, el remanente para noviembre, sería de unos USD 2.800 millones.
Así completaría los 10.800 millones de dólares que restaban llegar en lo que queda de 2023 a las arcas del Banco Central. Lo que cambiaría con notoriedad es el formato de llegada de esos dólares respecto a la hoja de ruta original. Con USD 8.000 millones de desembolsos en agosto, el Gobierno contaría con fondos para pagar los vencimientos de agosto, septiembre y octubre. Hasta quedaría con un mínimo saldo “a favor” de USD 300 millones.
-La lectura del mercado: más allá de este último número, la consultora PxQ advirtió que hubo un vencimiento grande, el de junio, que fue pagado sin desembolsos previos. “Habrá que seguir de cerca los detalles de los montos a desembolsar para entender si hay adelanto de fondos o recomposición de lo atrasado (junio) y cómo da el flujo neto entre ingresos y egresos en 2023″, apuntaron en un informe reciente. Así, ese saldo “a favor” quedaría muy relativizado.
Equilibra, por su parte, también consideró que “los tiempos formales no dan para que el acuerdo lo apruebe el Directorio antes de que termine julio”, por lo cual “el Gobierno debería pagar a fin de mes los vencimientos por USD 2.644 millones con recursos propios -si quisiera utilizar sólo yuanes, debería activar el segundo tramo del swap con China por USD 5.000 ya que sólo tendría disponibles USD 1.700 millones del primer tramo según nuestros cálculos- o no pagar, a sabiendas de que el acuerdo está próximo a pasar por el Directorio del FMI. Esta segunda opción podría traer tensión en los mercados”, analizaron.
Por su parte, Ecolatina también hizo foco en el uso de moneda china para saldar los vencimientos que se avecinan. En ese sentido, plantearon que la demora ”podría forzar a volver a utilizar nuevamente yuanes (ya se utilizaron cerca de USD 3.500 millones, incluyendo el pago al FMI de finales de junio). Sin embargo, eso acotaría el poder de fuego del BCRA para intervenir en el mercado cambiario”, mencionaron.
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