A la espera de los anuncios respecto de las nuevas medidas impositivas y cambiarias para contener el drenaje de reservas, fortalecer la recaudación y allanar el camino al acuerdo con el Fondo Monetario, el equipo económico da las puntadas finales a los detalles de implementación y al cálculo del impacto en todos los frentes.
Casi en tiempo real mientras el titular de la Aduana, Guillermo Michel, y el secretario de Agricultura, Juan José Bahillo, también en el sector privado afinan el lápiz e intentan estimar el impacto no sólo en el ingreso de dólares para alimentar el mercado cambiario sino cuántos recursos adicionales dejarán para el Tesoro el nuevo anticipo de Ganancias a grandes empresas y el recargo impositivo que se cobrará sobre un conjunto de importaciones.
En esa línea, aún con muchas definiciones por conocerse, el economista Fernando Marull proyectó que la nueva versión del “dólar agro” podría reportar unos USD 2.000 millones mientras que en términos de recaudación fiscal, la cifra ascendería a unos USD 600 millones ($170.000 millones) en el mes, lo que representa poco más de un tercio del déficit fiscal del mes pasado, según se informó ayer oficialmente.
La AFIP ya fijó el nuevo pago a cuenta del pago del impuesto a las Ganancias a las empresas que lograron una rentabilidad mayor a $ 600 millones para apuntalar la recaudación
En cualquier caso, se trata de una estimación preliminar ya que resulta complejo, particularmente en el caso de las importaciones, acercar un resultado preciso porque, según explicó Nadin Argañaraz, experto del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), pueden regir exenciones con lo cual las diferentes especificaciones pueden resultar determinantes. “Algo similar ocurre con el dólar agro, es importante qué alcance le van a dar”, agregó.
En cuanto a los ingresos que aportaría el nuevo anticipo de Ganancias, la cifra podría ascender a los $400.000 millones, distribuidos en los diferentes vencimientos que se establezcan. Sin embargo, fuentes oficiales estimaron una cifra mucho menor, de unos $110.000 millones, en función del 15% de adelanto establecido. Existe, en este caso, el antecedente inmediato del año pasado, cuando el ministro de Economía, Sergio Massa, dispuso la misma medida a pocos días de asumir. En ese momento, el calendario se extendió hasta diciembre y permitió al Gobierno recaudar unos $220.000 millones adicionales que sirvieron para cerrar las cuentas del año pasado y cumplir la meta con el FMI.
A partir de ahí, impacto de la sequía mediante, todos los números acusaron un fuerte desajuste y ninguno de los objetivos acordados con el Fondo -desequilibrio fiscal, acumulación de reservas y emisión monetaria para cubrir el déficit- fue alcanzado. En ese contexto, y en el marco de una negociación que se endureció con los técnicos del organismo, el equipo económico avanzará en las próximas horas con el paquete de anuncios que dejó trascender en parte y en parte comenzó a implementar.
De hecho, la AFIP ya fijó el nuevo pago a cuenta del pago del impuesto a las Ganancias a las empresas que lograron una rentabilidad mayor a $ 600 millones para apuntalar la recaudación. Lo determinó a través de la Resolución General 5391/2023 publicada en el Boletín Oficial esta mañana. Se trata de una decisión que forma parte del paquete fiscal adoptado por la caída de la recaudación tributaria frente a la estrepitosa caída de ingresos por retenciones al campo, afectado por la sequía.
El universo alcanzado es de unas 190 empresas, el anticipo será del 15% y deberá ingresarse en tres cuotas. La medida, según el organismo que conduce Carlos Castagneto, se adoptó porque “se ha observado que algunos actores económicos se han visto beneficiados al obtener ingresos extraordinarios por la producción y/o comercialización de ciertos productos así como la prestación de determinados servicios”.
En los considerandos de la medida, la AFIP agregó que “se estima necesario que el Estado implemente herramientas que coadyuven a la redistribución progresiva de los ingresos, en aras de paliar las desigualdades y reducir los impactos negativos sobre los sectores más vulnerables de la población”.
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