¿Cómo se comportó el estado en términos fiscales en mayo, en medio de la reducción de ingresos por la desaceleración económica y por la sequía?
El análisis desagregado del gasto primario revelado anoche por el Ministerio de Economía indica un comportamiento bastante dispar de las erogaciones del Gobierno, que tiene que rendir examen cada tres meses ante el Fondo Monetario Internacional (FMI).
De hecho, en el equipo económico reconocen que están lejos de las metas acordadas con el organismo en materia de reservas y de déficit fiscal; en el primer caso, afirman que recién en el último trimestre pueden empezar a acumular; en el segundo, intentan con un manejo del gasto y con una reducción de los subsidios achicar el margen de incumplimiento, según indicaron a Infobae fuentes oficiales.
En este sentido, el economista Gabriel Caamaño señaló, luego de que Economía difundiera el déficit primario de $247.000 millones de mayo (0,14% del PBI), “sacando 2020 (COVID) seguimos con el peor arranque fiscal para los primeros cinco meses del año, para el Resultado primario, desde 2015. Para el Financiero o Total es el peor arranque desde el fin de la convertibilidad”.
“Faltando un mes para cierre del 2do trimestre (junio) la meta fiscal correspondiente ya se incumplió. Como ya se dijo, en 2023 no vamos a cumplir nada de las metas originales, razón por la cual las mismas serán recalibradas de forma inminente”, aclaró.
“En mayo subieron fuerte los intereses y tuvieron que pagar parte de lo que venían pateando en subsidios económicos (energía) Los ingresos tributarios sufriendo por mal desempeño de los Derechos de Exportación, aun a pesar de la recaudación extra que supuso el desdoblamiento cambiario”, indicó.
El diálogo con el FMI
¿Recalibrará las metas el FMI? En Washington afirman que habrá tolerancia sobre el primer trimestre, cuando las metas fueron claramente incumplidas, para liberar el desembolso que no haga caer el programa antes de las elecciones primarias de agosto. ¿Acelerar una devaluación es una condición necesaria?: Economía y el staff saben que hacerlo sin anclas con una inflación del 114% y sin anclas firmes solo podría ser un alivio de corto plazo y una fuente mayor de inestabilidad en plena campaña. El próximo desembolso, de septiembre, quedará en stand by de acuerdo a los resultados de esos comicios.
El economista Jorge Neyro dijo que “el resultado de mayo fue levemente mejor que abril porque la movilidad jubilatoria se aplicó en junio. Muchas otras partidas como gasto de capital y subsidios subieron muy por encima de la inflación”.
“Cómo vienen las cosas el déficit primario de este año estaría entre 3% y 3,2% del PBI. Es casi imposible que puedan cumplir la meta del 1,9%”, señaló.
En este contexto, un informe de Iaraf señaló que, en mayo, “dentro del gasto primario, se observaron caídas significativas en los programas sociales (41,4%), asignaciones (36,8%) y transferencias corrientes a provincias (29,4%)”.
“Sin embargo, es importante destacar que no todos los gastos experimentaron reducciones. Los tres que más aumentaron fueron transferencias de capital a provincias (64,5%), inversión real directa (28,7%) y subsidios a la energía (25,8%)”, indicó el equipo de Nadin Argañaraz.
“Dentro de los ingresos, la caída real de los tributarios fue de 4,2%. Además, los intereses de deuda aumentaron un 123,6% real interanual. En efecto, el déficit fiscal de mayo tuvo una variación interanual real positiva de 21,5%. En términos del PIB, fue del 0,36%”, detalló el Iaraf.
A su vez, aclaró, “el déficit primario acumulado a mayo aumentó 37,6% en términos reales respecto al mismo periodo de 2022. Este resultado surge de una caída real en los ingresos del 10,8% y una variación negativa del gasto primario de 6,8%”.
Desde enero, el déficit primario acumulado ascendió a 0,73% del PBI y, respecto a igual periodo de 2022, implica un aumento de 0,17 puntos porcentuales del PBI”, aclaró Iaraf. A su vez, informó que “los intereses de deuda acumularon un aumento interanual real del 38%. En términos del PBI ascendieron a 0,68%”.
