Habiendo ya generado más de USD 300 millones en venta de tickets, el Eras Tour de Taylor Swift se encamina a romper la barrera de los USD 1.000 millones solo por ese concepto y convertirse en la gira musical más taquillera de la historia.
Swift, la cantante pop más exitosa de su generación, lo logrará en poco menos de un año, cuando en febrero y marzo de 2024 complete en Tokyo y Singapur la gira en curso, cuya programación original abarcaba un total de 131 conciertos en 17 estados de EEUU y un periplo por 5 continentes, pero se va agrandando a medida que las ventas rompen récords.
En Brasil, por caso, estaban programados 3 conciertos, pero serán 5, y en la Argentina pasaron de 2 a 3, con lo cual en la cancha de River la verán, en vivo, unos 250.000 “swifties”.
En las primeras 22 presentaciones de Tay, como también la llaman los fans de EEUU, la venta de tickets ya sumó USD 300 millones, a un promedio de USD 13 millones por concierto.
Adiós récord de ladrillo amarillo
El Eras Tour superará así el récord que aún ostenta Elton John, cuyo Farewell Yellow Brick Road generó una taquilla de USD 818 millones, pero en cinco años, y también dejará atrás la marca del británico Ed Sheeran, que entre 2017 y 2019 vendió tickets por USD 736 milllones (curiosamente, Sheeran debe parte de su éxito a Elton John, quien le hizo cambiar de sello musical, y fue telonero del Red Tour 2013-14 de Swift).
En el ranking de giras mundiales más taquilleras detrás se ubican U2, que con Bono a la cabeza entre 2009 y 2011 vendió tickets por casi el mismo valor de Sheeran; Guns N’Roses (USD 584 millones en su gira 2016-2019) y los Rolling Stones (USD 558 millones, en su Bigger Band Tour, de 2005 a 2007).
Aparte de la venta de tickets, Swift mueve las cifras de hotelería y gastronomía, a punto tal que la Reserva Federal de EEUU dio cuenta de su efecto sobre los gastos de consumo en sus presentaciones en Pennsylvania, un instituto de investigación calculó que su gira añadirá USD 140 millones al PBI de Colorado y que el efecto conjunto del Eras Tour dentro de EEUU será un movimiento de USD 4.600 millones entre tickets y gastos diversos.
Anticipación
Otra constatación sorprendente es la anticipación del “efecto Swift”. Una reciente nota del Financial Times dio cuenta de que sus 6 presentaciones en Singapur hicieron que las tarifas de hoteles de 3 y 4 estrellas de ese centro financiero asiático para la semana del 2 al 9 de marzo de 2024 aumentaran 20% y el precio de los pasajes aéreos desde países vecinos en esas fechas se triplicara.
Además, las presentaciones de Taylor generaron un reclamo masivo de adecuación del calendario escolar. Por ahora al menos, el ministro de Educación de Singapur, Chan Chung Sing, dijo que no. Conceder esa semana –explicó- “podría aumentar más la inflación”, fenómeno que produjo Beyoncé, otra megaestrella pop, en sus presentaciones en Estocolmo, la capital de Suecia. Hong Kong, que hace décadas compite con Singapur como centro financiero del sur de Asia, quedó desairada porque Taylor no pasará por allí, entre otras razones, por falta de una locación adecuada.
Messimanía
En tanto, en EEUU, el precio promedio de las entradas para los partidos de local del Inter de Miami, el nuevo equipo de Lionel Messi, aumentó 459%, de 152 a 850 dólares, según datos de TicketiQ. El costo de las entradas a los próximos 7 partidos del Inter como visitante aumentó 558% y los boletos más baratos para el debut de Messi, coronado por el gol de tiro libre que le dio la victoria al Inter ante el Cruz Azul el viernes por la noche, promediaron 1.294 dólares, según datos consignados por la revista Forbes.
Eso no es todo: según TicketiQ los asientos de primera fila y a la altura del medio campo costaron en promedio la friolera de USD 23.737, cifra que no desalentó la concurrencia de Lebron James, Serena William y Kim Kardashian. Forbes, que hizo una especialidad de medirle la fortuna a súper-ricos y celebridades, calculó que a lo largo de su carrera Messi ganó unos USD 1.280 millones sumando contratos deportivos e ingresos por patrocinio y publicidad. Según la revista, en 2022 Messi ganó unos USD 130 millones, media docena de millones menos que Cristiano Ronaldo, que sumó 136 millones. Messi recibirá entre USD 50 y 60 millones anuales por su contrato de dos años y medio con el Inter, según dijo el propietario del equipo, Jorge Mas.
