El fuerte impulso del mercado accionario local y el más reciente repunte de bonos argentinos tendría una base firme, de acuerdo a los resultados de las últimas elecciones provinciales y las encuestas que circulan en los últimos días. El escenario electoral sigue cargado de dudas, pero no hay nada que haga sospechar que el kirchnerismo no se encamine hacia una derrota.
Un informe para inversores de la sociedad de Bolsa TPCG dice textualmente: “Con casi todos sus candidatos con un nivel de rechazo del 70%, la posibilidad del Frente de Todos de alcanzar un triunfo electoral es extremadamente baja. El objetivo hoy parece salir segundo y llegar a un ballotage”.
El rally electoral tiene como presunción justamente que el país se encamina a un nuevo cambio de ciclo político. Si bien el entusiasmo de los inversores extranjeros y locales está lejos de repetir lo sucedido en 2015, cuando Mauricio Macri llegó a la presidencia, este año también repitió cierta euforia como aquel entonces.
El índice S&P Merval acumula una suba de casi 95% en lo que va de 2023, duplicando la suba del tipo de cambio y de la inflación. Si bien es cierto que el contexto internacional ayudó significativamente, con Wall Street recuperándose de las fuertes caídas del año pasado, es evidente que el “trade electoral” tiene un peso significativo.
Las elecciones del Chaco, en las que Jorge Capitanich sacó menos del 40% en la PASO y quedó por detrás de los candidatos sumados de Juntos por el Cambio, confirman que el oficialismo viene con resultados más débiles. En San Luis, por ejemplo, Claudio Poggi -apoyando por todos los candidatos de JXC- logró un resonante triunfo, desbancando a Alberto Rodríguez Saá. Y en Tucumán triunfó el candidato del kirchnerismo, aunque por menos porcentaje que en elecciones pasadas.
Las encuestas, además, muestran que el fenómeno de Javier Milei habría llegado a un techo y algunas ya están midiendo cierto retroceso en la intención de voto. Esto favorecería las chances de Juntos por el Cambio, que había perdido terreno ante el crecimiento en las encuestas del libertario.
El “trade electoral” es algo que viene impulsando al mercado local desde fines del año pasado, aunque fue de mucha ayuda el mayor apetito del riesgo de los inversores. La suba de Wall Street y en particular del Nasdaq (que agrupa a las tecnológicas) asī lo demuestra, como también la fuerte apreciación del real brasileño
En TPCG creen, sin embargo, que las PASO no permitirán tener una idea clara de lo que puede suceder desde el punto de vista político ante el escaso margen que se llevan las tres principales fuerzas políticas. Por lo tanto, el suspenso se trasladaría a las elecciones de octubre en el mejor de los casos. En ese sentido, la dinámica sería muy distinta a las primarias de 2019, cuando la contundente victoria de Alberto Fernández marcó el regreso del kirchnerismo, lo que se consolidaría en octubre. En aquel momento la caída de los mercados fue brutal, junto con un súbito aumento del tipo de cambio, que en una sola jornada pasó de $45 a $60.
Por supuesto si el resultado de las PASO es diferente a lo que se viene notando en material electoral en los meses previos, podría acelerarse la salida de capitales, afectando a los activos bursátiles y al comportamiento del tipo de cambio.
Mientras tanto, los mercados también están pendientes de las negociaciones que se vienen llevando adelante entre el equipo económico y el staff del FMI. En los primeros días de esta semana serán vía zoom y luego continuarán de manera presencial, con la idea que Sergio Massa viaje a Washington en fecha a definir, una vez que se definan las listas de candidatos.
La intención del Gobierno sería cancelar parcialmente el vencimiento de las próximas horas con el Fondo, que suma USD 2.800 millones. Sin embargo, los Derechos Especiales de Giro que conserva el Banco Central en las reservas llegan a USD 1.700 millones, que serían girados esta semana para mostrar buenas voluntad, mientras siguen las negociaciones.
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