La demora en alcanzar un renovado acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y una inflación persistentemente alta contribuyeron esta semana a disparar el precio del dólar libre a nuevos máximos. Esta suba también era previsible, dada la habitual conducta “dolarizadora” del ahorrista argentino ante la proximidad de las elecciones.
Con ese marco, el dólar libre aceleró la suba sobre el cierre de la semana y concluyó operado a $522 para la venta, con un alza de 30 pesos o un 6,1% respecto del viernes anterior. La divisa llegó a pactarse a un máximo histórico de 525 pesos.
Con un dólar mayorista que ganó 4,05 pesos o 1,6% semanal, a $265,05, la brecha cambiaria alcanzó el 96,9 por ciento.
“Las dificultades para cerrar la renegociación del acuerdo con el FMI no le dan respiro al Gobierno, el cual se encuentra en una posición de alta vulnerabilidad con reservas en niveles críticos y enfrentándose a fin de mes con vencimientos y pago de intereses que deben pagarse inmediatamente para evitar el default”, explicaron los analistas del Grupo IEB (Invertir en Bolsa).
La totalidad a pagar el Fondo suma USD 3.432 millones, que corresponden a USD 2.631 millones por vencimientos que deben pagarse el 31 de julio, más USD 801 millones en concepto de intereses que deberán pagarse el 1 de agosto.
En la semana, el Banco Central concluyó con un importante resultado neto negativo por su intervención, por unos 464 millones de dólares. En el desglose, la entidad monetaria totalizó compras por USD 85 millones y ventas en yuanes por 3.936 millones de yuanes, equivalentes a 549 millones de dólares. En julio el BCRA lleva efectuadas ventas netas en el MULC por unos USD 954 millones, según datos sujetos a ajuste.
En la semana el dólar agro -a un tipo de cambio de $300 y circunscripto en julio a producciones regionales- totalizó ingresos por 77 millones de dólares.
Leves ganancias para acciones y bonos
El índice S&P Merval de la Bolsa de Buenos Aires registró una fuerte caída el viernes, que redujo la ganancia semanal a un marginal 0,1% en dólares “contado con liqui”, aunque medido en pesos y despojado del salto del tipo de cambio implícito quedó en el 4,7%, en unos 443.303 puntos. El panel de acciones líderes registró un récord nominal de 452.626 unidades el jueves.
“Algunas empresas cierran la semana con subas respecto al viernes pasado. Teniendo en cuenta las expectativas respecto al acuerdo con el FMI, y las notables subas que acumulan en el año, es un movimiento lógico en un mercado que sigue sin perder la tendencia positiva en todos los sectores”, destacaron fuentes del Ministerio de Economía. .
Los bonos en dólares también interrumpieron la recuperación de los precios y quedaron neutros en el balance semanal, debido al desplome del 3% en promedio del viernes. En la misma línea, el riesgo país de JP Morgan subió 13 unidades, a 2.112 puntos básicos.
En el marco local, el INDEC publicó el jueves el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de junio, con un incremento del 6%, una considerable desaceleración respecto al 7,8% del mes anterior. En términos interanuales, la suba de precios se estableció en un 115,6 por ciento.
“Los bonos nacionales en pesos continúan con desempeño positivo. Luego del buen dato de inflación dado a conocer por el Indec, los bonos en pesos indexados al CER siguen con subas en los bonos –cortos y largos– generando una normalización en la curva de rendimientos”, destacaron las fuentes oficiales.
“Si bien el dato de inflación del mes de junio muestra una desaceleración respecto de los niveles que se registran desde marzo, sigue constituyendo un nivel de variación mensual alto. Esto se desprende de un abordaje ineficaz y con los excesos monetarios que se habían pautado detenerse vía una menor asistencia al Tesoro lo que aún no se evidenció”, estimó Martín Calveira, economista investigador del IAE Business School de la Universidad Austral.
“Es prácticamente imposibilidad arribar a un sendero desinflacionario persistente sin programa, sin anclas, sin disminución del financiamiento monetario al Tesoro y en un año electoral”, agregó Calveira.
“Ante este panorama complejo, donde tener pesos sin invertir genera pérdidas de poder adquisitivo de gran magnitud, consideramos que posicionarse en activos CER y en algunos activos que ajustan por devaluación representan la mejor opción para resguardar valor contra la inflación”, subrayó un informe del equipo de Research de IOL InvertirOnline.
En el plano externo, el economista Luis Palma Cané, director de Fimades, indicó que “en cuanto a las implicancias para la política monetaria de los EEUU, todavía la inflación se ubica por debajo de la tasa de interés actual de la Fed. Por lo tanto, es de esperarse que ante este escenario la Reserva Federal persista con su pausa en la suba de tasas de interés”, una señal que da impulso a la suba de las acciones.
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