El esfuerzo fiscal
Es decir, hubo un esfuerzo fiscal por el lado del gasto, pero no alcanzó por la caída de los ingresos. “Hubo una caída de 6,8% real del gasto primario nacional acumulado a mayo entre 2022 y 2023″, afirmó Iaraf. ¿Tomará en cuenta esta tendencia el FMI al evaluar el desempeño fiscal del país?
“Los ingresos totales en mayo de 2022 alcanzaron el 6,05% en términos del PIB, mientras que en 2023 el 5,31% del PIB, lo que implica una caída de 0,74 puntos porcentuales del PBI. Por el lado del gasto primario, en 2022 el mismo alcanzó el 6,61% del PIB, en 2023 el 6,05%, es decir, una caída de 0,56 puntos. Como resultado de estas variaciones, el déficit primario acumulado resultó 0,17 puntos mayor”, explicó el equipo de Argañaraz.
“Una vez más, se evidenció una profundización del impacto de la sequía en la recaudación asociada a los derechos de exportación que percibe el Estado Nacional, producto de la sequía. Entre enero y mayo, se estima una caída aproximada de $670.000 millones (0,4% del PIB) respecto a las proyecciones sobre los derechos de exportación contenidas en la Ley de Presupuesto 2023″, precisó.
Del lado del gasto, detalló, “en el marco de este escenario restrictivo, la administración de la política fiscal dispuesta por las autoridades del Ministerio de Economía priorizó durante mayo las asignaciones financieras destinadas a la política educativa, y a los programas de inversión pública con énfasis en la infraestructura energética”.
De esta manera, “la moderación en la ejecución del resto de los gastos presupuestados logró compensar el impacto negativo en el resultado primario del período provocado por la sequía. De hecho, la variación interanual real del gasto primario en el corriente mes fue negativa (-7,5% interanual)”.
“En lo que refiere a las prestaciones de la seguridad social de mayo, las mismas ascendieron a $818.072,1 millones (+92,4% interanual). Esta dinámica se explica por el impacto de la fórmula de movilidad vigente (Ley N° 27.609), que arroja incrementos conforme crece la recaudación y los salarios”.
“Cabe destacar que este concepto no incluye el refuerzo de ingresos previsionales (inversión de más de $84.000 millones) en jubilaciones y pensiones no contributivas. Por otra parte, la erogación asociada a remuneraciones alcanzó los $292.075,7 millones (+126,6% interanual) producto de los incrementos otorgados en el marco de los acuerdos salariales alcanzados”, indicó.
“Las transferencias corrientes alcanzaron los $964.570,1 millones (+87,1%). Aquellas correspondientes al sector privado presentaron un crecimiento de +$364.397,4 millones (+85,5%) motorizado principalmente por el gasto en Seguridad Social”.
Entre ellas, “se destaca el mencionado refuerzo de ingresos otorgado a jubilados y pensionados. Al mismo tiempo, los subsidios económicos crecieron en +$254.739,6 millones (+144,4%), explicados principalmente por la dinámica de los subsidios energéticos, (+$226.013,8 millones; +169,5%). Sin embargo, es menester mencionar que, entre enero y mayo, el gasto acumulado en subsidios energéticos acumula una suba del 65,5%”.
En tanto, “el gasto de capital alcanzó durante el periodo de referencia los $241.966,2 millones (+192,5% anual), producto de la inversión asociada a obras de infraestructura energética (+1081,6%), educativa (+143,9%) y en transporte (+110,2%)”.
La dinámica fiscal no ayuda, la brecha cambiaria tampoco para aumentar el stock de dólares en el Banco Central. Habrá que seguir apostando a la diplomacia financiera internacional para que el FMI mire al costado todo lo posible, hasta que los candidatos que se ubiquen en la pole position expresen qué quieren hacer con la deuda desde 2024.
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