En cuatro años una empresa del Estado argentino asegura que estará en condiciones de lanzar cohetes al espacio. Lo hará por medio del Tronador II, un proyecto que lleva adelante VENG, Vehículo Espacial Nueva Generación, una empresa pública de servicios y desarrollos tecnológicos de alto valor agregado controlada por la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae), la agencia nacional espacial.
La compañía, según señala en su web, inició su camino en 2007 con especialización en la actividad espacial: “VENG se ha desarrollado exponencialmente a partir de la participación en proyectos espaciales impulsados por su controlante con la premisa de contribuir al posicionamiento estratégico de la Argentina, como también con herramientas que mejoren la calidad de vida de la población, teniendo como pilares de su gestión la integridad y sustentabilidad económica de la empresa”.
Si bien el proyecto Tronador II se detuvo en 2015, fue reactivado el año pasado. A comienzos de este mes, Alberto Fernández visitó Punta Indio y remarcó la importancia que tiene Argentina en materia espacial al remarcar que “ser uno de los pocos países que fabrica y pone satélites en órbita nos debe llenar de orgullo” y adelantó que “estamos trabajando sobre la máquina propulsora de satélites”, en referencia al desarrollo del Tronador.
En rigor habrá cohetes de fabricación nacional dentro de cuatro años, ya que para entonces estará terminada la versión final del lanzador, el Tronador II-250, pero antes de ese plazo se espera que surquen el cielo rumbo al espacio otros dos cohetes de prueba, TII-70 y TII-150.
El lanzamiento del TII-70 se hará desde el paraje La Capetina, cercano al Centro Espacial Punta Indio, ubicado en la localidad bonaerense de Pipinas, a 160 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires. Asimismo, el lanzamiento del Tronador II-150 y el Tronador II-250 tendrá lugar desde el Centro Espacial Manuel Belgrano, situado en la Base Naval de Puerto Belgrano en Coronel Rosales, cerca de Bahía Blanca.
A fines del año pasado se anunció una inversión de casi $10.000 millones por parte del Gobierno para desarrollar TII-70, un cohete de 11 metros de altura y 70 centímetros de diámetro que podrá volar hasta una altitud de 150 kilómetros. El objetivo será probar el motor de segunda etapa del Tronador II-250, un vehículo más grande que podrá colocar satélites argentinos en órbita. Luego, el TII-150, de 20 metros de altura y un diámetro de 150 centímetros, volará hasta los 400 kilómetros de altura y su objetivo será ensayar uno de los 3 motores que tendrá el Tronador II-250. Este último, tendrá una altura de 27 metros, un diámetro de 250 centímetros y permitirá colocar satélites de entre 500 y 700 kilos a una altitud de 600 kilómetros.
“El hecho posicionará a la Argentina entre los diez países del mundo que dominan el ciclo espacial completo”, destacó la agencia de noticias científicas de la Universidad de Quilmes.
Uno de los últimos hitos del proyecto fue cerrar el primer tanque prototipo de aluminio de uso espacial soldado con tecnología Friction Stir Welding (soldadura por fricción y en estado sólido). Se usará para pruebas: los tanques son el fuselaje del cohete y además funcionan como sus tanque de combustible.
Fotos desde el cielo
VENG tiene más de 15 años de experiencia, y una nómina actual de 450 empleados. En cuanto a sus accionistas, el principal es la CONAE con el 99,79% del capital social. También participan INVAP con 0,205% del capital social y la Fundación de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de La Plata con el 0,005%.
Participa en proyectos estratégicos del Plan Espacial Nacional Argentino, como el desarrollo de prototipos de vehículos lanzadores para el acceso al espacio y la integración y ensayos de componentes satelitales, entre los cuales se destacan, las antenas radar de los satélites SAOCOM. Además, es representante mundial exclusiva de los productos de SAOCOM en el mercado de la información satelital para la observación terrestre.
Los satélites SAOCOM 1A y 1B, cuyas siglas significan “Satélites Argentinos de Observación con Microondas”, de la CONAE, fueron lanzados al espacio desde EEUU en 2018 y 2020, respectivamente, y viajaron a bordo de un cohete Falcon 9 de la Space X, la empresa espacial de Elon Musk. Una vez listo el proyecto, esos satélites y otros locales (y desarrollos de otros países), podrán llegar al espacio desde el país.
Los SAOCOM generan fotos satelitales de gran calidad que permiten, por caso, generar mapas de humedad de vital importancia para la agricultura. VENG vende esas fotos espaciales en todo el mundo.
“Ya superamos los 2 millones de dólares de facturación y para 2023 esperamos que las ventas crezcan al menos un 50% o más. Con este trabajo que venimos haciendo la Argentina se suma al reducido grupo de países que pueden comercializar la información radar de sus propios satélites de observación de la Tierra”, dijo en febrero Juan Cruz González Allonca, vicepresidente de VENG.
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