En junio, la recaudación tributaria aumentó por debajo de la inflación por sexto mes consecutivo

La recaudación tributaria enfrenta desde el inicio del año sectores que impulsan los ingresos de la AFIP, a través de sus tres fuentes: DGI, Aduana y Anses, y otros que restan, pero con un resultado que por sexta vez en el año fue negativo en valores reales -esto es ajustado por inflación- en comparación con los valores de un año antes. En tanto, se movió en una suerte de subibaja en el cotejo con el desempeño de la actividad económica en su conjunto.

En la columna de los aumentos se destaca en primer lugar el efecto de la “nominalidad” de la economía con la persistencia de alto nivel de inflación, tanto en el mes como respecto del año previo; y le siguen la reactivación del mercado de bienes durables -patentamiento de automotores y motos, y parcial suba de la compra de departamentos y casas-, junto al consumo selectivo del turismo interno y en restaurantes y esparcimiento, principalmente.

Por el contrario, en la columna de las bajas en valores reales aparece el efecto de la contracción del comercio exterior, con sendas caídas de las exportaciones e importaciones y su efecto sobre los ingresos de la Aduana por retenciones y aranceles, respectivamente; los precios regulados sobre los combustibles que al moverse muy por debajo de la tasa de inflación (4% por mes) y postergarse la actualización del impuesto sobre las transferencias en la venta al público; y la caída generalizada del consumo de bienes no durables e intermedios (textiles y calzados, principalmente), en respuesta a la sostenida baja del poder de compra medio de la población.

En una tercera columna, intermedia, se ubican los recursos originados en la Seguridad Social. Los cuales se alimentan de los ajustes nominales de salarios, el sostenido aumento de la nómina de trabajadores registrados, y los planes de facilidades de pago.

El organismo recaudador, encabezado por Carlos Castagneto, informó que en el último mes percibió un total de $3,52 billones, significó un aumento nominal de 109,2%, pero se transformó en caída real de 2,3% al restar el efecto de la inflación, en comparación con lo ingresado en igual mes del año previo.

“La recaudación del Impuesto al Valor Agregado (IVA) durante junio creció 147% frente a igual mes de 2022 como consecuencia de medidas de administración tributarias implementadas desde la AFIP, como a su vez por efecto de la actividad económica que se mantiene en niveles relativamente elevados”, destacaron los técnicos en el informe a la prensa, pese a que el EMAE del Indec acusa desde abril una sostenida contracción en comparación con un año antes.

Tanto el IVA DGI como el IVA aduanero registraron aumentos de 164,9% y de 128,6%, respectivamente. “Entre las medidas de administración tributarias adoptadas se resaltan: el monitoreo fiscal mediante el control sistémico, permanente e instantáneo de declaraciones juradas; la optimización en el régimen de percepción de plataformas digitales; y las modificaciones en los planes de facilidades de grandes contribuyentes”, resalta la AFIP.

La AFIP resalta que “en el IVA aduanero la decisión de suspender los certificados de no retención para determinados importadores provocó una mejora de 128,6%. Además, también impulsó la recaudación de Ganancias DGA, que creció 106,8 por ciento”.

En Bienes Personales, tributo que aporta mayor progresividad al sistema, el crecimiento fue de 147,8% frente a junio del año pasado. Este mes operó el vencimiento de presentación y pago del saldo de declaración jurada de las personas humanas y de acciones y participaciones por el período fiscal 2022.

Y concluye la AFIP que “a pesar de los efectos de la sequía histórica que afrontó el país, Derechos de exportación registró en junio el mejor mes de lo que va del año con una mejora de 89,1% como consecuencia de los ingresos generados por el Programa de incremento Exportador (PIE). Si bien el PIE para el complejo oleaginoso finalizó a fin de mayo, en esta edición del programa se permitió el pago en cuotas de los derechos”, aunque se ubicó nuevamente muy por debajo de las tasas de devaluación y de inflación -esto es cayó en valores reales-.

El primer semestre cerró con un aumento nominal de la recaudación tributaria de 95,9%, acusó una contracción de 4,2% en valores reales, mucho más marcada que la recesión que acumuló la actividad económica en su conjunto.

“En junio de 2023, el gobierno Nacional envió al consolidado de provincias más CABA $1.282.000 millones en concepto de coparticipación, leyes complementarias y compensaciones, frente a $604.000 millones enviados durante igual período del año anterior. Es decir que se observó una variación nominal del 112,3%. Descontando el proceso inflacionario del período, esto se traduciría en una caída real del 2,3%”, informó el Instituto de Argentino de Análisis Fiscal que preside Nadín Argañaraz.

Según la consultora “esta baja es explicada principalmente por la disminución real en la recaudación de Ganancias del orden del 18,7% interanual. El aumento en la recaudación del IVA (13,1%) no logró compensar la baja comentada, ni la que acusó el resto de los tributos coparticipables”.

Iaraf concluyó que “En el primer semestre del año, las transferencias automáticas por coparticipación, leyes complementarias y compensaciones alcanzaron los $5.459.000 millones, frente a $2.664.000 millones para igual período del año anterior. De este modo, exhibieron una variación nominal del 105%, que se traduce en una caída real del 1,8% al descontar la inflación del período”.

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