La economía argentina atraviesa un período de “ilusión monetaria”, pues todos los precios, salarios y tasas de cambio siguen creciendo mes a mes, pero a la vez se da la paradoja de que se reducen en términos reales, porque su evolución es inferior a la de la inflación. La misma idea puede aplicarse sobre los billetes. Aunque las nuevas emisiones tienen una denominación más alta que la anterior, su valor real o “poder de compra” es inferior a los billetes que las precedieron.
El pasado 22 de mayo el Banco Central puso en circulación el billete conmemorativo de 2.000 pesos de curso legal, con la imagen del Instituto Malbrán, de la doctora. Cecilia Grierson y el doctor Ramón Carrillo, precursores en el desarrollo de la medicina en nuestro país, el cual será distribuido progresivamente a través de la red de sucursales bancarias a todo el país.
Por ahora la circulación de este billete es escasa y no es frecuente que la dispongan los cajeros automáticos. Con una inflación estacionada en el umbral de 7% mensual, el que hoy es el billete de máxima denominación recortó un 14% desde su nacimiento.
“La pérdida de poder adquisitivo de nuestra moneda se está acelerando y la nominalidad de la moneda está en su nivel más bajo desde la hiperinflación. El lanzamiento del billete de $2.000 no solo llega tarde sino que no resuelve el problema de su nominalidad. Para mantener el poder adquisitivo del billete de $1.000 cuando se lanzó en noviembre 2017 su valor hoy debería ser de $12.000. Por ende uno de $2.000 debería valer $24.000. Es decir, el billete que circula de $2.000 con ese valor nominal para que recupere ese dinero valor real debería ser un billete de $25.000 por lo menos”, señaló Damián Di Pace, director de la Consultora Focus Market.
Una inflación mensual estacionada en la zona del 7% consume rápido el poder de compra de los pesos
La pérdida de valor del billete de $2.000 también se advierte respecto de la evolución del dólar oficial, pues el BCRA habilitó una devaluación a mayor ritmo, presionado por la escalada inflacionaria. El dólar mayorista subió desde el 22 de mayo un 10,9%, desde los 234,35 a los 259,80 pesos. En el mismo sentido, el billete de $2.000 perdió 9,7% -que fue la asa de devaluación del período-, pues pasó de representar USD 8,53 a USD 7,70 en seis semanas.
No obstante, medido por dólar “blue” esta pérdida de valor fue marginal, debido a que el billete informal exhibió un comportamiento relativamente estable y “lateral” en los últimos dos meses. El dólar libre ganó desde el 22 de mayo cuatro pesos, desde los 490 a los 494 pesos. El billete de $2.000 pasó de comprar USD 4,08 al valor “blue” a comprar USD 4,05 este miércoles. Por lo tanto la pérdida de valor del billete de máxima denominación recortó solo 0,7% en el último mes y medio medido por el dólar alternativo.
Desde la entidad monetaria señalaron que “la forma en que las personas realizan los pagos en nuestro país viene experimentando un importante cambio hacia un mayor uso de los medios electrónicos, un proceso que ha sido potenciado de forma decidida por el BCRA a través de medidas y programas innovadores y de gran impacto, como Transferencias 3.0. Mientras avanza el proceso de digitalización de los pagos, este billete de mayor denominación permitirá mejorar el funcionamiento de los cajeros automáticos y al mismo tiempo optimizar el traslado del efectivo”.
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