El Gobierno estimó que en mayo la actividad industrial cayó 1,1% en comparación con abril en medio de un reclamo extendido entre la dirigencia fabril sobre el flujo de pago de importaciones y el impacto de las tensiones macroeconómicas.
Según un informe de la Secretaría de Desarrollo Productivo e Industria, la actividad fabril creció en el período enero-mayo de 2023 un 2,3% en relación a un año atrás y un 11,3% con respecto a la pre pandemia (enero-mayo de 2019), por lo que sería el mejor inicio de año desde 2016. De todas formas, más allá del resultado acumulado, al hacer zoom en los últimos números proyectados, el sector empieza a mostrar algún efecto del impacto de la sequía en la actividad en general, junto con una coyuntura de provisión de insumos crítica.
El Centro de Estudios para la Producción (CEP XXI) que depende de Desarrollo Productivo realiza mensualmente una medición “anticipada” de la producción fabril en base a datos de consumo mayorista de energía eléctrica en el sector industrial. En ese relevamiento, con datos hasta mayo, la actividad mostraría ese mes una expansión de 1,8% interanual, y una contracción de 1,1% respecto a abril. El dato oficial del Indec se conocerá mañana jueves.
“Los datos adelantados de mayo de los sectores automotriz (14,8% interanual y -5,4% intermensual), cemento (-2% internual y -3.8% intermensual en los despachos de cemento) y siderúrgico (+1,1% anual y +0,7% mensual) van en línea con la estimación”, aseguraron desde ese centro de estudios.
Según datos oficiales con información hasta mayo, la actividad mostraría ese mes una expansión de 1,8% interanual, y una contracción de 1,1% respecto a abril. El dato oficial del Indec se conocerá mañana jueves
Para el caso de la construcción -otro dato que también difundirá ese mismo día el organismo estadístico para un relevamiento más amplio del sector- el Gobierno prevé números positivos en la comparación mensual, para mayo. “A pesar de la contracción interanual de abril (cortando con tres meses de subas), registró el mejor primer cuatrimestre desde el inicio de la serie (2016). Datos de Cammesa de mayo, muestran una contracción del consumo de energía del sector del 2,2% interanual y un crecimiento de 0,5% intermensual”, mencionaron desde Industria.
Algunos sectores clave del entramado industrial también muestran comportamientos similares. Uno de ellos es maquinaria y equipo, que si bien “registró el primer cuatrimestre más alto desde el inicio de la serie (2016)”, los datos anticipados de consumo energético de sus fábricas le dan a entender al equipo económico que en mayo se presentaría una caída de 0,5% interanual y de 7,9% intermensual”, proyectaron.
El Indec dio a conocer este martes el IPI Minero, un indicador incorporado recientemente y que estudia específicamente el ritmo de producción de ese sector. El informe mostró que las industrias minera y energética creció 7,8% en mayo respecto al mismo mes de 2022.
“Los sectores que más contribuyeron a este crecimiento fueron: producción de plata, oro y sus concentrados, con una expansión del 15,7% anual, petróleo crudo, que creció un 9% y carbonato de litio y otros minerales de litio, con un crecimiento del 3,2%”, en la comparación anual. Al igual que había anticipado el CEP XXI, en la comparación mensual este sector tuvo una caída de 0,6% en relación a abril.
La Unión Industrial Argentina (UIA) presentó en sus últimos días su reporte mensual de actividad y a los números le puso, además, un contexto que explique esas cifras. “Los datos disponibles de mayo volvieron a mostrar una situación dispar, con sectores que siguen traccionando (automotor a partir de datos de producción y ventas) y otros que muestran un menor desempeño (caída de patentamientos de maquinaria y de ventas de insumos para la construcción)”, indicaron desde la central fabril.
La UIA aseguró que “las restricciones al giro de divisas, sumadas a las presiones en la cadena logística ante las nuevas regulaciones para la operatoria de fletes internacionales, impactaron en subas de costos y más presión en la cadena de suministros”
“En este marco, la demanda de energía eléctrica de Grandes Usuarios Industriales volvió a registrar una contracción interanual (-4,1%), con un comportamiento dispar: se registraron subas principalmente en la industria automotriz y textil mientras que derivados del petróleo, metalmecánica y alimentos y bebidas mostraron caídas”, aseguraron.
Por último, respecto a las causas, una encuesta entre ejecutivos industriales hecho por esa entidad arrojó como conclusión que “las restricciones al giro de divisas, sumadas a las presiones en la cadena logística ante las nuevas regulaciones para la operatoria de fletes internacionales, impactaron en subas de costos y más presión en la cadena de suministros”.
Otras estimaciones privadas también tienen en sus proyecciones números en rojo para la actividad fabril. Para la consultora Orlando J. Ferreres, por un lado, “en el mes de mayo la producción industrial se contrajo 1,9% al comparar con igual mes del año pasado, acumulando en el transcurso de 2023 un avance de 0,7 por ciento. Por su parte, la medición desestacionalizada registró una caída de 0,9% mensual”, indicaron.
“Los distintos sectores de la industria muestran un comportamiento heterogéneo, con rubros como el automotriz anotando expansiones de dos cifras en un extremo (aunque mostrando una desaceleración respecto a los meses previos), y la industria aceitera produciendo un 20% menos que el año pasado en el otro”, detallaron.
En ese sentido, plantearon que “en el medio, los rubros ligados a la construcción parecen mostrar un estancamiento, con niveles de producción similares a los del año pasado. En el índice agregado, la tendencia comienza a ser negativa. Hacia adelante no vemos señales que permitan pronosticar un cambio de esta tendencia, en un contexto económico cada vez más desafiante e inestable”.
Otro centro de estudios con indicadores anticipados de producción industrial es la Fundación FIEL. De acuerdo a un informe reciente, “en términos desestacionalizados, la producción industrial del mes de mayo registró un retroceso de 0,8% respecto al mes anterior, encadenando dos meses de caída e interrumpiendo la alternancia en el signo que se venía observando desde octubre del año pasado”, apuntaron.
En ese sentido, “si bien el nivel de producción ajustado de mayo es 3% superior al de octubre pasado, resulta 4,8% más bajo al de abril de 2022 cuando se fechó en forma preliminar el inicio de una nueva fase de contracción industrial”, plantearon como conclusión.
“El deterioro de los indicadores de reversión de la fase sugiere una prolongación de la caída antes que confirmar el inicio de una recuperación industrial en el último tramo del año pasado. También la medida del desvío de la tendencia de crecimiento de largo plazo ha mostrado una mayor caída sugiriendo la continuidad del parsimonioso recorte de la producción industrial”, completaron desde FIEL.
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