Goles son amores
Más concentrado en goles, asistencias, balones de oro, ligas y mundiales, el periodista y escritor Simon Kuper comparó recientemente las trayectorias de Messi y Ronaldo, de quienes destacó no solo sus proezas deportivas, sino el extraordinario período de tiempo, más de 15 años, que se mantuvieron en la cima del deporte más popular del mundo.
Pudieron hacerlo porque aparecieron en el momento justo. “En la década previa al arribo a escena del dúo, el fútbol fue rediseñado para favorecer al super-héroe. El impulsor fue la TV. Antes de los 90s, pocos partidos eran pasados en vivo, los salarios eran relativamente modestos y los mejores jugadores vivían como Estrellas de Rock, despreocupados por el largo plazo: George Best era alcohólico, Johan Cruyff fumador serial y Diego Maradona adicto a la cocaína. Magnates como Rupert Murdoch y Silvio Berlusconi construyeron sus sistemas de TV paga sobre el fútbol. De pronto, los clubes se volvieron proveedores de contenido y las estrellas, contenido Premium”, escribió Kuper. Los jugadores pasaron a estar así mejor protegidos (por los intereses en juego, los árbitros y los ojos de millones de fanáticos) y respondieron a ello, cuidándose a sí mismos, desde la alimentación hasta el entrenamiento diario.
La otra razón de que Messi y Ronaldo se hayan mantenido tanto tiempo en la cima (ganaron 12 de los 13 balones de oro concedidos entre 2008 y 2021) fue la mutua competencia, en especial los 9 años en que se enfrentaron con las camisetas del Barcelona y el Real Madrid. Según Kuper, “Medidos en la longitud de su carreras, Messi y Ronaldo son, en término de logros deportivos, los mayores jugadores que el fútbol haya jamás visto. Su rivalidad los hizo a ambos mejores de lo que habrían sido sin el otro”.
¿Cuán bien pagadas son las mega-estrellas? Según el economista catalán Xavier Sala-i-Martin, profesor de la Universidad de Columbia y exdirectivo del Barcelona, Messi en realidad ha sido mal pagado, como lo son la mayoría de los astros artísticos y deportivos, porque producen lo que llama “bienes no rivales”.
“Cuando Messi marca un gol, el mismo gol es disfrutado por millones de personas en todo el mundo; imaginemos que el placer que experimenta alguien cuando ve un gol de Messi es similar al que experimenta al beberse un café. Si el café vale un euro y se lo beben 300 millones, este gol de Messi tendría que valer 300 millones de euros. Analizando lo que Messi produce y lo que el mercado pagaría si fuese un bien rival (que sólo puede ser consumido por una persona) Messi cobra poco”, señaló hace años en su blog el prestigioso catedrático y amigo de Pep Guardiola, el actual técnico del Manchester City, a quien admira tanto como a Messi. De hecho, en uno de sus libros de Economía abrió el capítulo sobre “Innovación” dando como ejemplo el día que Guardiola puso a Messi de “falso 9″ y el equipo blaugrana le ganó 6 a 2 al Real Madrid.
Acicate
Taylor Swift tal vez no tenga el acicate competitivo que se prodigaron Messi y Ronaldo, aunque quedó por cierto dolida -y lo trasunta en una de sus canciones- cuando, tras recibir un premio de MTV, Kanye West le sacó el micrófono de las manos para decir que, en realidad, el premio lo merecía Beyoncé, la de la inflación en Suecia.
La joven de 33 años nacida en Pennsylvania y nieta de una cantante de ópera de la que heredó la veta artística, sin embargo, ha sabido defender muy bien sus intereses. Igual que en el deporte, en el que la combinación tecnológica-empresarial-deportiva descripta por Kuper aupó el reinado futbolístico de Messi, Swift también se acomodó a la combinación de su época, a punto tal que decidió regrabar decenas y decenas de canciones que habían quedado en el activo de Spotify para “retomar el control” de su propia producción artística luego de una transacción corporativa con la que no estaba de acuerdo. La empresa de streaming de origen sueco se vio forzada a renegociar y hoy Swift está en el podio de esa plataforma de más de 85 millones de usuarios.
El Eras Tour es también una respuesta a la relativa pérdida de control que artistas como Swift creyeron percibir en los últimos años y buscan recuperar con giras y actuaciones en vivo. Es la faceta de performers, en la que, además de facturar centenares de millones, reciben la adoración de sus fans. Como hace Messi en cada partido.
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