La inflación golpea los costos de los materiales para la construcción de viviendas. También influye el ascenso del dólar libre, en especial en productos que dependen de la importación como revestimientos para pisos y paredes, insumos para fabricar pinturas o griferías para baños y cocinas, cuarzos para mesadas, entre otros. Ambas distorsiones generaron aumentos del 120% interanual según algunas consultoras.
En medio de ese contexto, los expertos del sector que desarrolla y construye afirman que continúa siendo oportuno mantener la confianza en las inversiones en ladrillo. Tanto para quien construye como para quien refacciona o amplía su hogar.
De hecho, hoy en Buenos Aires hay un boom de construcción, con más de 40.000 viviendas en obras. Entre los barrios que se destacan están Palermo, Villa Devoto, Colegiales, Villa Crespo, Chacarita, el Paseo del Bajo (entre San Telmo, Monserrat y Puerto Madero), Caballito y Barracas.
Diego Aguirre, CEO de Construyo al Costo, destacó a Infobae que una de las razones que justifican la apuesta en la edificación es que el costo medido en dólar billete sigue barato en la comparación histórica. “Según la Asociación Pymes de la Construcción Provincia de Buenos Aires (Apymeco), el costo del metro cuadrado en abril último fue de USD 802, muy por debajo del promedio de los últimos 8 años (llegó a su máximo en 2017 con USD 1.700 el m2)”.
Aunque desde el segmento aclaran que la actividad no requiere dólares, saben que termina generando un producto dolarizado. Santiago Tarasido, CEO de Criba, dijo que para los desarrolladores los costos medidos en dólares son oportunos ya que la suba del dólar hace disminuir el importe para edificar, pero al mismo tiempo afecta los precios de venta y el poder de compra de los usuarios finales que hoy está muy comprometido. “Lo que se retrae en este contexto es la demanda, al haber más incertidumbre, quien invierte busca con sus dólares billete especular para encontrar el momento más indicado para comprar viviendas”, expresó.
Cotizaciones en problemas
Quienes construyen por estos días como quienes amplían o refaccionan, tuvieron problemas por las cotizaciones y en muchos casos las empresas de materiales hacen presupuestos que no duran más de 15 días.
“Se trabaja de esa manera hace varias semanas días. Hay que tener toda la obra licitada y trabajar con el flujo de fondos en la mano para aprovechar la oportunidad del momento. Todo es dinámico”, describió Diego Rybka, de la desarrolladora Grupo Uno en Uno.
Cuando se trata de cotizar, la inflación es un gran problema. Así, es central tener claro cuál es el mes base en que se cotizan las obras. Es común la utilización de índices de ajuste, como el de la Cámara Argentina de la Construcción (Índice CAC).
“Pero hay que tener en cuenta al menos dos factores: no olvidar que refleja la variación de costos de un edificio tipo de vivienda de 10 pisos en la ciudad de Buenos Aires, con lo cual no debería utilizarse para cualquier proyecto, ni para cualquier presupuesto. Por otro lado, con estos niveles de alta inflación las variables individuales que conforman el costo de una obra no se mueven en forma pareja, y un índice general puede no reflejar la variación de los costos en determinados periodos del tiempo”, destacó Tarasido.
Otro problema que atraviesan quienes construyen tiene que ver con abastecimientos, a veces para edificios grandes es complicado asegurar los insumos previstos originalmente en obras cotizadas hace varios meses
Como siempre, es muy importante tener muy claro en qué empresas se depositan anticipos, acopios e inversiones. Es vital chequear el respaldo técnico, patrimonial y solvencia de cada uno de los jugadores de un proyecto y evaluar qué confianza transmiten al mercado, no solo para los desarrolladores y actores de la cadena de valor sino también cómo son percibidos por parte de los inversores y los usuarios finales.
Tarasido aconsejó a quienes hacen refacciones de su hogar pueden encontrar una oportunidad en la compra de materiales como una forma de congelar precios a dólar del día de compra.
Materiales que más subieron
Desde el último salto del dólar libre, los productos que más aumentaron son los metálicos, como el aluminio, cobre, bronce y hierro, y también el vidrio.
Los materiales que sufrieron menos variaciones son los ladrillos, la tornillería y las cales. Rybka sostuvo que “el ladrillo es el gran refugio de los ahorros. Y hoy más que nunca comprar viviendas en pozo es la mejor opción”. En CABA hay unidades que parten desde USD 1.700 en adelante y a excepción de lo premium (supera los USD 2.800 por m2) hay oportunidades en diferentes barrios.
Alejandro Ginevra, del GNV Group, compañía que construye en Puerto Madero, dijo que “si bien subió el costo de construcción en comparación con hace dos años, hay que tener en cuenta que otros activos como títulos financieros, plazos fijos, criptomonedas, entre otras inversiones son volátiles y de gran riesgo. No aconsejo a invertir en ellos”.
Actualmente se están edificando edificios para distintos bolsillos y en varios trazados porteños. Usuarios finales apuestan por las obras de pozo en las que hacen un buen anticipo y pagan cuotas en pesos hasta la posesión del inmueble que se termina dolarizando.
Quien compre una propiedad en ejecución o por empezar, como aquel que decide ampliar o reformar su casa, siempre obtendrá buena rentabilidad y no perderá, aunque hoy los inmuebles hayan perdido valor en dólares. “En pesos subieron. Por ejemplo, una vivienda que cuesta USD 100.000 demanda desembolsar estimativamente 49 millones de pesos (según la cotización del dólar libre del día)”, señaló Ginevra.
En una época donde la construcción se posiciona como refugio de valor, acopiar materiales para ganarle a la inflación es fundamental para ahorrar. Se trata de una inversión que contribuirá en la disminución de gastos futuros y se puede ahorrar hasta un 20 o 30%, según los casos.
Aguirre concluyó: “Estamos en un contexto en el que el precio de venta del m2 está cayendo desde hace años y está en niveles históricamente bajos, por lo cual se esperaría una recuperación en el valor de las propiedades en el mediano plazo”.
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