La otra brecha: cuánto más cuesta llenar el tanque de nafta en las provincias argentina que en CABA

Existe una importante diferencia de precios con los valores de las estaciones de servicio de otras regiones del país. A cuánto se venden los combustibles más caros y los más baratos de Argentina tras el último ajuste

(NA)

El transporte se lleva una parte importante de los ingresos de cualquier hogar, pero los costos son muy diferentes según la zona del país en la que viva cada familia. Tras los últimos aumentos de precios, ya existe una diferencia de hasta $2.500 en el costo de llenar el tanque de un auto chico en Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) respecto a otras provincias.

Para llegar a esta conclusión, simplemente se debe hacer una comparación directa entre el valor de los surtidores de las diferentes jurisdicciones. Luego de los aumentos aplicados el último fin de semana, algunas estaciones de servicio de CABA llevaron el litro de nafta súper a $195,80 y el litro de premium a $251,30. En tanto, el gasoil común pasó a costar $210,30 y el gasoil premium llegó a los $287,10. De esta manera, para llenar el tanque de un vehículo familiar, con una capacidad de 50 litros, se deberían gastar como mínimo $9.790 si se trata de un auto naftero y $10.515 si es diésel.

Fuera de CABA los números son muy diferentes. El caso más extremo es el de Misiones, donde se encuentran los combustibles más caros del país. Las bocas de expendio con los precios más accesibles venden ahora el litro de nafta súper a $245.80 en esa provincia. La versión de mayor octanaje llegó a los $311 y el diésel común alcanzó los $265,30. Por su parte, el diésel euro en esa provincia se vende a $344,80. Eso significa que llenar el tanque del mismo auto (50 litros), cuesta $12.290 con nafta súper y $13.265 con gasoil.

Repasando, ir a la estación de servicio cuesta $2.500 más en Misiones que en CABA si se trata de un auto naftero y $2.750 más si es un vehículo gasolero. En términos porcentuales, las diferencias son de 25,5% y 26,1% respectivamente. Dicho de otra forma, por cada $75 que gasta un ciudadano de Capital Federal, un conductor de Misiones debe gastar $100 a la hora de cargar combustible.

En CABA se viaja más tiempo para ir y volver al trabajo, pero se gana un 70% más que en Misiones. (Franco Fafasuli)

En la comparación se podrían considerar algunos otros factores, como el hecho de que en Buenos Aires las distancias de ida y vuelta al trabajo tienden a ser más largas. De acuerdo a la última Encuesta Nacional de Uso del Tiempo del Indec, en Gran Buenos Aires (GBA) los trabajadores dedican en promedio una hora y 35 minutos en ir y volver de su trabajo, mientras que en el noreste se destina a esa tarea una hora y doce minutos.

Sin embargo, se debe considerar también que en CABA los trabajadores ganan un 70% más que en Misiones, según los datos estadísticos más recientes publicados por el Ministerio de Trabajo de la Nación y los últimos informes de la Superintendencia de Riesgos de Trabajo. De acuerdo a las estadísticas, un trabajador de CABA gana en promedio unos $259.244 netos, lo que le alcanzaría para comprar 1.324 litros de nafta súper. En Misiones, en cambio, los empleados privados formales perciben unos $147.634 netos, lo que equivale a solo 600 litros de ese mismo combustible, con el precio de las bocas de expendio de esa provincia.

Se agrandas las brechas por octanaje

Más allá de las diferencias de precios que existen entre las diferentes provincias, resulta interesante analizar cómo han evolucionado los valores de los combustibles a nivel general en los últimos años. Tomando como ejemplo los precios de CABA, se observa que las brechas de precios entre las diferentes calidades prácticamente se duplicaron en el último año.

En junio de 2021, el litro de nafta súper de YPF, por ejemplo, se vendía en Capital Federal a $90,40 y la premium se comercializaba a $104,8. Es decir que entre un producto y otro existía una diferencia de 15,9%. Si se va un poco más allá, se encuentra siempre una diferencia promedio cercana al 15%. En cambio, si se mira hacia adelante, las diferencias se amplían.

En 2022, el litro de súper ya costaba $120,30 mientras que la premium figuraba a $147,30, lo que reflejaba en ese entonces una brecha de 22,4% entre un combustible y otro. Hoy, justo un año después, la diferencia entre ambos productos llega al 28,3% ($251,30 vs $195,80).

Repasando, a lo largo de los últimos dos años la brecha porcentual entre ambos productos creció de casi un 16% a un 28%. Esa situación puede explicar, en parte, por qué vienen creciendo las ventas de nafta súper en el país mientras que caen las de las naftas premium.

Según datos de la Secretaría de Energía, en los primeros cuatro meses del año las estaciones de todo el país comercializaron 6.064.266 m3 de combustibles, lo que marcó un incremento del 3,2% respecto a los 5.874.583 m3 vendidos entre enero y abril de 2022. Ahora bien, si se analizan los resultados por tipo de combustible, queda en evidencia la tendencia hacia la “despremiunización”.

En detalle, en el total de Argentina se vendieron durante el primer cuatrimestre de este año 2.446.112 m3 de nafta súper, un 10,1% más que en igual período del 2022. También mejoraron 5,3% las ventas de gasoil común, siempre tomando como referencia el mismo período. En cambio, las ventas de nafta premium bajaron 2,7%, pasando de 940.180 m3 vendidos entre enero y abril de 2022 a 914.539 m3 comercializados esta temporada. Por su parte, los despachos de gasoil premium se desplomaron 9,9% en el período analizado.

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