El diputado nacional Luciano Laspina, principal referente económico de Patricia Bullrich, presentó en Rosario su libro “Desenredar la Argentina”, escrito donde plantea una serie de medidas e ideas para poner fin a los principales problemas macroeconómicos del país en el corto, mediano y largo plazo.
Durante la presentación, que se realizó en la Fundación Libertad, Laspina estuvo acompañado por el economista y diputado nacional, Ricardo López Murphy, y por el diputado y precandidato a vicegobernador de Santa Fe, Federico Angelini.
En conferencia, Laspina resumió algunas de las ideas expuestas en el libro y denunció que “el cepo es la base del kirchnerismo”. Desde su punto de vista, es la manera de controlar y de expandir el Estado, de decidir quién importa y quién exporta, quién compra divisas y quién no. “Por eso tenemos que aspirar a prohibirlo por ley, porque cuando lo tenemos a mano se producen profecías autocumplidas. Hay que sacarlo y dejar que la gente elija en qué moneda ahorrar y comerciar”, apuntó.
“El populismo siempre se va tirando del mantel. Es recurrente que haya miedo en las elecciones, pero tenemos que tener la convicción de mostrar la manera diferente en la que pensamos gobernar el país”, agregó.
“No podemos convalidar más la maraña interminable de impuestos, regímenes especiales, jubilaciones especiales, de privilegio, prohibiciones, subsidios y restricciones que enredaron tanto al país que lo aislaron y lo convirtieron en uno de los más atrasados del mundo. Todo ese enredo desincentiva, ahuyenta, repele a quien desea crear trabajos y empresas. Hay que volver a una Argentina más simple, más previsible que entusiasme a trabajadores y a empresarios por igual”, continuó Laspina.
El diputado planteó que la Argentina tiene un gran potencial para convertirse en uno de los proveedores principales de energía para el mundo. “Contamos con reservas de gas y petróleo, vientos y territorio despoblado para energía eólica, mar y vientos para producir hidrógeno verde que se exporta. La primera condición que es la disponibilidad ,está”, recordó.
Asimismo, señaló que para poder explotar el potencial económico del país es importante que el marco regulatorio no interfiera en los precios y que las reglas impositivas, regulatorias y cambiarias le impidan a un próximo gobierno “confiscar la inversión privada”.
“Lo primero que uno tiene que entender cuando uno mira la historia argentina, es que salir del populismo es sumamente complejo. El fracaso ha sido más la regla que la excepción. El populismo se entiende como sacrificar el presente y futuro de los argentinos, dilapidar los recursos, sacrificar la inversión, matar las exportaciones para bajar un par de días el precio en la góndola”, explicó.
En su análisis, Laspina reconoció que “muchas veces los efectos positivos de las medidas tardan en dar resultados” y afirmó que “en la transición o caen los gobiernos, o pierden las elecciones”.
Contra la dolarización
En “Desenredar la Argentina”, Laspina analiza algunas de las propuestas presentadas por los candidatos presidenciales, como es el caso de la dolarización. En el texto publicado, señala que en todos los países que atravesaron crisis inflacionarias o hiperinflacionarias, el debate de política económica se dividió en dos vertientes: la que proponía eliminar la moneda nacional y dolarizar la economía, y la que proponía estabilizar el peso como paso previo a la reconstrucción de una moneda nacional. “Así ocurrió en la Argentina a lo largo de la década de los 80. En aquellos años, los economistas del Centro de Estudios Macroeconómicos de la Argentina (CEMA), dirigidos por Carlos Rodríguez y Roque Fernández, lideraron el debate sobre dolarización, convertibilidad y estabilización”, sostiene su libro.
“Ese mismo debate se da por estos días como un déjà vu. Una pregunta que debemos hacernos es por qué los países que han sufrido altísimas inflaciones en el pasado no optaron por la dolarización. Y por qué no existen países de ingresos medios dolarizados”, agregó Luciano Laspina.
Luego enumeró las razones por las cuales, desde su entendimiento, no es recomendable la dolarización en el país. Sin embargo, reconoció que “en un país como la Argentina, la dolarización no puede descartarse por completo, ya sea por voluntad propia o por razones de fuerza mayor”.
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