El primer test electoral de relevancia, las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) están a poco más de un mes de distancia. La hora de la verdad se acerca y la historia reciente muestra que la suerte de los oficialismos suele estar atada al grado de aprobación que tiene el Gobierno a la hora de ir a las urnas, una variable muy dependiente del desempeño económico del país.
En las primarias hay tres incógnitas en juego. Una, la batalla por el liderazgo en Juntos por el Cambio, en principio la fuerza que mejor llega a las elecciones. Dos, sin internas relevantes, el nivel de tracción electoral de la lista de Unión por la Patria va a ser un termómetro respecto a qué tan reñida puede ser la elección general y, con ella, las chances de ballotage. Y la tercera la confirmación respecto de cuál es la potencia en las urnas de la tercera fuerza relevante, La Libertad Avanza de Javier Milei, que si se tomara las encuestas como predictoras precisas ya quedaría descartado. Pero las PASO de 2019 enseñaron a no guiarse tanto por esas herramientas tan limitadas. Las urnas van a precisar su relevancia.
En ese contexto, conviene repasar qué van a sentir en el bolsillo los argentinos que se acerquen a las urnas el domingo 13 de agosto. Y un trabajo de una sociedad de Bolsa local resume en siete gráficos una situación que, de buenas a primeras, parece traer pocas ventajas al oficialismo.
Actividad económica
Un informe de Portfolio Personal Inversiones (PPI) hace un repaso por siete variables clave para trazar el panorama económico en el que van a votar los argentinos. La actividad económica, la mejor variable de los últimos meses a pesar de la inflación y la inestabilidad cambiaria, ya no va a ser tan buena noticia.
“La actividad habría profundizado su caída en mayo por la sequía (estimado -3% mensual), tras caer 1,9% mensual en abril, quedando 5,7% por debajo de julio de 2022. Los niveles actuales son sólo 2,5% superiores a los pre pandemia (febrero de 2020) y 6,2% inferiores al pico de noviembre de 2017″, resumió el informe.
Empleo
Otra variable clave en el humor de los votantes está en la salud del mercado laboral. En agosto, si bien los votantes van a ir a las urnas con un nivel de desocupación bajo, es la calidad del empleo la que puede llegar a pesar más.
“El empleo ‘de calidad’ (privado) sólo creció 1% desde el pico de abril de 2018 y 4,6% desde enero de 2012, frente a una población que creció 12 por ciento. Esto se da en desmedro de un boom de Independientes desdejunio de 2020 y crecimiento sostenido de públicos desde 2012″, remarcó PPI.
Salario
En contexto de inflación, aún los argentinos que tienen empleo ven como cada mes el avance de los precios achica el poder adquisitivo de sus ingresos. La pérdida en la capacidad de compra de los trabajadores es uno de los datos más relevantes de cara al 13 de agosto.
“El salario real está 22,8% debajo del pico de julio de 2015 y 19,9% desde noviembre de 2017, casi sin cambios desde diciembre de 2019. Mismos niveles de junio de 2010 y fines de la década del 90″, señaló el reporte.
Pobreza
Una de las peores variables llega por el lado de la pobreza, que se mantiene cerca de niveles récord. Pero peor que el dato es la tendencia: no sólo la cifra es alta sino que tiende a crecer.
“La pobreza llegaría a un récord de 43% en el 1° semestre, muy superior al 35,4% del primer semestre de 2019. La aceleración inflacionaria podría deteriorar el cuadro en el 2° semestre”, advirtió la sociedad de bolsa.
Falta de dólares
Mientras se define si habrá, o no, una tregua con el FMI el mercado cambiario sigue una dinámica poco virtuosa. Sin “dólar soja”, un dólar diferencial para incentivar liquidaciones de divisas de exportadores, la oferta de divisas en el mercado formal es casi nula. Sin timonazos, esa dinámica llegará a las PASO.
“La evolución de las reservas netas será determinante del grado de tensión con el que llegará la economía a las PASO. Por el lado del flujo, el mercado único y libre de cambios está repitiendo por tercera vez la historia de picos y valles del último año: la aceleración de la liquidación del agro por dólar soja incrementa las compras oficiales, para luego dar paso a un desplome en la liquidación y ventas del BCRA”, dijo PPI.
Ventas del Banco Central
En esa dinámica, el principal oferente de divisas en el mercado cambiario mayorista es el de siempre: el Banco Central. Sin cambios en la tendencia, la autoridad monetaria seguirá gastando reservas que no tiene para mantener un nivel mínimo indispensable de pagos de importaciones.
“En este tercer valle, el BCRA acumuló ventas por USD 1.461 millones desde el 2 de junio, equivalente a un rojo diario de USD 64 millones. En paralelo, el Central destinó USD 115 millones en abril y USD 759 millones en mayo (rompiendo el récord de USD 414 millones de septiembre de 2021) para contener la brecha cambiara. En junio, la intervención mermó a USD 82 millones, pero no debe descartarse un retorno de la presión dolarizadora pre PASO. El BCRA buscará evitar que la brecha escape de 100%, pero no tiene reservas”, detalló el informe.
Flujos del FMI
Y en medio de todo el panorama, las conversaciones clave para destrabar desembolsos del Fondo Monetario Internacional van tener también un rol determinante, ya que detrás de esas negociaciones vienen las expectativas del mercado respecto a una posible devaluación.
“En cuanto al flujo con el FMI, negativo en -USD 362 millones hasta fin de mandato (30 de noviembre), como mucho maquillará la foto de las reservas netas transitoriamente , si es que no se entra en atrasos. Con estos elementos, las reservas netas se hundieron a USD 6.700 millones negativos (mínimos post convertibilidad). Si las ventas se sostienen en USD 64 millones diarios (sin ‘dólar soja’ 4) y el BCRA no interviene la brecha (supuesto optimista), bajarían hasta USD 8.344 millones negativas el 11 de agosto si sólo llega el desembolso de junio, lo que sería una postura intermedia entre un FMI duro y uno laxo. Reservas negativas siempre suponen un riesgo latente de devaluación (cuanto más negativas, mayor riesgo) que el oficialismo apunta a gestionar hasta diciembre gracias a la mejora en las expectativas. Paradójicamente, dicha mejora está inversamente relacionada con su performance en las PASO”, concluyó PPI.
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