Efecto PASO: los inversores empezaron a demandar bonos de deuda provinciales

Los más buscados fueron los títulos de Córdoba y Santa Fe, pero también apuntaron a Chaco y Entre Ríos. Su punto débil es que son de mucha menor liquidez que los bonos soberanos

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Las elecciones primarias de Santa Fe despertaron el interés por el bono de ese distrito con vencimiento en 2027 (Foto: Télam)
Las elecciones primarias de Santa Fe despertaron el interés por el bono de ese distrito con vencimiento en 2027 (Foto: Télam)

Los números de las PASO en Santa Fe resucitaron un mercado en particular, el de los bonos de las deudas provinciales, mientras los títulos nacionales subieron hasta 2,6% como fue el caso del bono más buscado, el GD35.

Javier Casabal, de Adcap Grupo Financiero, señaló que “hubo demanda para el bono de Santa Fe con vencimiento en 2027, con ofertas aproximadamente 4 puntos superiores a las del viernes. Por su parte, la demanda de bonos PDCAR -de la provincia de Córdoba- se mantuvo fuerte a lo largo de la curva. Además, hubo consultas sobre los bonos de Chaco y entre Ríos”.

El trade funcionó a pleno porque los inversores apuntan a las provincias donde el oficialismo puede perder y apuestan a que un cambio de gestión fortalecerá a esos títulos que tienen un inconveniente: son de menor liquidez que los bonos nacionales y por lo tanto no son tan fáciles de comprar y vender. Lo cierto es que la euforia redujo drásticamente el riesgo país en 70 unidades (-3,31%) a 2.092 puntos básicos.

Según el analista financiero Franco Tealdi “en el mercado convivieron dos realidades. Por un lado, la demanda de activos argentinos (acciones y bonos) reavivando el trade electoral, dado el resultado de Santa Fe. Por otro lado, la aceleración de la expectativa de un acuerdo con el FMI creo que trajo algo de demanda por papeles argentinos y alivio por la incertidumbre en ese frente. Todo esto convive con una realidad de corto plazo muy compleja para la Argentina, donde el Central pierde divisas todos los días y al equipo económico se le escapa el valor del dólar salvo cuando interviene como sucedió hoy”.

En este escenario, el dólar libre cedió $2 porque se incrementó la oferta de dólar ahorro aprovechando una diferencia de $50 por dólar y porque “manos amigas” salieron a bajarlo con una moderada oferta, porque es un mercado reducido.

En el mercado de contado inmediato, el dólar MEP comenzó a subir, pero el Banco Central lo cortó sobre el final y redujo la ganancia a $2,28 (+0,5%) y cerró en $487,68. El contado con liquidación (CCL) tuvo suerte opuesta y perdió $15,68 (-1,2%) a $533,71, porque aquí la intervención fue sólida. En el Senebi, donde la negociación es bilateral y los precios no se exhiben en las pantallas, el dólar MEP subió $3 a $507 y el contado con liquidación quedó sin cambios en $537.

En la plaza mayorista el alza de la divisa fue de $1,65 a $266,79. El Banco Central entre venta de yuanes y compra de dólares quedó con un saldo a favor de $53 millones que no pudieron impedir una fuerte baja de las reservas de USD 187 millones a USD 25,845 millones, cerca de los niveles de fines de 2015.

Según el informe de la consultora F2 del analista financiero Andrés Reschini “fue un comienzo parsimonioso con un avance del dólar a un ritmo de 6,4% mensual, el segundo avance diario más lento en lo que va del mes, que hace caer el ritmo devaluatorio en lo que va de julio a 7,2%. A este ritmo julio cerraría en $275,42.”

“Los futuros -agrega el informe- vivieron una rueda con subas de consideración en todo el tramo que abarca lo que resta de 2023. Eso, sumado a un tipo de cambio que ralentizó su marcha, dejó tasas implícitas en un nivel que no habíamos visto. La posición que vence en agosto, por caso, ajustó casi al 420% anual, lo que indica un break even (punto de equilibrio) de devaluación de 14,72% desde hoy hasta el vencimiento del contrato y un 16,5% directo sobre julio. Asimismo, hasta diciembre no hay nada por debajo de 9% efectivo mensual respecto al mes anterior cuando el ritmo devaluatorio promedio es de 7,06% mensual. Mientras no haya mayores precisiones sobre la negociación, el mercado seguirá cubriéndose ante la posibilidad de que no se pueda torcer el brazo del FMI”.

El cierre del dólar en $519 para fin de diciembre, marca una devaluación de 190% para todo el año. En tanto, las acciones rebotaron. Se operaron $7.319 millones y el S&P Merval subió 3,05% en pesos y 4,3% en dólares.

Los ADRs -certificados de tenencias de acciones que cotizan en las Bolsas de Nueva York- negociaron $11.925 millones y tuvieron subas generalizadas. Las más destacadas fueron las de Edenor (+10,35%) y Banco Supervielle (+6,7%).

Para hoy se espera que siga la presión compradora sobre los dólares y los bonos. El trade electoral hace que los inversores asuman riesgos y por eso las acciones podrían verse beneficiadas.

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