Mientras corre el reloj de los vencimientos y se acerca el receso de verano en los Estados Unidos, el Ministerio de Economía espera tener terminada esta semana el acuerdo técnico con el Fondo Monetario Internacional y cerrar de esta forma la negociación con el organismo, que cumple hoy tres meses desde el inicio y tuvo idas y vueltas en torno de los temas y metas a incluir de la política económica oficial y cómo quedarán los esquemas de desembolsos y pagos con Washington.
En ese contexto, esta semana el Palacio de Hacienda dará a conocer uno de los datos centrales de la gestión que están bajo la lupa del staff: el déficit fiscal y el nivel de ajuste en las cuentas públicas que puede aplicar el Poder Ejecutivo en lo que resta del año. Algunas estimaciones privadas proyectaron que en junio cayó el gasto primario en términos reales y continuó así la tendencia que tuvo en los meses anteriores. De esa manera, en el primer semestre del año la poda de las erogaciones habría orillado el 10 por ciento.
El dato sobre la política fiscal no es menor ya que, según dejó trascender Economía, una cuerda disonante en la negociación virtual con los técnicos del Fondo fue, precisamente, el objetivo de recorte del rojo fiscal que quedará firme para este año. El FMI habría postulado una caída hasta 1,5% del PBI -a fines de 2022, como comparación, había sido de 2,3% del Producto- mientras el Gobierno aceptaría solo sostener el 1,9% estipulado en la hoja de ruta original.
En un informe reciente, la consultora LCG planteó que a lo largo de junio los ingresos todavía tendrán un avance por debajo de la inflación (-6%) por efecto de la sequía y la menor recaudación de derechos de exportación. “De lado del gasto, entendemos que la dinámica de ajuste que se veía en los meses previos se sostuvo en junio (-7% anual real)”, mencionaron. En total, LCG proyectó un un déficit primario en torno a $600.000 millones en junio, lo que equivale a 0,4% del PBI.
“En el año, el rojo primario ascendería a $1,9 billones, 1,1% del PBI”, concluyeron. Como referencia: en el esquema de metas original para mitad de año se preveía un déficit de 1,184 billones. Parte del desvío podría estar explicado en una nominalidad más alta de lo utilizado para las proyecciones del acuerdo, que incluía una inflación de 60 por ciento.
Analytica también hizo su propia estimación del comportamiento del gasto público en el sexto mes del año. “En junio, el gasto real devengado sin estacionalidad se incrementó en $14.391 millones (+0,6%) respecto de mayo, y en su comparación interanual, resultó 13,3% inferior”, precisó. “Si se excluye el gasto en subsidios energéticos, la variación fue de -7,6 por ciento”.
Los analistas estiraron la visión al primer semestre. “En los primeros seis meses de este año cayó un 10,4 por ciento. Entre las partidas con mayores ajustes respecto al 2022 figuran los subsidios económicos (-38%), en particular los destinados a la energía (-41,7%) debido a la disminución de subsidios”. Por otro lado, puntualizaron, “se registró un incremento del 22,5% interanual en el gasto de capital, con aumentos del 5,3% en construcciones y del 51,2% en las transferencias de capital. La clave pasa por el cierre de la obra del gasoducto Néstor Kirchner”.
Al observar qué nivel de recorte real del gasto hubo en cada mes de este año, Analytica consideró que el de junio fue el segundo más pronunciado del año (13,3%) y confirmaría una tendencia de incremento en el ritmo de poda, pues en mayo había sido de -11,9%, en abril de -11,4%, en marzo -6,3% y en febrero -4,6 por ciento. Solo enero tuvo un ajuste más pronunciado, con 14,6 por ciento.
La Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC) también hizo sus propias estimaciones sobre la variación del gasto en la primera mitad del año. En el primer semestre el gasto primario fue de casi 12,8 billones de pesos, lo que implicaría una reducción en términos reales, descontando la inflación, de 9,8 puntos porcentuales. El gasto total, al incluir los intereses de deuda -que crecieron 18,3% real- tuvo entre enero y junio una caída un poco más leve, de 7,8 por ciento.
“Los subsidios económicos ($1,7 billones) registraron una disminución de 20,3% anual, impulsada por los destinados a la energía (27,3% anual) y otros componentes (11,7% anual). En cambio, las transferencias al sector transporte crecieron 15,1% anual. Respecto a los subsidios energéticos ($1.276.207 millones) se observó una caída de 27,3% en términos reales. El componente más significativo correspondió a las transferencias a Cammesa con un gasto de $690.322 millones, representando una reducción de 40,8% a/a. Al respecto, debido al aumento de tarifas el porcentaje de cobertura de los costos mayoristas de generación cubierto por medio de las tarifas que pagan los usuarios pasó de 47% en el primer semestre de 2022 a 55% en igual período de este año”, concluyó OPC.
Una nota metodológica al margen: tanto Analytica como OPC utilizan como insumo para sus cálculos el gasto base devengado, es decir los compromisos de pago emitidos por el Estado. Así, no resulta un número exactamente equiparable al informe mensual de la Secretaría de Hacienda -el dato de junio se conocerá el jueves- que se expresa en base caja, es decir lo efectivamente pagado. La diferencia entre un número y otro configura los atrasos de pago o deuda flotante.
El juego de tiempos para cerrar un acuerdo con el FMI es cada vez más estrecho. Tal como publicó Infobae, Massa apuesta a tener cerrado esta semana el acuerdo con el staff, días después de que su equipo de funcionarios mude la discusión técnica a Washington. Si esos tiempos se cumplieran, aún así quedaría comprometida la posibilidad de contar a lo largo de julio con el desembolso del directorio: desde el apretón de manos con el staff hasta la luz verde final del board suele haber un espacio de al menos dos semanas, y el 31 de julio el Fondo ingresará en receso de verano en el hemisferio norte hasta el 11 de agosto. Los vencimientos para las próximas semanas superan por poco los USD 3.500 millones, entre los casi USD 2.600 millones de capital a vencer el último día del mes y el resto, de intereses, el 1° de agosto.
Este domingo, en un acto de campaña en Pilar, el ministro de Economía y candidato presidencial Sergio Massa volvió a hablar sobre la negociación con el FMI y dijo que el programa con el organismo “es un ancla”. No obstante, agregó, “nos hizo perder soberanía. Nos hemos planteado un desafío: discutir de igual a igual defendiendo nuestra convicción y el interés de la Argentina”.
Más en ropa de candidato que de ministro, Massa arengó: “También nos planteamos como proyecto de país un desafío para los próximos cuatro años: aumentar las exportaciones, vender el trabajo argentino al mundo, acumular reservas para pagarle al Fondo y que se vayan de la Argentina. Queremos decidir nuestro propio proyecto, no queremos que nos digan otros cómo desarrollarnos”.
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